En mi familia no había comunistas sino más bien lo contrario; no había simpatía hacia los comunistas y tampoco hacía la política que mi padre consideraba que era un asco, pero si había patriotismo que impulso a mi padre y a mi madre a oponerse al dominio norteamericano del país y a los gobiernos entreguistas y corruptos de la época. Mi madre era maestra y nos inculcó, a nosotros y a sus alumnos esos sentimientos. Mi familia era, según clasificaciones sociológicas diversas, de clase media baja. Mi madre como ya dije, maestra. Mi padre, durante toda su vida laboral, oficinista de la Empresa Ferrocarriles Occidentales de Cuba, nombre engañoso que ocultaba la propiedad Inglesa de este importante medio de transporte.
Mis abuelos, en vez de enriquecerse, lo fueron perdiendo todo en sucesivas crisis económicas. Mi abuelo paterno perdió una sastrería de su propiedad. Mi abuela materna, viuda y madre de ocho hijos, tuvo que ir vendiendo propiedades inmuebles que le dejaron herencias.
Mi madre, maestra pública de adultos, dependía para mantener su trabajo de entregarle el voto a los políticos que se lo exigían a los empleados de la administración del Estado para mantenerles su trabajo.
Muchas veces estos empleados no cobraban sus salarios y sus pensiones porque eran robadas por los políticos. Mi padre, en más de 50 años de trabajo administrativo, jamás dejo de ser un empleado de oficina, dueño de nada. Vivienda alquilada sin esperanza de convertirse en propiedad y un automóvil, comprado junto con un amigo, que hubo que vender por no poder mantenerlo.
Mi hermano y yo, estudiantes de escuelas privadas durante un tiempo; después a escuelas públicas por falta de dinero para pagar los estudios. Con el gobierno del General sin Batallas Batista se acentuó la corrupción, la represión policial y la dependencia del gobierno yankee. Los Marines desembarcaban en los puertos cubanos para su esparcimiento y atropellaban la moral del pueblo.
La rebeldía ante tanta injusticia hizo que el 1º de enero de 1959 triunfara, a costa de mucha sangre, una Revolución nacionalista, antimperialista, renovadora de los valores más sanos de la Patria y de sus hijos, que pronto se transformó en Socialista. A mis padres les dio seguridad en el empleo, en la jubilación y la tan ansiada propiedad de la vivienda; a mi hermano y a mí, estudios gratuitos hasta nivel universitario, trabajo seguro, atención médica gratuita sin límites, jubilación segura, alimentación básica garantizada, servicios públicos a precios accesibles. Estoy seguro que a TODOS se nos dieron estos beneficios a costa de enfrentar al capital extranjero y sus servidores asalariados del patio.
A la Patria la Revolución le dio ,independencia, soberanía, decoro y un papel en la comunidad internacional digno que borro su rol de prostíbulo internacional ganado por los gobiernos ¨democráticos¨ anteriores.
A mí y a millones como yo la Revolución Socialista Cubana nos ha dado TODO lo posible y por eso a ella, agradecidos como debemos ser, le entregaremos TODO lo que nos pida
Fraternalmente
Michael Vázquez Montes de Oca
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