Durante la segunda edición de la Ruta de Tapas de La Habana, varios restaurantes de la ciudad se reaniman apelando al mercado nacional y la cocina cubana.
La Habana, 23 ago.- Una veintena de comensales abarrotan uno de los bares del Hotel Iberostar Grand Packard, en La Habana Vieja, en un horario del día cuando no es habitual tanto movimiento. Muchos son cubanos y entran a la lujosa instalación por primera vez.
Allí comienza La Ruta de Tapas de La Habana, un inusual proyecto local que persigue este mes mostrar la diversidad de la culinaria cubana y atraer al mercado nacional con precios más asequibles.
Once negocios, en su mayoría privados, se incorporaron a esta segunda edición de la iniciativa organizada por A la mesa, un directorio especializado en gastronomía que hoy registra más de 1.200 restaurantes en Cuba, y patrocinada por la marca chilena de vinos Casillero del Diablo.
“Intentamos mostrar lo bueno que se está haciendo en la gastronomía local con productos que puedes encontrar todos los días en el mercado”, explicó Yondainer Gutiérrez, encargado de diseño, interface gráfica y desarrollo de productos en A la Mesa.
Las tapas preparadas para la experiencia, que deben venderse junto con una copa de vino a un precio único, compiten por autenticidad y cubanía con platos preparados a base de plátano, yuca, maíz, casabe o cualquier otro referente de la cocina cubana.
“Esa experimentación ya forma parte de los negocios cubanos. Hay sitios de comida tradicional y otros de fusión que rescatan comida de los aborígenes, los mambises y la modernizan”, aseguró el diseñador.
Para Maivis de la Colina, asidua exploradora de los restaurantes de la ciudad, se necesitaba este impulso.
“Los jóvenes queremos probar cosas nuevas, experimentar. Este tipo de eventos puede potenciar la cultura culinaria cubana que ha estado muy pobre, aunque en muchos lugares se están haciendo cosas diferentes”, comentó.
Esta es la segunda vez que la joven, de 27 años, asiste a la ruta. “Primero es bueno que haya un evento diferente en La Habana, conoces lugares nuevos, el precio es muy bueno y pruebas platos que prácticamente no se conocen, por ejemplo los del oriente del país”, evaluó.
La mayor sorpresa para Phuong Lan, una vietnamita residente en Cuba, la tuvo en el Café del Ángel con el sushi cubano, un roll de pepinillo relleno de arroz moro y cerdo asado, acompañado de tambor de papas y vaca frita.
“Hacer comida asiática en Cuba es muy difícil porque no hay ingredientes originales, pero hacerlo al estilo cubano es interesante, para los turistas y para los cubanos que pueden probar la comida de otros países pero con un poco de ellos”, compartió.
Parte y parte
“Estamos en baja turística y hay muchos restaurantes que sus ofertas están pensadas para este mercado. Esta es una manera de mostrarles que deben pensar en el cubano, el que está los 365 días del año”, explicó Gutiérrez.
En esta edición se han triplicado las cifras de clientes con respecto al evento anterior, con más de 200 comensales en una tarde, lo que ha superado las expectativas y cálculos de los organizadores.
“Aunque no se gana mucho, la ruta trae otros beneficios: clientes que llegan y se quedan, reanimar el local en horas muertas (de cuatro a ocho de la noche)”, comentó Gutiérrez.
Para el representante de A la mesa, una muestra de que la iniciativa también ha sido provechosa para los emprendedores, es que los 11 restaurantes que participaron en la ocasión anterior querían participar en esta.
El capitán del Restaurant Antojo, Andy Caraballo, lo confirma. “Somos un negocio bastante nuevo, solo tenemos seis meses de abierto y la ruta ha ayudado mucho a que nos conozcan”.
Este restaurante especializado en comida criolla también defiende las ventajas de explotar los insumos a la mano en el inestable mercado local.
Muchos de sus clientes son nacionales en busca de su cocina, incluso la más tradicional. Es también una forma de evitar tener afectaciones en la carta por productos que pueden escasear con mayor frecuencia, agregó.
“No queremos que venga un cliente buscando un plato en específico y aún por razones ajenas a nosotros no lo encuentre y decida no regresar”, comentó el joven, de 28 años.
Otro de los valores del evento, que hasta el momento lamenta no haber recibido apoyo de la prensa estatal, es la sinergia entre distintos emprendimientos.
“Le pedimos a la plataforma AM:PM que creara un playlist con música cubana para cada espacio. Al final no es solo la culinaria lo que queremos promocionar, también la cultura nacional”, aseguró Gutiérrez. (2019)
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