Aunque en el 2018 se cumplieron cualitativamente los planes de transportación de pasajeros en el país según han reiterado los directivos del ramo, con más de 2 mil 144 millones 88 mil 970 personas trasladadas, muchas son las inquietudes que en cuanto a calidad y satisfacción persisten entre los viajeros.
Por otro lado, la calidad de los viales, la accesibilidad a partes y piezas y el precio de los combustibles son algunas problemáticas que identifican tanto choferes del sector estatal como los porteadores privados, que impiden mejorar su gestión.
Inversiones para la movilidad de pasajeros
Al evaluar el estado del sector durante las sesiones de trabajo que tuvieron lugar este domingo en el Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), directivos del organismo reconocieron que aunque falta mucho para satisfacer la demanda, se ha ido modernizando la flota del transporte automotor y ferroviario, lo que impactará de manera directa en los servicios a la población.
En este sentido, se han incorporado 724 triciclos en los municipios cabeceras de todas las provincias – excepto en La Habana-, se recupera los servicios del Plan Turquino y se reordena el trabajo por cuenta propia en cada territorio, detalló Luis Ladrón de Guevara, director de Transportación de Pasajeros del Ministerio del Transporte (Mitrans).
A la vez, se fabricaron 480 ómnibus Diana para las provincias, 70 semi ómnibus para el Plan Turquino y se mantiene el plan de importación de ómnibus Yutong para la capital y Santiago de Cuba.
Ladrón de Guevara recordó además a los 14 delegados de la comisión que ya circulan las 400 gazellas en La Habana.
Adelantó que para el presente año se continuará fabricando los ómnibus Diana, a lo que se suma un nuevo modelo de origen ruso llamado PAZ. Igualmente se negocia con la compañía india BAJAJ, la producción de triciclos y autos de baja potencia con el Grupo Empresarial de la Industria Sideromecánica.
El experimento de La Habana no se extenderá
Una de las tareas acometidas por el Mitrans durante el 2018 fue el experimentorealizado en la capital con los porteadores privados.
La prueba, que tenía como objetivos asegurar un servicio ordenado y asequible para la población, sigue siendo una asignatura pendiente para el ministerio. Es por ello que se estudian nuevas medidas para su perfeccionamiento que se darán a conocer próximamente, aseguró Marta Oramas, viceministra primera del sector.
Al intercambiar con los porteadores privados del resto del país presentes en el encuentro, explicó que el ensayo incluía, además de la instrumentación de tres tipos de licencias operativas, otros principios como la adquisición del combustible a través de tarjetas magnéticas con un mínimo obligatorio a consumir mensualmente.
“Los resultados hasta la fecha en el experimento no han sido los esperados y como consecuencia, no es posible avanzar con su generalización”, comentó la vice titular.
Informó que entre las principales dificultades estuvo la elevación de los preciosde cara a la población, debido en parte a la obligatoriedad del consumo mínimo de combustible en los Servicentros mediante la tarjeta magnética a precios minoristas.
“Bajo el programa de oferta y demanda en los servicios de transporte público, se comprobó que favorece la anarquía y el abuso por parte de transportistas inescrupulosos y esto no es lo que queremos con este sistema”, advirtió Oramas.
Incidió también el incumplimiento de muchos vehículos con las exigencias de la revisión técnica automotor, pues solo el 31 % logró pasar los exámenes del llamado somatón.
“Estos que lograron vencer el chequeo técnico no pasaron en su mayoría al servicio en ruta, un factor que atentó contra los resultados esperados. Sólo en esta modalidad se inscribieron 122, mientras que los ‘libres’ fueron 12 veces esta cantidad”, argumentó la viceministra.
Ante la disminución de la cantidad de autos privados en servicio en La Habana, se inició el despliegue de unas 400 Gazellas como metro buses en las 23 rutas diseñadas, posibilidad que aunque impactó de forma positiva en la movilidad urbana, también presentó desviaciones en su ejecución.
“Ha generado mucha preocupación en la población cuando estos medios trabajan bajo oferta y demanda y por ello se implementará un nuevo sistema de gestión para estos equipos”, adelantó.
Frente al timón y los sindicatos
De los mil 200 delegados del XXI Congreso de la CTC, 14 no solo resaltan por ser ejemplo ante sus colectivos laborales. Ellos han dedicado su vida a la transportación masiva de pasajeros en diversas actividades, que van desde el arreo de coches en Ciego de Ávila, la conducción de un ómnibus articulado en La Habana o el manejo de una motorina en el centro del país.
Al decir de Jorge Caballero, chófer de ómnibus en Pinar del Río, se hace imprescindible mejorar las condiciones de las calles y carreteras para evitar la accidentalidad. “A la vez tenemos que darnos cuenta que con las condiciones de hoy no hay guagua que dure mucho, y elementos como los neumáticos se deterioran con mayor facilidad”, expresó.
Sobre el propio asunto, Daisel Carvajal, conductor de un triciclo en Villa Clara, dijo que resulta pertinente evaluar la colocación de puertas delanteras a estos medios, “pues no solo da más seguridad sino que te protege contra las inclemencias del tiempo”, añadió.
Entre tanto, Jorge González, transportista privado de Camagüey, advirtió que se debe ser más prácticos a la hora de establecer normas y regulaciones.“Cuando se escribe una resolución hay que ‘empaparse de calle’, porque muchas veces la realidad puede superar lo planificado. Incluso, a veces se malinterpreta lo que dicta la norma y al final el que sale perjudicado es el transportista pues le retiran la licencia. En mi provincia hay inspectores que han querido quitar la licencia porque el carro tiene un mínimo goteo de aceite y eso no es justo. ¿Quién paga por el perjuicio económico?”
Expresó también que existen dudas sobre la amplitud de la licencia operativa de transporte, pues en ocasiones no se sabe si es para carga o transporte de pasajeros.
Ante dicha inquietud, la viceministra primera dijo que la licencia operativa de transporte permite ambas modalidades.
Otro de los problemas señalados por los choferes particulares es el precio del combustible, el cual reconocieron se adquiere en la mayoría de las veces por “la izquierda” ante el costo en los Servicentros.
“Este tema está en estudio, pues sabemos que los actuales importes son incompatibles con el servicio de transportación pública. No se admitirá el robo de combustible bajo ningún precepto”, señaló Oramas.
Uno de los tópicos abordados en la reunión fue la necesidad de tener mayor estabilidad de insumos en la red minorista y si no es posible, crear mecanismos que flexibilicen la importación con carácter no comercial de las partes y piezas para el sector no estatal.
Por su parte, Pavel Monte, de la empresa provincial de Transporte de Santa Clara, pidió extender a todo el país la Resolución 522, aplicada solo en las terminales habaneras de Guanabo, Santa Amalia y Alberro.
Dicha norma, a juicio del delgado, no solo permite mayores ingresos a los transportistas, sino que repercute en la calidad del servicio.
“Esta resolución llegó para quedarse. A través de la misma podemos retener hasta un 13 % de las ganancias siempre y cuando se cumplan todos los indicadores y no sean penalizados los choferes por indisciplinas. Desde que la aplicamos en nuestra terminal no hay enfermos, ni bajas”, resaltó Mario Ruíz Canales, de la terminal Alberro, en La Habana.
Para conocer sobre las experiencias de este novedoso sistema de gestión, los delegados visitaron en horas de la tarde la terminal de Guanabo, en el este de La Habana.
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