Realmente me entra la
duda si pongo porqué, que significa causa, motivo, por qué, compuesto por la
preposición e interrogativo, o incluso cambiando el orden porque, que le da
dimensión de conjunción causal. Me quedo con el título.El motivo es el
excelente y oportuno artículo de Triana sobre los empresarios, y más, el
ambiente de negocios necesario, y más, la competitividad del país. Más que la
pregunta o duda que pudieran tener algunos de para qué, lo que hay que subrayar
es el porqué.
Sintéticamente, no hay
que escribir mucho, bibliografía hay más que suficiente. También es tema cotidiano
en muchas partes y países, guardando distancias, con sus problemas
particulares, aunque ninguno tan singular como el propio.
También en otras partes
hay situaciones singulares que pudieran parecer extrañas, como cuando se
considera como un avance el hecho que exista una mayor seguridad pública, o que
haya disminuido la delincuencia y los homicidios. Desde luego, ello lleva a
otras inseguridades que inciden en el ambiente de negocios.
La primera pregunta
pudiera ser ¿qué sucede cuando tienes fuerza calificada, profesionales de
nivel, hasta empresarios de nivel, de competencias demostradas, tecnología,
pero la percepción del clima de negocios se considera desfavorable?
Los empresarios, me
atrevo a decir, hasta los actuales directivos
nuestros, basándome en experiencias pasadas, de cuando hacíamos
encuestas hace 20-30 años atrás, tienen percepciones, y saben identificar los principales
problemas que los frenan, o limitan en sus relaciones externas.
La legalidad, no su
falta, sino su abundancia, que dificulta los procesos y la ejecución de
decisiones, seguro estaría entre las primeras causas. Esto está vinculado directamente con el exceso de trámites
burocráticos, que ahoga las empresas, acarrea demora de tiempo y provoca
elevados costes administrativos, de todas partes, de todos los niveles. No se
trata sólo de alcanzar o emitir un permiso, sino de cuántos informes periódicamente
puede generar, para cuántos niveles y cuántos archivos. Un marco regulatorio
claro, transparente, sin constantes cambios, estimula la confianza de todas las
partes, resta tiempo a las actividades improductivas para invertirlo en
actividades productivas.
Esto a su vez está vinculado a la administración pública, su
interpretación, su funcionalidad, obtención de permisos y licencias, lentitud
en la resolución de solicitudes, de todo tipo, falta de digitalización de los
procesos, o su existencia ineficiente.
Legislación laboral, punto aparte, con excesivos, y a veces complejos
procedimientos administrativos y reglamentaciones, registros, también marca el
clima empresarial y de negocios desde hace años. Conjuntamente con el llamado
“mercado laboral“ y medidas para superar la escasa flexibilidad para la
contratación, es uno de los aspectos más comentados por propios y foráneos.
Es decir, puede
decirse que hay en el mundo medidores, parámetros, índices e indicadores que
cubren prácticamente toda la vida económica, social y política que de una u
otra forma pueden hacer más o menos favorable el clima de negocios, la
creación, permanencia y desarrollo de empresas, su competitividad, y el papel
en todo el amplio espectro de los empresarios. Nada que inventar, sólo adecuar,
registrar, evaluar periódicamente, en definitiva, hacer seguimiento de la vida
de empresas, y empresarios,
En nuestro caso, habría que añadir,
necesariamente, la creación de un sector privado dinámico y competitivo, más
allá de cafeterías y restoranes, así como las interelaciones e interacciones
con la empresa estatal, o mejor su funcionamiento entendido el sistema de
propiedad, integrado, valga la redundancia.
También las facultades y atribuciones más
allá de la empresa estatal nacional, y organísmos ramales, a las unidades de
diferente denominación a otros niveles territoriales. La diversidad y el
potencial de las regiones, provincias, comunidades, pueden y deben convertirse en motores impulsores. Por tanto,
debe existir una convergencia entre territorios y nación en todos los aspectos
referidos anteriormente. De nada serviría que se alcanzara determinada dinámica
y flexibilidad central, que no tuviera su continuidad en los territorios y
comunidades.
Quierase o no, el mundo funciona de una manera. Se sabe que
buena parte de los países se guían por cuatro dimensiones regulatorias
relevantes, que cubren la constitución o
iniciación, expansión y operación de las empresas, de manera que un
empresario extranjero que venga a hacer negocios, lo tendrá presente, es
decir: apertura de una empresa, obtención de diferentes permisos, (incluido, primero
de construcción, los registros, (primero de la propiedad) y el cumplimiento de
contratos.
En otras palabras, tendrán en
cuenta los aspectos del Banco Mundial que analiza siete aspectos determinantes del clima de los
negocios: iniciación de una empresa, contratación y despidos, registro de la
propiedad, acceso a crédito, gobierno corporativo y cumplimiento de los
contratos. Luego, y como efectos, vienen la
capacidad de expansión, de empleo y su calidad, entre otros.
Pero, más allá de indicadores de confianza
empresarial, desde gastos en I+D, personal (investigadores, técnicos y personal
de apoyo administrativo) dedicado a ID, sumamente importante para algunas de
nuestras empresas y actividades, cuántas realizan proyectos de innovación,
cuántas introducen o desarrollan un producto nuevo, cuáles son los ingresos
derivados de nuevos productos y de los productos son cambios, hasta de cuáles
son las expectativas de los empresarios de acuerdo a su situación económica
financiera concreta, hay que abrir y enriquecer estos aspectos más
cuantitativos con otros.
También existen variables macro medidas por
el Índice de Competitividad Global (instituciones, innovación, ambiente
macroeconómico, salud y educación, infraestructura, tamaño mercado, eficiencia
mercado laboral, de bienes y financiero, preparación tecnológica, sofisticación
empresarial), y otras variables más vinculadas a las empresas como el Índice de facilidad para hacer negocios
(Doing Business), algo muy seguido por los países en el mundo de período en
período para analizar el ranking alcanzado, tanto por el país como de las
empresas. No es objeto aqui entrar en su conocido contenido.
Donde quisiera hacer énfasis, puesto que es
quizás más cercano a la problemática de “creación de ambiente de negocios
favorable y la actuación de los empresarios“ en nuestro caso, nuestro ambiente
con sus singularidades, es decir, en un ambiente de negocios existente
“enrarecido“ del país, que enfrenta diversos desafíos que, limitados de
entrada, limitan tanto el desarrollo pleno empresarial como la creación del ambiente de
negocios , puesto que se establecen marcos límites del bloqueo impuesto, de
comercio, de tecnología, de mercado, como de las propias (inter)relaciones con
los negociadores, financístas, comerciantes y empresarios externos, es en la creación de
mecanísmos, políticas y estrategias que superen el estado de cosas.
Sin estos conocimientos y realidades, todos
los países, en mayor o menor medida enfrentan desafíos, y los enfrentan con programas, políticas y estrategias
específicas y particulares, no existen fórmulas generales. Y, casi todos, en
alguna medida, tienen problemas en cuatro áreas, a saber: los servícios prestados por las instituciones; las condiciones de
financiamiento; capacidades empresariales, de todo tipo, y aspectos económicos
y sociales e orden general, que están vinculados a las políticas
macroeconómicas.
Estas son las capacidades que se deben
enfocar, y mejorar.
Si a ello añadimos, los aspectos internos de
las empresas, cualquier empresa, entre los que están, en primer lugar la
organización, información, innovación y capacitación, como parte de la cultura
empresarial, la producción de calidad con valor agregado, el mercadeo y
comercialización, potenciando oportunidades de exportación, aspectos financieros,
sus condiciones de acceso, eliminación o limitación de los procesos
burocráticos presentes en todos y cada uno de los procesos, que lleva
directamente a mayores facultades para tomar decisiones los empresarios, se
estará en una buena línea de arrancada.
Desde que leí el artículo de Triana, elabore un comentario que no he podido publicar por qué es amplio por el móvil me resulta difícil. Lo intenté desde la computadora y no me da acceso a publicar, si existe otra vía me gustaría exponer mis criterios.
ResponderEliminarEn esencia preguntaba, cuando cambio el ADN, después de 1959. Porque los técnicos y funcionarios que pasaron a trabajar en firmas extranjeras y empresas mixtas, de la noche a la mañana pasaron de ser mediocres y malos a eficientes.
Entonces que los hizo cambiar el dinero, no lo creo en su totalidad.
Estos compañeros formados por la revolución, encontraron un ambiente de libertad de acción, de rendir cuentas en aspectos irrelevantes para la empresa.
Por eso estoy de acuerdo con lo planeado en este comentario.
Rogelio Castro
Rogelio envíamelo para publicarlo, si quieres dale forma de articulo, como gustes. hhcarles@gmail.com es mi correo, saludos
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