Hay quienes dicen que el techo solar más grande de Cuba está en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM). Su directora general, Ana Teresa Igarza, no lo confirma, pero asegura que si no lo es, trabajan para lograrlo: si hay algo que deben saber los inversionistas cuando llegan a este espacio en crecimiento, es que se utilizan tecnologías limpias.
Para el país, el uso de las fuentes renovables de energía constituye una prioridad, un elemento indispensable para disminuir ineficiencias en el sistema eléctrico, reducir la dependencia de combustibles fósiles y contribuir a la sostenibilidad medioambiental.
Como toda sociedad que se moderniza, en Cuba existen políticas relacionadas con este tema. El Decreto Ley 345 «Del desarrollo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía», refiere en su Artículo 7 que las nuevas construcciones que se acometan dentro de los procesos inversionistas deben utilizar diseños arquitectónicos que contribuyan al ahorro energético, en correspondencia con lo establecido en la legislación vigente.
Según explica Igarza, los negocios en la Zona deben tener un requisito tecnológico importante: se vela porque efectivamente se desarrollen tecnologías limpias y porque, a la vez, los usuarios modernicen los negocios a lo largo de su vida productiva.
«Es una obligación para los usuarios de la ZEDM, por ejemplo, tener sistemas de vigilancia tecnológica para monitorear cómo se desarrolla su rama en el mundo y mantener sus plantas en consonancia con los estándares internacionales», asegura Igarza.
ENERGÍA SOLAR EN LAS CUBIERTAS
En el Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, uno de los objetivos radica en la utilización de Energía Renovable. Si bien el occidente del país no es un área que por excelencia esté definida como potencial para la utilización de energía eólica, «lo que sobra en Mariel y en Cuba es sol», afirma Igarza, cuando explica el trabajo que se hace para incentivar la creación de áreas con paneles solares en la Zona.
«Hay un negocio autorizado para generación solar fotovoltaica, con un total de 50 megawatts distribuidos en cuatro áreas, atendiendo a la capacidad que ocupa esa generación y el interés de aprovechar y optimizar el uso de los suelos. Eso lleva terreno, por eso hemos tratado de incentivar el uso de las cubiertas de los usuarios para energía solar fotovoltaica», agrega la Directora general de la ZEDM.
Para ello también hay que empezar por el ejemplo. Por eso, expone la directiva, se utilizaron con este fin el área de los almacenes de Servicios Logísticos Mariel S.A. de TRD Caribe y la de Cimex Mariel S.A., así como la terminal intermodal de contenedores y todas las inversiones cubanas.
«Hay ocho naves que tienen instalados en sus techos paneles solares que generan un megawatt, y que en poco menos de un año han alcanzado la cifra de 1 221 megawatts de energía», agregó.
MOTIVAR PARA LOGRAR
No ocupa espacio, no daña a nadie y genera energía. Esos son algunos de los beneficios de los paneles solares en las cubiertas. Pero hacer que los inversionistas lo entiendan, vean sus ventajas y apuesten por ello, lleva una dosis de motivación. Para lograrlo, explica Igarza, han buscado incentivos que permitan al inversionista apostar por este mecanismo. En estos casos, las estructuras tienen que tener mayor solidez, lo que implica más inversión en sus construcciones.
«Sobre esa base se concilió una política a nivel de Gobierno, de conjunto con el Ministerio de Energía y Minas, que establece que todo el que coloque en la cubierta de sus inversiones energía solar fotovoltaica podrá suministrar al Sistema Electroenergético Nacional el excedente de la energía que genere. Esta se le pagará al usuario durante el periodo de recuperación de la inversión al mismo precio que tendría que pagar por la adquisición de energía generada a través de combustibles fósiles.
«Existe un reloj conversor que mide el comportamiento de lo que se genera y calcula lo que entra y sale. De esta manera se conoce el gasto y consumo, que en ocasiones puede ser equivalente y permite al usuario no gastar presupuesto en energía más allá de la inversión exclusiva que hizo al colocar los paneles», explica Igarza.
En materia de energía solar ya se suman desde su fase inversionista Devox Caribe S.A., dedicada a la producción de pinturas; Industrial Biotecnológico CIGB-Mariel S.A., un complejo investigativo e industrial de biotecnología; y Bouygues Construcción Cuba S.A., todas ubicadas en el Sector A.
OTROS INTERESES DE LA ZONA
El agua es también un recurso fundamental para el desarrollo de cualquier zona industrial, es por eso que su utilización y aprovechamiento es un factor esencial en la ZEDM.
«Hoy, como parte del planeamiento territorial de la Zona, existe una política que exige la obligatoriedad, para todos los usuarios, de retener el 73 % del agua pluvial dentro de su parcela. El resto sale hacia las redes.
«De las cinco plantas de tratamiento de residuales previstas, ya están ejecutadas tres que prevén el reúso de una parte de la procesada. También se incentiva a los inversionistas al reúso de lo consumido dentro de su propia inversión», asegura Igarza.
Por su parte, relacionado con las telecomunicaciones, la Zona cuenta ya con internet de banda ancha, servicio de wifi y velocidad de conexión 3G. En este mismo sentido, se trabaja de manera gradual en las tarifas de estos servicios con el objetivo de que sea atractivo contratarlos.
PROYECCIONES DE CARA A LA SOSTENIBILIDAD
Entre los planes de desarrollo proyectados para el crecimiento de la Zona Especial de Desarrollo Mariel se garantizan servicios con un gran interés en la preservación del medio ambiente, entre ellos se incluyen un Sistema de monitoreo integral de variables atmosféricas y marinas que tendrá, como soporte técnico, las ocho estaciones de la Red Pluviométrica del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, que ya existen en la Zona.
Además, se contará con una Estación Meteorológica Integral (medición de variables sinópticas: velocidad y dirección del viento, precipitación, radiación solar, presión e hidrometría, etc.) y equipos para la medición de variables oceanográficas y marino-costeras (boyas de superficie y profundidad, correntómetros, mareógrafos), así como una Estación de Monitoreo de Calidad del Aire para el seguimiento de los indicadores biológicos y de la calidad del agua marina.
Durante la edición 35 de la Feria Internacional de La Habana, se presentaron en la versión más reciente de la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera, 22 proyectos de negocios en el sector de las energías renovables, uno de ellos en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
Todo ello, unido a la Política para el desarrollo paulatino de las Fuentes Renovables de Energía (FRE), contempla incrementar la participación de las FRE en la generación eléctrica desde un cuatro hasta un 24 %; producir 7 316 gigawatts/hora (GW/h) al año con esas fuentes; sustituir 1,75 millones de toneladas de combustible por año; y dejar de emitir a la atmósfera seis millones de toneladas de dióxido de carbono, también anualmente.
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