Un nuevo diseño de casas de tabaco que busca atenuar los efectos del cambio climático empieza a ganar terreno en las vegas pinareñas.
Con varias modificaciones respecto a las tradicionales, que durante varios siglos han caracterizado el paisaje de Vueltabajo, las nuevas construcciones poseen un puntal más bajo y una mayor área de apoyo, que las hace más resistentes a los vientos.
Además cuentan con dos pasillos laterales, en lugar de uno central, que facilitan las acciones para controlar el exceso de humedad en caso de intensas lluvias.
Genaro Martínez, campesino de la zona de Monterrey, tuvo la posibilidad de comprobarlo en mayo pasado, cuando la tormenta subtropical Alberto descargó un verdadero diluvio sobre la provincia durante más de 20 días.
«El tabaco queda separado de las paredes y las ventanas, y aunque llueva con viento, no se moja», dice.
«Si se presenta un temporal de muchos días, uno le puede prender carbón en los pasillos para darle calor y recoger la humedad».
Según Silvio Delgado, el autor de la innovación, aparte de reducir el impacto de las precipitaciones y los vientos, su diseño permite hacer un uso más eficiente de los recursos y de la fuerza de trabajo.
«La capacidad de curación se incrementa en más de un 60 % con los mismos materiales», asegura este técnico en construcciones con más de tres décadas de experiencia en la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco Hermanos Saíz, del municipio de San Juan y Martínez.
Por otra parte, las mujeres que se dedican al ensarte trabajan en los pasillos, al lado de las ventanas, y no en el centro, como se hace tradicionalmente. «Esto propicia una mejor iluminación, facilita la manipulación del tabaco dentro de la casa y reduce el peligro de que ocurran daños mecánicos», detalla Silvio.
«Antes había que esperar a que las mujeres terminaran, a las cinco de la tarde, para ubicar el tabaco en la parte más alta, pero de esta forma se puede hacer al mismo tiempo, sin peligro de accidente», afirma Genaro, el primero de los productores en implementar el diseño durante la pasada campaña.
Con el nuevo modelo, Silvio da continuidad a un primer trabajo de este tipo que realizara luego de que los huracanes Gustav e Ike provocaran graves estragos en la infraestructura tabacalera, el cual se ha estado extendiendo desde entonces.
Justo Luis Fuentes, presidente del Grupo Empresarial Tabacuba, reconoce que el diseño da la posibilidad de tener una casa de curación «más resistente, más duradera y con mayor capacidad de almacenamiento».
El directivo señaló que en otras provincias también se han estado introduciendo nuevos modelos, con el propósito de optimizar los recursos y hacer que esas instalaciones sean menos vulnerables a los fenómenos meteorológicos extremos que con frecuencia azotan al país.
El directivo señaló que en otras provincias también se han estado introduciendo nuevos modelos, con el propósito de optimizar los recursos y hacer que esas instalaciones sean menos vulnerables a los fenómenos meteorológicos extremos que con frecuencia azotan al país.
EN CONTEXTO:
-El nuevo diseño propone reducir el puntal en más de un 30 % con respecto a las casas tradicionales, e incrementar el ancho de 10,2 metros, a 19,2.
-Debido a su alta vulnerabilidad, tras el paso de los huracanes Isidore y Lili en el 2002, solo en San Juan y Martínez resultaron afectadas más de 1 600 casas de curar tabaco.
-Seis años después, Gustav e Ike dejaron un saldo superior a las 7 000 instalaciones dañadas a lo largo de la provincia.
-En ambas oportunidades, hubo que movilizar cientos de carpinteros de todo el país y cuantiosos recursos para llevar a cabo la recuperación.
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