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El turismo es un componente vital de la economía cubana
Cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, descendió del Air Force One en suelo cubano en 2016, fue uno de los aproximadamente cuatro millones de visitantes que llegaron a la isla ese año.
El número de visitantes a Cuba fue un récord en su momento y continuó creciendo hasta alcanzar un máximo de casi cinco millones de personas dos años después.
Desde entonces, sin embargo, la caída del turismo cubano ha sido precipitada.
Golpeada por los efectos gemelos de la pandemia de coronavirus y las restricciones de viaje más severas impuestas por la administración Trump, el año pasado fue uno de los más pobres de Cuba para la industria en este siglo.
Con las industrias tradicionales de la isla –a saber, el azúcar, el tabaco y el níquel– estancadas, el turismo es la principal fuente de ingresos de divisas de Cuba después de las remesas.
Menos turistas, entonces, significa menos dinero en las arcas del Estado para invertir en la deteriorada infraestructura energética de la isla, o para gastar en alimentos y medicinas básicas que se necesitan con urgencia.
Los aliados tradicionales –Venezuela y Rusia– enfrentan sus propios desafíos económicos importantes, y si bien China ha financiado algunos proyectos de energía solar, Beijing está preocupado por cuestiones geopolíticas más grandes.
Hoy, Cuba se encuentra sumida en su más profunda crisis económica desde la Guerra Fría.
"Conceptualmente, el turismo sigue siendo la locomotora económica del país", explica el ministro de Turismo cubano, Juan Carlos García Granda.
En La Habana, la BBC le pregunta al hombre al volante de ese motor económico sobre el estado actual de salud de la industria:
"Bueno, no soy médico", comenta con ironía García Granda, "pero puedo decirles que el turismo cubano está más vivo que nunca".
Afirma que el gobierno cubano ha detenido la caída observada en 2024 y que el segundo trimestre de este año mostrará estadísticas mejoradas.
"Nos enfrentamos a obstáculos que ningún otro competidor tiene", continúa García Granda.
“La intensidad y la presión de una guerra económica lanzada por el principal emisor de turistas del mundo, Estados Unidos, ha impedido que el turismo cubano recupere los niveles prepandemia”.
El ministro de Turismo de Cuba, Juan Carlos García Granda, afirma que las restricciones estadounidenses han perjudicado la industria turística de la isla.
Refiriéndose al embargo económico que Estados Unidos mantiene desde hace seis décadas contra Cuba, García Granda dice que las medidas adoptadas por Washington desde el primer mandato del presidente Trump en 2017 han sido diseñadas específicamente para dañar el comercio turístico de Cuba.
"En el primer mandato de Trump se tomaron 263 medidas [contra Cuba], la mayoría dirigidas a destruir el turismo cubano".
En particular, señala la prohibición a las compañías de cruceros estadounidenses de atracar en puertos cubanos.
"Sin eso, podríamos haber contado con otro millón de turistas [al año]", estima García Granda.
Una medida más drástica se produjo en enero de 2021, cuando Estados Unidos volvió a incluir a Cuba en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo (SSOT). El presidente Biden eliminó a Cuba de la lista en enero de este año, pero Trump la volvió a incluir pocos días después, al comenzar su segundo mandato.
La clasificación tiene un efecto dominó: los turistas del Reino Unido y algunos europeos que hayan visitado Cuba después del 12 de enero de 2021 ya no son elegibles para una ESTA (Sistema Electrónico de Autorización de Viaje) para ingresar a los EE. UU.
Dados los dolores de cabeza que estos viajeros deben afrontar al verse inmersos en un proceso de visa estadounidense más largo y complejo, muchos potenciales visitantes británicos han decidido desistir por completo de visitar Cuba.
Miles de turistas británicos deben llegar a Cuba vía España, Francia, algunos incluso Canadá. Pero no por Miami. ¿Por qué un británico, con total libertad, no puede viajar a Cuba vía Miami?, pregunta García Granda retóricamente.
Imágenes Getty .El hotel Torre K, que se alza sobre el horizonte de La Habana, tiene sus críticos
Sin embargo, no todas las decisiones que afectan la salud del turismo cubano se han tomado en Washington. Durante el deshielo de la era Obama, el gobierno cubano impulsó un ambicioso programa de construcción de hoteles en La Habana y en el principal balneario, Varadero.
Solo en la capital, se han construido al menos media docena de nuevos hoteles de cinco estrellas por valor de cientos de millones de dólares. El más reciente, conocido localmente como la Torre K, es el edificio más alto de la isla; su imponente estructura se alza sobre el barrio del Vedado de la capital cubana.
"Hay muchos otros hoteles en La Habana y este no encaja con el entorno", dice la estudiante Danais, hablando en la plaza de enfrente. "Habría usado el dinero para otros fines, para cosas que realmente necesitamos, como solucionar los apagones".
"No respeta su contexto urbano", coincide Sabrina, estudiante de arquitectura. "Como arquitecta, veo aspectos positivos y negativos, y sin duda es uno de los edificios más impresionantes del país".
"Pero no necesitaba ser tan opulento y extravagante, especialmente con tantos hoteles de la ciudad vacíos".
Le planteé estos puntos al Ministro de Turismo, diciendo que la mayoría de los cubanos no ven la Torre K como un monumento al ingenio y la innovación del país, sino más bien como un símbolo de la mala planificación central y del fracaso del gobierno en escuchar las necesidades más urgentes de su pueblo.
García Granda reconoce que el hotel tiene sus críticos, pero sostiene que muchos cubanos, particularmente los que trabajan allí, aprecian la nueva incorporación al horizonte de La Habana.
Sin embargo, el impulso a la construcción de hoteles en Cuba plantea una pregunta clave sobre si Cuba fue engañada por la administración Obama, que le vendió una visión de lazos políticos más cálidos y un flujo constante de visitantes estadounidenses que nunca se materializó.
¿Fue el gobierno cubano culpable de no haber planificado los cambios en el rumbo político, o es culpa de Washington haber implementado una política exterior que no fue lo suficientemente sólida ni duradera para perdurar de una administración a la siguiente?
La estudiante de arquitectura Sabrina dice que el gigante hotel Torre K es demasiado alto para su entorno
Como era de esperar, el ministro insiste en que la estrategia turística de Cuba no se basó en una mala planificación.
"Durante la era Obama se reveló una brecha en la oferta hotelera en Cuba, lo que puso de manifiesto la necesidad de más alojamiento en La Habana", argumenta. Además, añade, los costos no han sido asumidos únicamente por el Estado cubano.
“Más del 70% del turismo cubano se basa en la inversión extranjera, hay más de 19 empresas internacionales radicadas aquí para atraer turismo a Cuba”.
Seguramente, pregunto, el gobierno puede apreciar las frustraciones de la gente en las calles cuando, en la oscuridad de un apagón nacional, pasan junto a un nuevo hotel de 200 millones de dólares en La Habana con sus luces encendidas.
No es de extrañar que muchos se pregunten por qué esos fondos no se han invertido directamente en la infraestructura energética de la era soviética, que tanto los necesita.
"La gente no está frustrada", replica el Sr. García Granda. "Sí, puede que haya algo de indignación en las calles, pero siguen aquí. Siguen luchando, siguen trabajando, siguen intentando ayudar".
Me pone en las manos un gráfico que muestra indicios de mejora en el número de visitantes del Reino Unido desde la llegada del Covid, y sigue convencido de que se avecinan tiempos mejores:
"Vamos a llenar los hoteles", insiste. "Vamos a salir de esta crisis económica y el turismo contribuirá".
Comentario HHC: Nuestro ministro de Turismo ha planteado muchas promesas durante su mandato desde diciembre 2019, al tiempo que ha incumplido todas las metas de visitantes internacionales en cada año, e incluso en el 2023 les dijo a los diputados de la Asamblea Nacional al cierre del I semestre, de cifras que se iban a cumplir ese año y después distaron bastante de la realidad, y eso con solo 5 meses de anticipación, por lo que no tenía al parecer, idea de como se iba a comportarse el turismo, y lo sigue estando. Los 2.6 millones de V.I previstos para este año, tampoco se cumpliran, y ni tan siquiera hay una nueva meta.
No creo sinceramente que sea el cuadro que vaya a llenar los hoteles, y mucho menos que sea finalmente el que convierta al turismo en la "locomotora" de la economía, por repetir una frase trillada, y que ahora dice que " conceptualmente" es así, cuando se necesita que sea practicamente así, ya que por las millonarias inversiones ejecutadas, estaría obligado hasta por el mas elemental criterio económico y financiero.
Hay que decirle al Ministro que no fueron 263 medidas, sino 243 medidas las que Trump tomó en su primer mandato, y decir que en su mayoría fueron contra el turismo, demuestra que no se las ha leído bien.
Precisar que Trump nos incluyó en la espuria lista de patrocinadores del terrorismo, 24 horas antes de terminar su 1er mandato de 4 años, y Biden, incumpliendo su promesa electoral, nos mantuvo durante todo su mandato y nos quito igual, el dia antes de terminar, y Trump nos volvió a incluir horas después de tomar posesión en su 2do mandato.
El ESTA es para todos los europeos no para algunos países, y eso es claro que nos afecta directamente.
Si se dice que mas del 70 % de las inversiones son extranjeras en hoteles, algo por confirmar porque no hay cifras oficiales, la pregunta obligada es ¿ Cuba como paga las mismas?, porque regaladas no son, y hasta donde se sabe una parte es con la operación, otras con pagos fijos, otros por administrar hoteles, etc, etc . Hay muchas variantes y tenemos deudas acumuladas según declaraciones de empresarios españoles asociados al sector. Pero casualmente, el hotel mas llamativo y publicitado en estos momentos , el de la Torre K, Cubadebate informó en su momento, que era con 100 % capital cubano, su construcción,
Por otra parte, no sé si el ministro sabe que llevamos 17 meses consecutivos descendiendo con relación al mismo período del año anterior en visitantes internacionales, y hay grandes problemas reportados en la prestación del servicio, resultado una parte del bloqueo de EEUU, los problemas económicos internos, y operacionales del propio sector, que no ha solucionado el MINTUR, y esta si es su responsabilidad. Si culpamos a EEUU de todo, algo que no es asi, entonces ¿ cuál es la estrategia inversionista del turismo?, ¿eregir hoteles que tienen obsolecencia tecnológica en el corto y mediano plazo y no se recupera la inversión con los por cientos de ocupación bajos (25.1 %)?, es un contrasentido lo que está planteando el funcionario.
Dice nuestro ministro que en el segundo "trimestre" de este año, mejoraran las estadisticas, quisiera creer que se refiere al segundo semestre, pero hasta agosto no hay nada de eso.
" Vamos a llenar los hoteles ", parece mas una consigna, pero no se dice ¿ cuándo y cómo ?. Les tengo una noticia, para llenar solo al 70 % las 84 164 habitaciones hoteleras existentes ( se siguen construyendo), se necesitan que se reciban 6 627 915 V.I en un año, y esten 5.8 dias de estancia como promedio, y el récord hasta ahora es 4 683 655 V.I en el 2018, y este año no creo que lleguemos a los 2 millones de V.I. ! Cuanto me gustaría equivocarme! porque la Patria necesita ingresos en divisas, pero la estrategia y los resultados son muy deficientes hasta el presente, y necesitamos salir de la crisis en que nos encontramos en varios sectores.
Por el momento los hoteles están llenos. De aire. Las perspectivas según el número de habitaciones actual y las construcciones en proceso no son proclives a niveles de ocupación plena, aunque se obtengan más arribos. Aún cuando el volumen mundial del turismo parece alentador tampoco la situación mundial tan revuelta apunta a incrementos sostenidos, ni siquiera a mantener las cifras presentes. Habría que buscarle razones a los vínculos de algunas grandes cadenas hoteleras con el destino Cuba en medio de cifras completamente desalentadoras. Algo hay oculto detrás que huele a una maniobra muy alejada de los beneficios por la operación propia de turismo. Porque de hecho los inversores extranjeros no pueden ser tildados de tontos ni mucho menos de proclives a ejercer la caridad. El Ministro de Turismo ejerce la misma función de otros de sus colegas. En algún momento oí decir que para el "verano" iba a mejorar el suministro de electricidad; se cubriría el suministro de la "canasta básica"; se estabilizaría el abastecimiento de medicamentos; se incrementaría el transporte público disponible; mermarían los precios y así las cosas. No es que estemos mal, es pura imaginación y falta de confianza.
ResponderEliminarEs otro mentiroso incapaz que ocupa un asiento de ministro.
ResponderEliminarEste Ministro parece ser que se está dopando o en sus declaraciones muestra estar pasado de tragos.
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