Las Tunas, 21 sep (ACN) En implementar técnicas agroecológicas que permitan desarrollar semillas nacionales para sustituir importaciones está el reto cotidiano del módulo de casas de cultivos de La Siguaraya, en Las Tunas, un programa que ahora apuesta por insertarse en el comercio exterior.
En exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias el ingeniero Osmar Garcés Rojas, quien afirmó que dicho proyecto se inició bajo la supervisión del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, con el apelativo de “las 40 hectáreas del Comandante”.
En tal sentido, en el poblado de Vázquez, ubicado en el norteño municipio de Puerto Padre, tuvimos la responsabilidad y dicha de construir 38 casas de cultivo para el fomento de todo tipo de hortalizas, en especial el tomate, pimiento, pepino, lechuga, zanahoria y remolacha, puntualizó el especialista en Agrotecnia.
Destinado el 70 por ciento al turismo y el resto al consumo de la población, las producciones de La Siguaraya alcanzan una calidad superior, gracias a un grupo de expertos que se dedican allí a estudiar cómo suplantar los recursos químicos por los biológicos y en esa línea de trabajo educar a los productores locales.
Garcés Rojas explicó que las técnicas agroecológicas que aplican para la selección y desarrollo de las semillas exhibe hasta hoy buenos resultados sobre todo en cultivos como el tomate, pepino y pimiento, lo que ha permitido una importante sustitución de importaciones.
Con el proyecto del pepino, especificó, tomamos una variedad original y le sembramos una de origen nacional, así empezamos a intercalar entre las casas de cultivo y por canteros, bajamos las mallas, empezamos la selección y tras la polinización de las abejas, se marcan los canteros que tengan las mejores plantas con el ciento por ciento de población.
Explicó la alquimia del campo de una forma sencilla y que enamora; así contó cómo casi todo el colectivo de La Siguaraya, integrado por casi 50 personas entre jóvenes, mujeres y hombres, esperan que el fruto tenga de un 90 a 95 por ciento de madurez, para entonces comenzar la selección de la semilla, extraerla, secarla y hacerle prueba de germinación.
Con la semilla de importación llegamos a obtener hasta ocho toneladas, pero con la nuestra ya estamos alcanzando de cinco a seis por casa de cultivo en un periodo de tiempo de 90 a 120 días, y justamente en este mes comienza la campaña de siembra del pepino y el tomate, subrayó.
Además de consolidarse en el uso de técnicas agroecológicas, La Siguaraya, perteneciente a la Empresa de Cultivos Varios de Puerto Padre, tiene ahora la responsabilidad de insertarse dentro de los proyectos de exportación de la Empresa Integral Agropecuaria de Las Tunas con un producto como el ají picante, planta que ya se encuentra en etapa de floración.
Odelta Ávila González, campesina fundadora de este módulo de casas de cultivo, quien mañana cumplirá 58 años, confesó a la ACN que si bien el trabajo del campo es duro, se siente feliz de saber que gran parte de los resultados positivos que se obtienen responden al grupo de mujeres que allí trabajan.
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Estoy aquí hace más de 12 años, vi cuando se empezaron a hacer los primeros orificios para construir las casas y poco a poco fuimos aprendiendo sobre el desarrollo de los cultivos tapados, por eso ahora me satisface saber que nos adentramos en nuevos y esperanzadores proyectos con vistas al comercio con otros países, dijo la labriega.
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