Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

martes, 2 de junio de 2020

Si la economía es una ciencia, por qué no se respeta.

Por Rogelio Casto Muñiz

La diferencia entre las ciencias y las creencias radica en la prueba y acierto permanente de la primera, frente a la casualidad de ocurrencia de la segunda.

Las creencias se fundamentan sobre la fe (generalmente ciega), creer y creer hasta que un día ocurra lo deseado, lo esperado, lo prometido, y si no ocurre fue porque nos faltó la fe necesaria, nos faltó ritual, obediencia o disciplina.

La ciencia por su parte plantea con demostraciones y aciertos repetidos que mientras se den determinadas condiciones y ejecutemos acciones específicas, siempre ocurrirá lo mismo. Esto ocurrirá independientemente del individuo que ejecute la acción, dejando claro su carácter objetivo.

Al referirnos al carácter científico de la economía del que algunos dudan, porque en Cuba no siempre ocurre lo esperado, debemos plantearnos si las condiciones que se plantean en la ciencia económica están presentes cuando ejecutamos las acciones que deben darnos el resultado esperado.

Si la ciencia tiene demostrado por ejemplo que para garantizar la producción X es necesario poseer las herramientas (medios de producción) y la fuerza de trabajo especializada, y estas condiciones no la tenemos por la falta de preparación con anterioridad, aunque se inviertan millones de pesos en el empeño, el resultado será baja productividad y productos con mala calidad. La ciencia demostró que el resultado contrario al esperado también pude ser previsible si cambiamos las condiciones.

Esto es lo que generalmente ocurre cuando analizamos todos nuestros problemas económicos, de la producción, los servicios, el salario, el dinero, las finanzas, y demás categorías económicas. Hoy son muy pocas las acciones realizadas en el campo económico que tienen las condiciones exigidas por la ciencia para lograr los resultados necesarios que garanticen el desarrollo y la prosperidad.

Al no obtener los resultados esperados comienza una reflexión sobre lo ocurrido, donde se conjugan creencia y ciencia, dándole la dote principal a la primera, y se repiten los errores. La ciencia implacable demuestra que el nombre del individuo y sus palabras enaltecedoras no son suficientes, ella está ahí y siempre se manifestará como tal.

El desarrollo del país no se puede proyectar con fe, ni con consignas. Si el socialismo es un proyecto social realizable es porque posee demostraciones científicas sobre las condiciones que se deben crear para lograrlo, y las principales están en la aplicación de la ciencia económica, para garantizar el crecimiento de las riquezas de la sociedad, que se define por si misma socialista en la distribución de la misma.

De las condiciones a crear poseemos la fundamental, la propiedad social sobre los medios de producción. Hoy además podemos darnos el lujo de permitir otras formas de propiedad que también pueden contribuir al crecimiento de la riqueza nacional a distribuir.

Otras condiciones a crear exigidas por la ciencia se obvian, se desconocen, se idealizan, cuando unas se cumplen y se logran resultados otras que se entrelazan con estas no lo logran y el sistema como tal falla, el modelo como país no resulta viable.

Se podrán realizar las transformaciones económicas que sean necesarias y hasta más, no será la primera vez que el país se adapta a nuevas circunstancias, pero si no se aplica la ciencia estaremos culpando de nuestros fracasos a cuanto fantasma nos aparezca en el camino, creando una mezcla de ciencia y creencias que no nos permitirán desentrañar la causas objetivas del fracaso.

Opuesto a toda idealización socialista los países más desarrollados del mundo son capitalistas (cuando se cumplen 103 años de la primera experiencia socialista -la URSS-), su desarrollo económico se debe a la aplicación de la ciencia económica y la vinculación de esta con otras, apartando la explotación intrínseca. Los fundadores de la teoría socialista y posteriormente de la práctica iniciadora (la revolución de octubre), sentaron las bases científicas del desarrollo y son los capitalistas los que se han apoderado de estas concepciones, para el bien individual y buscando evitar las revoluciones sociales, siempre aplicando la ciencia.

Paradójicamente los países capitalistas son el ejemplo a seguir en el desarrollo de esta ciencia, y los que tenemos una orientación socialista nos llenamos de creencias de las que nos cuesta mucho despojarnos.

Se adolece de la aplicación de la ciencia en sentido general en las actividades económicas (sin querer ser absoluto), no se crean todas las condiciones necesarias para que el resultado sea el realmente esperado.

Pero se cuenta con el personal capacitado, científicos de alto grado demostrado, técnicos que en la práctica dominan la ciencia y conocen los métodos para su aplicación. Se desarrollan múltiples eventos donde se exponen y aprueban investigaciones que resultan verdaderos aportes a la ciencia económica y después son olvidados o no tienen el apoyo requerido para su aplicación.

Un buen día los alumnos le replicaron a un profesor en la Universidad que lo explicado no era lo expresado en la Resolución emitida al efecto y la respuesta fue contundente: … yo enseño y aplico la ciencia económica, las resoluciones son responsabilidad de quien las emite…. Si ese conocimiento de la distorsión de la ciencia en su aplicación se tiene y lo escuche en la década de los 80, que pasa 40 años después que aún la legislación aplicada a la actividad económica divaga entre creencia y ciencia.

La política económica tiene que sustentarse en las ciencias no queda de otras, exigir el estricto cumplimiento de todos los factores que garanticen las condiciones para que la manifestación de los fenómenos económicos sean los esperados, es la única forma de garantizar el verdadero cumplimiento de los planes. Respetar la ciencia económica tiene necesariamente que ser un principio.

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