La campaña mediática contra Cuba en julio del 2021, es una copia modernizada de la realizada previo a la invasión mercenaria, dirigida y organizada por la CIA en abril de 1961 y a otras realizadas cada cierto tiempo. La prensa al servicio de los intereses del gobierno de los Estados Unidos, crea un país, que solamente existe en sus mentes enajenadas y/o en sus deseos perversos, completamente ajeno a las realidades.
La dignidad, el sentido de Patria y la resistencia de los cubanos los vuelven locos, inventan cualquier absurdo, tal vez creen que somos ingenuos, estúpidos, sin memoria y sin inteligencia para discernir donde está la verdad y la mentira.
En abril de 1961 divulgaban: “Iglesias en llamas”, “sacerdotes presos, desaparecidos o asesinados”. “La dictadura cubana envía niños para Rusia y China para ser devueltos como carne enlatada”. “Unidades militares y policiacas se sublevan contra el régimen cruel de La Habana” “Centenares de muertos en las calles.” “Pilotos cubanos en rebelión, bombardearon los aeropuertos de La Habana y Santiago de Cuba y se fugaron para bases de Estados Unidos”. Mintieron a la opinión mundial e incluyeron a las Naciones Unidas.
Al producirse la invasión algunos de esos medios, aseguraron que los “libertadores” avanzaban sin resistencia y masivamente el pueblo cubano los recibía con flores, banderas, cantos, refrescos y los aplaudían como salvadores en su lucha contra la dictadura cubana y mostraban fotos en los noticieros y periódicos, publicaban entrevistas a quienes informaban lo que le convenía escuchar. Entre esas mentiras estuvo que el puerto de Bayamo había caído en manos de los libertadores, acompañado de vivas y aplausos de sus pobladores.
Después se conocería que a sus aviones les pintaron las insignias de la Fuerza Aérea Cubana y despegaron desde la Nicaragua del dictador Somoza, que los sacerdotes asesinados oficiaban sus misas y los “luchadores por la libertad de Cuba”, eran mercenarios, agentes de la CIA, criminales, asesinos en serie de la dictadura de Batista, ladrones, corruptos y torturadores y que muchas de las fotos correspondían a situaciones parecidas en otros países. Tuvieron que admitir que la ciudad de Bayamo se encuentra a varias decenas de kilómetros de la costa marina.
En un análisis sobre la repercusión de esas mentiras en América Latina entrevistamos en Bolivia al reconocido periodista y senador Antonio Peredo y nos relató: “Fue en abril de 1961 cuando se produce la invasión a Playa Girón. Ese fue un momento sumamente importante en un país como Bolivia donde la revolución nacional de 1952 comenzaba a agotarse y Cuba estaba lejana, y de pronto, la invasión cambia toda esa visión y Cuba está cercana en ese momento…
“Yo en ese tiempo era jefe de redacciones de un vespertino que pertenecía al presidente Víctor Paz Estenssoro. Desde la mañana comenzamos a recibir la información de cómo habían llegado a Playa Girón, cómo avanzaban, con el apoyo de la gente, aplaudidos, prácticamente sin disparar un tiro avanzaban victoriosos hasta La Habana, mientras se desconocía qué había pasado con Fidel, el Che se había pegado un tiro, Raúl Castro estaba en una embajada. Eran cosas que venían cada quince minutos de la agencia United Press International (UP) Prácticamente eran los únicos cables que recibíamos.
“Como a las once de la mañana comenzamos a recibir de las otras agencias. Recuerdo muy bien que la primera que empezó a dar información fue la France Press. Decía que estaban empantanados en la ciénaga, repelidos, que no habían podido avanzar ni un solo metro y relatan toda la historia.
“En primera plana publiqué Nocaut de Castro. En un lado dije: esto es lo que decía UP y esto es lo que sucedió en realidad… A parte de eso, en el pueblo, las organizaciones sociales, en la Universidad había una gran movilización. Yo recuerdo a gente joven convocando a los universitarios a organizar lo que le llamaban la Brigada Simón Bolívar, dispuesta a ir a Cuba a combatir inmediatamente… Se estaba organizando a la gente, insuflando ese entusiasmo por algo que se había convertido en nuestro. Porque no recuerdo ninguna otra revolución que haya sido considerada tan nuestra como la Revolución cubana. Creo que ese abril de 1961, las esperanzas revolucionarias volvieron a nacer en Bolivia.
Después de la derrota en menos de 66 horas a los norteamericanos no les quedó otra opción que reconocerla y con ella el fortalecimiento y solidaridad con la Revolución Cubana y sus vínculos con la Ex Unión Soviética, la República Popular China y demás países socialistas se volvieron más estrechos.
La actual política norteamericana contra Cuba y la de algunas de sus colonias latinoamericanas y europeas y las actuales provocaciones tendrán que admitir la derrota y se repetirá la historia.
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