La Habana, 21 nov (ACN) La minindustria Ruly, dedicada a la elaboración de embutidos, se crece ante las dificultades provocadas por la pandemia y el bloqueo, y busca soluciones creativas para mantener sus producciones.
El papel de las minindustrias en la producción de alimentos en Cuba es estratégico, pues contribuyen en gran medida a satisfacer la demanda de la población y colaboran con las empresas y otras instancias del país.
Raúl García Rodríguez, presidente de la minindustria Ruly, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que en los últimos meses lo más difícil ha sido la obtención de las materias primas, las cuales se han encarecido, producto de las circunstancias actuales.
Debido a ello ha tenido que subir los precios, pero teniendo en cuenta las necesidades de sus clientes, al menos hasta que la situación con productos básicos como la carne de cerdo se estabilice, resaltó.
No obstante la minindustria ha comenzado a utilizar subproductos que anteriormente no se explotaban, por ejemplo con la carne que queda de los perniles deshuesados se elabora una masa de hamburguesas con gran calidad y que se presenta con un costo más asequible.
Asimismo, teniendo en cuenta productos que sí son fáciles de encontrar en este momento han incorporado a los embutidos viandas y vegetales como espinaca y boniato, manteniendo la calidad y el sabor.
García Rodríguez refirió también que ha incursionado en una línea para las personas veganas o que por problemas alimenticios no pueden comer los embutidos, para ello hizo una simulación de todos sus productos, pero sin utilizar la carne.
Por ejemplo, realizó una morcilla en la que sustituyó la sangre por remolacha, y agregó, además, arroz, frijoles negros y lentejas, y el producto goza de muchísima aceptación.
El creador de Ruly comentó que empezó con esta idea haciendo solo jamón de agua, con un bidón de acero inoxidable y una cocinita de gas solamente, pero contaba con la experiencia de haber trabajado anteriormente en una empresa cárnica y conocía los procesos.
Luego se fue motivando porque los productos tenían gran aceptación y cuando se abrieron mayores oportunidades en el país creó la minindustria, donde se obtienen hoy embutidos de calidad y durabilidad, y que al comerlos dejan deseo de volver a repetir.
Rosmery García González trabajadora de la minindustria Rubí, hija del presidente de la misma, destacó que el empeño que pone su padre en el trabajo es esencial, él mismo ha hecho gran parte de la maquinaria que utilizan, lo que también garantiza la calidad.
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