(Aquí se intentan explicar las causas del zigzagueo, el palante y
patrás de la dirección del país y la insuficiente identidad del parlamento
cubano)
UNA SOCIEDAD JOVEN O INFANTIL? ACUDIENDO A LA
MADRE HISTORIA
Marx se equivocó. En el primer tomo de EL CAPITAL escribió que el
capitalismo había surgido hacia 1,400 en el norte de Europa. Más tarde otros
historiadores con mayores recursos (1) demostraron que había surgido mucho
antes, alrededor del siglo XII en la zona meridional de Italia.
Según este reconocido autor el capitalismo mantuvo cierto poder
durante un siglo: el XII. Es la teoría del “primer capitalismo”. Pero su
enemigo conservaba aún mucha fuerza, sobre todo en la cabeza de la gente. No se
dio por vencido, volvió a la pelea y le ganó la revancha. Los brotes iniciales
de relaciones capitalistas surgieron en Italia en la industria textil como ya
mencionamos en el siglo XII, pero fueron superados y resurgen más tarde en el
siglo XIV ganando fuerzas en Holanda. Comenzó a obtener experiencias en el
comercio y la esfera económica, no en la política. Era el “segundo
capitalismo”, que fue el que descubrió Marx y reconoció equivocadamente como el
primero.
El capitalismo necesitó 400 años para entenderse a sí mismo. En el siglo
XVIII ya tenía suficiente experiencia de vida para darse cuenta de lo que
estaba construyendo porque antes no lo tenía muy claro. Adam Smith y David
Ricardo lo explicaron desde el punto de vista económico cuando tenía más de
tres centurias de trabajo en la economía. Este último descubrió el plus
producto, que Marx llamó plusvalía. Menciono esto porque el tema es decisivo.
Las tareas de fundamentación política las realizaron Locke, Voltaire,
Montesquieu y Rousseau. La parte filosófica quedó principalmente en las cabezas
de Kant y Hegel. Si tuviera que escoger uno de los conceptos al que más tiempo
dedicaron me quedaría con la definición de qué cosa es lo humano, cuáles son
sus límites; dejaron unos 20 criterios diferentes, todos afincados en la
individualidad. Es decir definir por qué la gente actúa como hace: qué es lo
que la mueve? Hago referencia al hecho porque creo que el socialismo no tiene
una noción clara al respecto.
La clase capitalista estaba preparada para comenzar a luchar por el
poder político, lo hizo en 1789 en Francia después de otros amagos en
Inglaterra. Pido disculpas por la apretada síntesis .
En fin, el capitalismo tiene 800 años acumulando experiencias
económicas y 300 en la política. Ha desarrollado una tecnología para gobernar
el mundo pues es el primer sistema sociopolítico que alcanzó un nivel global. Y lo que sabe, lo sabe tanto por viejo como
por diablo. En la mayoría de los países en que domina lo hace sobre la base del
engaño y la mentira o aprovechándose de su fuerza para robarle los recursos a
los más débiles. Lo demás son cuentos.
Si doy toda esta vuelta aparentemente muy alejada de su asunto
principal es para proponer algunas preguntas y que el lector “saque sus propias
conclusiones.”
Estamos rebasando apenas un siglo de experiencias socialistas –Rusia
1917- solo 100 años -comparen con los 800. Uno podría preguntar: dónde están
los Adam Smith y David Ricardo socialistas que hayan logrado una firme
interpretación del funcionamiento económico del Socialismo? Lo mismo podría
decirse de los equivalentes a Montesquieu, Rosseau, Kant o Hegel. Marx no
cuenta, porque lo que hizo fue desmontar y esclarecer la parte inhumana y
monstruosa del capitalismo. Que le costó 30 años de trabajo y vida. Creo que el
socialismo –simplificando algo- está esperando un nuevo Marx. Estamos aún en el
“primer socialismo” o el segundo? Qué significan solo 100 años en la historia
de la humanidad?
Por qué el socialismo despliega su desarrollo solo a través del ensayo
y el error, o el movimiento en zigzag o de movimientos oscilantes de adelante y
hacia atrás como si fuera una criatura de meses de nacida? Porque de eso se
trata: se encuentra en una etapa infantil de desarrollo. No existe aún un
acervo cognitivo suficiente para garantizar un avance seguro y coherente hacia
su futuro. Esa es la historia. No busquemos culpables. Acudamos de nuevo a
Gramsci: nuestro dilema es el sobrevivir en un mundo en el que existe un
sistema inmoral y caduco que se está muriendo pero que no se acaba de morir, y
otro naciente, endeble pero que no acaba de nacer.
¿LA LUCHA ES CONTRA LA PROPIEDAD PRIVADA O CONTRA
EL CAPITALISMO?
La experimentada clase capitalista mantiene el culto a sus pensadores
clásicos. Los estudian con rigor y en sus ideas forman a su sector dirigente.
Como ya vimos, disponen una cultura de dirección de varias centurias. Esa misma
cultura le permite asimilar también a Marx. En la universidad de Harvard hace
décadas que se mantiene un seminario de 6 meses sobre El Capital. ¿Leen nuestros
dirigentes a Marx?
El materialismo dialéctico es objeto de estudio por la élite
capitalista. Entre ambos componentes le han dado prioridad a la dialéctica más
que al materialismo y se han quedado con ella como instrumento para interpretar
y gestionar la realidad.
Por eso la utiliza con éxito en el campo de la política porque su
esencia es el cambio y la contradicción, dos palabras que producen alergia a la
mayoría de los funcionarios de los sistemas socialistas que han alcanzado el
poder.
Ellos prefieren quedarse con el materialismo rígido y esquemático, más
fácil de digerir que la sutil y veleidosa dialéctica, pero poco útil para
resolver problemas.
Pero el socialismo histórico -y también el cubano- se han alejado de
Marx. Se estudia poco, sobre todo si comparamos con los años iniciales de la
revolución. Es posible construir el socialismo a espaldas del marxismo? Parece
que algunos piensan que sí. Entonces… qué estudiamos? Será que aquí hace mucho
calor y muchas cabezas no resisten la prueba?
Cuando Fidel dijo en un discurso en la universidad que nuestro error
había sido creer que alguien sabía qué cosa era el socialismo, no pocos
interpretaron que entonces no había nada que estudiar. Y por ese camino andan. Ahí están para probarlo la cadena de actos
gubernamentales irreflexivos y erráticos, carentes de fundamento conceptual o
estudios previos, que hemos padecido en los últimos meses.
Pero a lo que iba. Menciono la falta de estudio del marxismo para
explicarme la confusión elemental que padece parte de la clase dirigente cubana
que no distingue entre propiedad privada y capitalismo. Porque hay identidad
relativa pero también importantes diferencias.
Me gustaría ver el rostro de algunos de nuestros cultores del retropensamiento
al escuchar este párrafo de Marx (del primer tomo del El Capital) al referirse
a los diferentes tipos de regímenes sociales. “Lo único –expresó- que distingue
unos de otros los tipos económicos de sociedad v.gr.la sociedad feudal de la esclavitud,
es la forma en que este trabajo excedente, le es arrancado al productor
inmediato, al obrero”(pag.175, tomo1).
Marx no dice que lo que distingue uno de otro es la propiedad privada,
sino la manera en que la clase dominante obtiene la plusvalía. De aquí se
deriva lógicamente la idea de que la forma de utilización de la plusvalía
determina en gran medida la naturaleza del sistema.
La propiedad privada existe casi 2,000 años antes que el sistema
capitalista y ha mantenido una poderosa influencia sobre la sociedad humana.
Por eso es tan riesgoso desafiarla y jugar con ella. Uno la pincha, ella
corcovea, tira patadas y cada vez que nos toca, parte un hueso.
De ahí que lo más sensato es saberla utilizar con inteligencia para
ponerla en función del desarrollo de una sociedad más justa e igualitaria, como
han hecho los chinos y los vietnamitas. Ellos decidieron no esperar a que
aparezcan cabezones que se pongan a pensar o nos expliquen que es el socialismo
económicamente hablando. Mientras tanto crearon amplios islotes de propiedad
privada y los pusieron a trabajar para acabar con la pobreza y alcanzar la
prosperidad. Extraen la plusvalía con un adecuado sistema de impuestos y
control de la policía económica. Después la emplean con amplitud en el mejoramiento
del nivel de vida de la población, como demuestran sus estadísticas. Se dieron
cuenta que las empresas estatales por si solas se demoran mucho en lograrlo.
Se inspiraron en el ejemplo de Marx y Engels. Sabemos que este último
fue un exitoso empresario capitalista. De no haber sido así no hubiera podido
“financiar” la investigación de su amigo por más de dos décadas. El mismo Marx
no tenía reparos en reclamarle la mesada cuando Engels se atrasaba en el envío.
Ésta provenía de la plusvalía que Engels extraía a sus obreros, lo que
no creaba ningún tipo de escrúpulos en ninguno de los dos. Los comunistas
franceses y de otros tantos países tienen empresas propias cuyas ganancias
utilizan para sostener la actividad del partido. Pero son empresas eficientes,
que funcionan con las leyes universales de las empresas y no con inventos como
ponerle apellidos.
En Cuba, a la mayor parte de la burocracia cubana –que no ha leído El
Capital-se le pone la carne de gallina cuando se habla de propiedad privada. A
tal punto que durante años evadía mencionar el nombre y utilizaba el término en
negativo: “propiedad no estatal”. Siguió evitándolo e inventó el nombre de
cuentapropista.
Se pasa el tiempo vigilando la propiedad “no estatal” y arañándola cada vez que puede, porque considera
que de su seno surgirá el lobo que devorará a la abuelita socialista.
Si revisara la historia reciente del desplome del socialismo europeo
comprobará que en la mayoría de esos países el lobo que devoró el sistema
estaba escondido dentro de las cuevas de la burocracia estatal y partidaria, y
la mordió desde sus propias entrañas. Si quiere salvar el socialismo
cubano-como deseamos los cubanos comprometidos con el destino soberano del
país- será mejor que se vigile a sí misma. El pensamiento esclerótico ajeno al
marxismo en la clase dirigente es tan peligroso para la continuidad del modelo
cubano como la falta de ética.
Concluyendo el punto: si ante la difícil coyuntura que afronta Cuba
ahora, no se le abren amplios espacios a la iniciativa privada-no al
capitalismo- va ser muy difícil que el país evite un colapso económico. Es un
hecho que la mayoría de las empresas estatales no se encuentran ahora en
condiciones para por sí solas sacar al país del estancamiento económico. Han
funcionado casi 60 años como apéndices administrativos del Estado, sus
directivos tienen incorporado a su cadena neuronal el miedo a actuar por su
cuenta y la consultadera con los niveles superiores. Cambiarles el chip lleva
un tiempo del que no disponemos. Aunque hay que hacerlo.
Mientras existan ministerios –que se disfracen de OSDE- cuya plantilla
oscila entre 200 o más de 300 personas no va ser posible una verdadera
autonomía empresarial. Sobre este decisivo tema volveremos en otro momento.
EL ZIGZAGUEO Y LAS OSCILACIONES DE LA DIRECCIÓN CUBANA CON RELACIÓN A
LA PROPIEDAD AL MARGEN DEL ESTADO Y OTROS TEMAS.
Los principales factores que confluyen en la crítica coyuntura que
afronta el país son: el impredecible desenlace del proceso venezolano, la conducta
temeraria y agresiva del grupo de hampones que se ha apoderado del gobierno
estadounidense y la ambivalente actitud de la dirección cubana, aprobando
documentos que después teme implementar. Son los elementos esenciales que
constituyen la estructura de una situación límite que enfrentará el pueblo
cubano en este 2019.
Este último factor que se hizo evidente durante la tercera sesión
extraordinaria de la Asamblea Nacional en su IX legislatura, que dio lugar a no
pocas opiniones en las redes sociales. En ella abundaron la exhortaciones y
consignas sin que se pudieran apreciar decisiones cruciales concretas para el
futuro del país, en especial el referido al tema básico de la construcción del
modo socialista de producción, la organización científica de la propiedad
social en la esfera empresarial. (En este punto comparto totalmente las ideas
del investigador cubano Luis Marcelo Yera que expone en su libro REPENSANDO
LA ECONOMÍA SOCIALISTA.El quinto tipo de propiedad empresarial,
Edit. Ciencias Sociales 2016).
Se informó que se había concluído la nueva ley sobre
cooperativismo,.que se hizo en silencio, como a escondidas, con muy poca o
ninguna participación de los cooperativistas de este nuevo sector emergente ni
de los investigadores reconocidos. Prepárate para lo que viene!
Insisto en las ideas de Marcelo Yera, las amplío en el sentido de que
el problema de la gestión de las formas de propiedad tanto la pública como las
restantes es un asunto de vida o muerte para cualquier sistema, pero sobre todo
para el socialismo que ha mostrado una enorme ineptitud para gestionarla
exitosamente como demuestra su historia.
Ahí ha estado su talón de Aquiles, lo que no parece haber sido
percibido por un segmento importante de la dirección cubana: se ha priorizado
desmesuradamente la formación de bailarines, músicos y deportistas muy por encima de los empresarios y administradores en
general. Esa miopía tendremos que pagarla, la pagaremos caro.
También tenemos los parlamentarios más silenciosos y tímidos del
planeta. Se callan cuando hablan los miembros de la ANPP que ocupan cargos en
la administración. El resto a veces interviene, pero tienen poco que decir o
echan arengas. Ninguno hace preguntas incómodas a los ministros.
No disponen de estudios previos que fundamenten sus preguntas, porque
nuestro parlamento probablemente es el único en el mundo contemporáneo que
carece de un departamento de investigaciones. Los ministros monopolizan toda la
información y actúan como boxeadores solos en el ring sin referee, ni
contrincantes, peleando con sus propias sombras. Está por ver un real debate
parlamentario en nuestros medios. Se siguen aprobando las leyes por unanimidad.
Esperaba otra actitud después de los intensos intercambios durante las
discusiones con motivo de la nueva Constitución.
Durante los meses que precedieron a esta última sesión parlamentaria
se mostraron evidencias de los palante y pa tras en el comportamiento
gubernamental. Entre las medidas con avances y retrocesos destacan las
orientadas a restringir las actividades privadas de cuentapropistas: los
boteros particulares y los artistas.
Las agresiones clandestinas al sector no estatal continúan. Pudiera
mencionar una lista con nombres concretos de entidades estatales –incluídos
centros de educación superior y empresas- que prohíben todo contacto con las
cooperativas no agropecuarias y también con los TPCP, pero mis compromisos
éticos como consultor me impide mencionarlas.
No importa que existan lineamientos del partido, ni que la nueva
Constitución recoja los artículos que las legalizan. Muchos funcionarios no
creen en las leyes y las víctimas no se atreven a denunciarlos por temor a
represalias. No tenemos una ley -como en otros países- que protejan a los que
denuncian y que ahora nos hace más falta que nunca. Un buen número de
funcionarios cubanos padecen el síndrome de Ruperto Marchatrás, el personaje
del popular programa VIVIR DEL CUENTO.
Se despertaron del coma inducido durante tres décadas a causa de la
generosidad soviética y reforzada por los 15 años del apoyo petrolero de
Venezuela. Todo ese acomodamiento ha dejado una lesión mental, que induce a la
pasividad y a esperar que los problemas se resuelvan por sí solos.
El Estado cubano ha creado organizaciones huérfanas de padre y madre
que no tienen quien las defienda de los funcionarios. Los TCP y las CNA viven
rodeados de pirañas y son mordidos casi todos los días. Su misión de vida es
desalentar los emprendimientos fuera del Estado.
En los debates sobre el documento constitucional afirmé que el
documento tenía que ser una jaula para contener los excesos del Estado y sus
funcionarios insensibles. Si a la jaula le dejan la puerta abierta no habrá
cambios sustanciales como esperan los ciudadanos. Y por ella se escapará el
estado de derecho que la dirección del país quiere construir.
Pienso que la causa de estos devaneos es la falta
de consenso en el sector dirigente del país, tanto dentro del Estado como del
partido. Esta falta de unidad de concepción operativa se mantiene en la
concreta y opera como un mecanismo de freno. Muchos directivos no cumplen lo
establecido aunque se encuentren en los documentos aprobados por
unanimidad por los miembros de la dirección del país.
Algunos levantan la mano pero piensan otra cosa.
Esta situación es en extremo riesgosa para Cuba en estos momentos en
que émulos de Al Capone están instalados en la Casa Blanca. Esta falta de
resolución, en especial en cuanto a la gestión de las diferentes formas de
propiedad se reprodujo en casi todos los países socialistas en las etapas
previas a su derrumbe. Estamos a tiempo para curarnos en salud. El peor error
que podemos cometer los cubanos en esta hora decisiva es vivir con el temor a
cometer uno.
AVANZAMOS HACIA UN PERIODO ESPECIAL EN LA
HISTORIA DE CUBA DE CARÁCTER LIGHT?
Todo parece indicar que sí. Concuerdo con la
opinión del primer secretario del Partido: estamos mejor preparados. En los 90
solo teníamos 13,000 habitaciones para el turismo internacional, ahora tenemos
80,000. El turismo es casi imposible de bloquear. En biotecnología comenzábamos
a buscar donde enviar a nuestros especialistas para que se prepararan .Hoy
tenemos un emporio que exporta a más de 30 países.
La imagen país de Cuba mejoró mucho después de la espectacular
victoria cubana sobre el ébola que los europeos sintieron como una navaja en
sus cuellos. Amigos que vinieron de allá me lo confirmaron muchas veces. No es
casualidad la cercanía y apoyo del viejo continente al proyecto cubano. Es un
capitalismo viejo y prudente cuyos pueblos han sufrido mucho. En muchas de sus
ciudades han conservado las huellas de la guerra para que no se olvide.
En los noventa volví a leer la valiosa Historia económica de Cuba de
Julio le Riverend. Allí se identifican con claridad cuatro momentos críticos
casi de colapso de la sociedad cubana: 1878 al final de la guerra de los 10
años, 1895 a causa de la de independencia, 1930 durante el gobierno de Machado
por la crisis mundial, y añadí 1990 a causa de la caída del campo socialista.
En una ocasión se lo comenté al estimado compañero de trabajo Oscar
Pino Santos y él añadió otra: 1810 a causa de las guerras napoleónicas. Le
adelanté a Pino el criterio de que el país mostraba cierta capacidad para
sobreponerse con relativa rapidez a los colapsos económicos, en lo que
coincidimos.
Ahora se nos viene encima el sexto periodo especial, algo tardío pero
pienso que más suave. No está Fidel pero el país tiene una dirección con mayor
participación de gente joven más preparada, que le sobra energía y ganas de
hacer cambios. Cada día deberá intensificar su liderazgo.
La historia muestra fehacientemente que los tiempos de calamidades y
adversidades siempre han sido más propicios para el desarrollo de la mente
humana. La mayoría del pueblo cubano ha demostrado que tiene las habilidades
básicas, las ideas, la fe y las fuerzas morales internas para levantarse
después de cada caída. Si el imperio no supo aprovechar la crisis de los
noventa, que era su mejor oportunidad, perdió legal. El primero que lo sabe es
Donald Trump, que es un canalla pero no tonto. Ha armado todo este berenjenal
de la Helms Burton, estimulado por el sicópata “caballo loco” Bolton aliado de
los malandrines de Miami y aficionado a la mentira-ficción. Todos disfrutamos
por la TV a un retrasado mental enumerando todas las propiedades que le
pertenecen en la provincia de Cienfuegos. Nunca en tan poco tiempo se hizo
mayor trabajo político a favor del socialismo cubano. Si siguen así, no hará
falta el Departamento Ideológico del Comité Central.
Para terminar recordemos el viejo proverbio
chino: si estás vivo tendrás problemas.
1)Kukzynski J; Breve historia de la economía .Edit. Platina Buenos
Aires 1957. (pag.155 y ss.) Kukzinski es uno de los más destacados humanistas
de la cultura alemana del siglo XX. Fue hasta su muerte miembro del Comité
Central del PSUA .Uno de sus últimos libros es CARTAS A MIS TATARANIETOS donde
señala con precisión algunos de los errores del socialismo alemán. Fue un
bestseller. En una entrevista con el autor le confesó que al demorarse la
edición del libro le reclamó a E. Honecker primer secretario del partido: éste
le respondió “que había limitaciones con el papel”. Finalmente el texto se
editó poco antes del derrumbe del muro. Intentamos editarlo en Cuba pero la
crisis de los noventa lo impidió.
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