«(…) la gente llega a sentir que se gobierna en contra de sus intereses, que desde el poder se les perjudica, que no hay una identificación del liderazgo con el doloroso andar cotidiano de los más»
Diseño de portada: Daniela Parera Monzote.
Por Fabio E. Fernández Batista
Nadie puede poner en duda la crítica situación que enfrenta la economía cubana. La convergencia de variables estructurales y coyunturales configura un escenario que amenaza la gobernabilidad del país. El bloqueo estadounidense, los efectos aún latentes del trastorno pandémico y el impacto del clima de guerra que impera a nivel mundial, se entrecruzan con las falencias históricas del modelo asumido tras el triunfo de la Revolución y con el deficiente resultado de las reformas promovidas en los últimos años.
Respecto a lo que viene de afuera, poco puede hacerse, pero, en relación con lo interno, es innegable que hay inercia, inacción y problemas de diseño e implementación en las medidas que desde el gobierno se impulsan; es decir, existe aquí, margen para operar.
Desde el ya lejano VI Congreso del Partido (2011) se delineó una ruta de transformación, recorrida con mucha inconsecuencia. Contextos favorables para actuar han sido desaprovechados; tampoco emergen avances contundentes o una secuencia lógica en la puesta en vigor de los cambios necesarios.
En el año 2021 se implementó el denominado Ordenamiento Monetario, conjunto de disposiciones largamente planificado que fracasó estrepitosamente, en su propósito de erigirse como base del salto cualitativo para el despegue de la economía nacional.
Esta iniciativa implicó en la práctica la demolición de los diques que –al menos desde los años noventa– habían protegido medianamente a la ciudadanía, de los desequilibrios y desajustes económicos. Cual inundación incontenible, el cieno lo anegó todo, del mundo empresarial a la cotidianidad de las familias.
Al desastre que supuso el Ordenamiento, reconocido de forma tibia por el propio discurso oficial, se le intenta combatir, ahora, a través del Programa de Estabilización Macroeconómica puesto en marcha. Sin negar los fundamentos correctos que dan vida a este, resulta irrebatible que sus primeros impactos se manifiestan como un ajuste que golpea a las personas en su diario bregar. Parece como si empezara a gobernarse en plenitud, de espaldas al pueblo, sobre la base de una razón económica de Estado que obliga a implementar variadas acciones, claramente impopulares.
Es evidente que un país no puede vivir anclado a un sistema de subsidios y que los precios de los bienes y servicios deben equilibrarse con los costos; pero no ha de pretenderse que, sin medidas compensatorias, el peso del sacrificio a asumir caiga sobre los hombros de una ciudadanía empobrecida que ve a sus estáticos salarios perder –a pasos agigantados– poder adquisitivo.
Buena parte de lo mejor de nuestro gremio de economistas subraya que este no es el camino, que la secuencia del ajuste es otra y que ella demanda el acompañamiento de una lógica de apertura que va, del redimensionamiento de la empresa estatal, a la modificación de la estructura de inversiones, por solo mencionar dos aspectos esenciales.
Ahora bien, todo lo implementado en este instante tiene costos sociopolíticos inmensos. Las grandes mayorías chocan con una realidad que se complejiza, les toca interactuar con una inflación que, a todas luces, se incrementará bajo el impacto de las medidas tomadas. Entonces, la gente llega a sentir que se gobierna en contra de sus intereses, que desde el poder se les perjudica, que no hay una identificación del liderazgo con el doloroso andar cotidiano de los más.
Todo ello contribuye a la erosión y fractura de los consensos y, en consecuencia, abrirá el camino para la materialización de una crisis política que empieza a esbozarse. Si no se rectifica o corrige el rumbo, desde la idea de establecer equilibrios entre el necesario ajuste y la defensa de políticas sociales dirigidas a evitar la penuria de amplias capas de la sociedad, el proceso en curso profundizará el deterioro del capital político del liderazgo y, con ello, de su suficiencia de interacción con la realidad.
La prueba de fuego para legitimar el proyecto político vigente en Cuba está sobre la mesa. Si no se escucha a la población, si no se toma nota de las ideas que emanan desde la base y transitan a través de todos los canales existentes para la retroalimentación del sistema, este corre el riesgo de ver erigirse, frente a sí, una corriente de opinión desfavorable, capaz de ganar plena conciencia de su potencialidad, a través de actos de protesta. Tal dinámica se complejizaría, si tenemos en cuenta los escasos mecanismos existentes, de cara a la expresión pública del disenso.
La economía cubana cruje al calor de sus contradicciones y, en consonancia, el país se agita. Quizás, una mirada superficial perciba la realidad en calma, pero el vapor de agua se acumula en la caldera, al compás de una cuota normada que no alcanza y llega incompleta, de una cola de horas para montar en un ómnibus, del precio de la malanga, del costo del viaje Habana-Guantánamo para ver a una madre enferma, de un hijo en la primaria que no tiene frente a sí a los maestros necesarios, de un familiar en el hospital que no recibe la atención requerida, de una madre que sufre la partida de un hijo y de un joven al que no acaba de llegarle el parole. Urge escuchar el reclamo ciudadano y tener la energía y el compromiso para hacer política.
Excelente analisis de la realidad y de la causa principal interna q agudiza los efectos del bloqueo
ResponderEliminarContinuan funcioarios de OACES y altos dirigentes sin ninguna formacion economica
y bajo la alianza de juristas q le hacen el juego con leyes, decretos u resoluciones para darle caracter mrgal
Bueno, Al menos, ya están advertidos una vez más.
ResponderEliminarExcelente artículo, que añade al famoso "contrapunto entre gobierno y economistas".
ResponderEliminarAlgunos ejemplos de acciones concretas que se pueden hacer YA, no requieren cambios de la situación actual o foráneos, que demostrarían la voluntad de hacer política "creativa" en tiempos dificiles:
En el ámbito económico:
1) reducción del aparato empresarial estatal al mínimo imprescindible que acometa solo aquellas actividades de seguridad nacional o que no pueden ser emprendidas individualmente por FGNE.
2) reducir a un mínimo la lista de actividades que no pueden ser desarrolladas por FGNE.
3) dar el justo lugar a los productores directos de bienes y servicios en la sociedad, por encima de los que consumen, dirigen y controlan.
3) potenciar las FGNE, para que los activos y los bienes tengan un dueño real, que vele por su patrimonio y pueda trabajar para incrementarlo.
8) reformar los impuestos para que estimulen a la producción y el trabajo en vez de priorizar el carácter "rentista" y recaudatorio que tienen ahora.
7) eliminar de una vez el ineficiente y corrupto monopolio estatal sobre el comercio exterior.
9) reformar totalmente la ley de inversión extranjera y el aparato burocrático anexo para que deje de ser un obstáculo al flujo foráneo de capitales.
10) en general: permítase e incentívese el trabajo honesto, combátase lo ilegal, lo monopólico, lo ineficiente.
11) limitar el papel de la planificación centralizada a eliminar las distorsiones o errores del mercado como medio más eficiente de asignación de recursos en la economía.
En el ámbito social:
1) subsidiar a los vulnerables y mas necesitados de una buena vez. Esto va a la par de las medidas que incentivan el trabajo: si se van a reducir las fuentes de subsidio es porque los subsidios también van a disminuir.
2) reconocer que para preservar las conquistas fundamentales de la Revolución Cubana, léase salud y educación, hace falta (y no está reñido con la esencia del sistema socialista) permitir la actividad privada o cooperativa en ambos sectores: Garantícese salud y educación a los vulnerables o al que no la pueda o no quiera pagar, pero permítase salud y educación privadas a un costo para aquellos que lo prefieran y puedan pagarlo con el resultado de su trabajo honesto.
En el ámbito del gobierno:
1) reducción drástica del aparato gubernamental (ver la parte positiva de Milei en Argentina, una de las razones por las que la mayoría lo votó presidente).
2) incremento de la transparencia en toda la sociedad, para ayudar a los que toman decisiones económicas.
3) incremento drástico e inmediato de la rendición de cuentas del gobierno a los electores.
4) revocación y renovación de los cargos gubernamentales más expedita: que gobiernen otros si los que están no saben o no pueden.
5) reducir los costos del gobierno: un país pobre no puede tener gobernantes que vivan como los de los países ricos, menos aun si pertenecen a un partido político que clama por la reducción de desigualdades y divisiones de clases sociales, que se reúnen continuamente, que viajan al extranjero sistemáticamente y con séquitos inmensos.
En el ámbito legal:
1) crear regulaciones y leyes que desde el ámbito jurídico contribuyan a fomentar un ambiente donde las fuerzas de producción puedan desarrollarse, en vez de estar obstaculizadas y secuestradas por intereses minoritarios.
2) garantizar que exista un "imperio de la ley" sobre el de las personas, empresas, instituciones o entidades, cualquiera que sea su nivel.
Tantas verdades juntas a otras verdades no pueden ser ignoradas. Quiénes son esos académicos que asesoran y no advierten lo que salta a la vista por lo evidente. Ya la periodista Badia, con mucha valentía y de frente a la máxima dirección del país lo dijo: una desconexión del discurso político de la realidad. Como solía decir mi abuela: Dios nos agarre confesados
ResponderEliminarMuchas de estas cosas tampoco funcionarán, hay que tomar medidas autorregulatorias, es conocido que no hay control del fisco que se cobra a los TCP y las formas de trabajo no estatal. Los transportistas fundamentalmente violan el fisco descaradamente, pero luego tienen escuela y salud para sus hijos, se quejan de los hospitales y los maestros, pero cuando le pides un servicio desde una empresa, no quieren darlo porque el dinero debe depositarse en una cuenta fiscal que el banco controla. Pues bien, pienso que hemos tenido CDR y un montón de controladores que ya no hacen su trabajo. Hay que poco a poco activar la lógica social, la policia y las organizaciones de masas y la seguridad del estado debe atender a un bodeguero que tiene mayor nivel de vida que un ingeniero que trabaja en una fábrica, como no se dan cuenta de algo tan obvio. Porque meden los impuestos por el ingreso en la cuenta fiscal, si es sencillo verificar las otras cuentas bancarias y los movimientos de dinero que tienen nuestros ciudadanos, eso se hizo en su momento y precisamente en los EU se tiene muy en cuenta cuando alguien saca la pata, de donde saca sus finanzas.
ResponderEliminarPero, ¿cual es la política de impuestos de este país? todos los impuestos son iguales a todos los actores, haga lo que haga y ponga el precio que ponga. Estos seudoeconomista se comieron los turnos de clase de análisis matemático y talvez sobornaron al profesor de investigación de operaciones. Una formula sencilla de hacer que los precios bajen es cobrar impuestos contra precios, controlar las fichas de costos con auditorías fiscales por períodos y a final de año, que detecte bien o al menos reduzca los impagos y estimule a bajar los precios. Si ya tienen equipos burocráticos grandes, pues que trabajen y controlen. El partido debía dedicarse al igual que en Vietnam y china a rastrear las ilegalidades y corrupciones de los funcionarios y empresarios. Hacer una limpieza en la policia y hacer que esta funcione en función de evitar robos y persiga la corrupción. Ante el nuevo escenario esta debe crear un departamento anticorrupción. Las leyes deben ser severas al extremo con los corruptos y fundamentalmente con los que violan el fisco. Si porque es un acto criminal violarlo, con ese dinero el estado sufraga nuestra salud y la de nuestros hijos, el salario de los maestros y todo lo que el estado tiene que financiar.
Por eso debía ponerse un límite de ingresos a partir del cual se deba pagar los servicios de salud y educación que a mi entender deben seguir siendo siempre estatales. No es justo que el dueño de una pequeña o mediana empresa que tiene en el año un ingreso neto de millones de pesos reciba los beneficios que un trabajador normal, tal vez haya que crear condiciones para cobrar por las condiciones del hospedaje en los hospitales a los que deban y puedan pagarla. Pero siempre estatales, las diferencias del servicio en materia de salud no se pueden poner a un nivel más alto para unos y otros menor. Lo mismo con la educación. Pero si se establecen impuestos con la formula precios vs impuestos se tendrá una tendencia natural a bajar los precios y a eliminar los precios monopólicos sobre los productos y servicios. Si porque ahora todos venden al nuevo precio y le suben semanalmente 50 o 100 pesos.
un vendedor de pan en bolsas me dice que el las vende a 180 porque necesita ganarse 2000 pesos diario. Pero no quiere lograrlo con más ventas, sino con menos ventas y más precios. Si se le controla las ventas y los precios el se verá obligado a trabajar más para tener más, ahora el lema es: Menos trabajo y más dinero, Todo lo contrario que una sociedad necesita. Espero esto lo lea Gil y su equipo.
Fantástico
ResponderEliminarCreo que este artículo hace una análisis apocalíptico de la realidad cubana. Sobre algunos supuestos válidos pero poco fundamentados técnicamente y desde los mismos principios de la economía en un país que pretende desarrollar la economía y al mismo tiempo eliminar las desigualdades. Mucha crítica y pocas soluciones, los comentarios son mucho más interesantes que el artículo. Es una locura decir que no se escucha al pueblo........ Espero que esté debate pueda tener réplicas más argumentadas para aportar propuestas válidas o al menos hacer análisis desprejuiciados y reales.
ResponderEliminarTomar el error,por representarlo como un todo, y mediante las artes concienzudas de un experimentado remendón zurcir aquí y allí frenéticamente, mientras el error, que es inmenso y como tal con procesos propios de regeneración,extiende su nefasta acción errónea infiltrando lo que pudiera quedar sano deshilachando además las pobres costuras. Esto,algo así, es lo que leo. Nadie habla de hacer cambios esenciales.
ResponderEliminarEs por no concebirlo,o simplemente por temor?+
Um país precisa exportar para importar e a economia continuar crescendo e atendendo as necessidades de seu povo, mas o bloqueio é feroz em destruir as opções. A melhor estratégia é o turismo que pode jogar Cuba a triplicar a renda per capita sem destruir os diques socialistas. Seria melhor não fosse a restrição da oferta de aviões.
ResponderEliminarExcelente, para saber que esta sucediendo, solo hay que ser pueblo. Yo pregunto ¿ Donde esta la vergüenza ?
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