Introducción
Durante casi sesenta años Cuba ha estado bajo u
n constante proceso de transformaciones. Todas ellas han tenido como finalidad última, la transición socialista. Las transformaciones ocurridas a partir de los años noventa han estado enmarcadas en un contexto cualitativamente diferente y se han caracterizado por «idas y venidas» tanto desde el diseño económico como desde el ámbito ideopolítico.
n constante proceso de transformaciones. Todas ellas han tenido como finalidad última, la transición socialista. Las transformaciones ocurridas a partir de los años noventa han estado enmarcadas en un contexto cualitativamente diferente y se han caracterizado por «idas y venidas» tanto desde el diseño económico como desde el ámbito ideopolítico.
Este capítulo tiene como propósito presentar de forma sintética la lógica de dicho proceso. En él se expone de forma resumida las características del proceso vinculado a la Actualización del modelo de desarrollo económico y social socialista, y se evaluan sus alcances y limitaciones. Resulta necesario someter los documentos básicos que han guiado dicho proceso a una profunda revisión para su adecuación a la situación actual del país, tanto en el orden económico, como social y político.
La lógica de la construcción de un modelo socialista de desarrollo económico y social
Construir el socialismo desde el subdesarrollo y consecuentemente, alcanzar el desarrollo sobre una base socialista, fue la «idea-fuerza» que alimentó la estrategia de desarrollo de nuestro país durante los primeros treinta años posteriores a 1959, en especial a partir de 1962. Internalizar las ventajas de una sólida relación con la Unión Soviética y el campo socialista, la cual a la vez permitía reducir de modo sustancial los daños del bloqueo de los Estados Unidos, parecía ser la mejor forma de apalancar esos propósitos.
Casi treinta años después y debido a una combinación de factores internos y externos, la realidad del país, a la vez que mostraba significativos avances en el ámbito del desarrollo social, ponía en evidencia la debilidad de su sistema económico y de su capacidad para sostener aquel desarrollo social basado en un modelo de economía que se caracterizó desde mediados de los sesenta por reproducir, de forma incrementada, su dependencia de un solo mercado y de un solo producto, una alta densidad energética, significativa debilidad de su sector externo, incapaz lograr un balance comercial positivo en casi ninguno de esos treinta años, una alta dependencia tecnológica de un solo mercado, muy baja complementariedad de su sistema industrial y, de manera consecuente niveles de pro- ductividad también bajos, lo cual contribuyó de modo decisivo a un estilo de crecimiento extensivo sobre la base de un pleno empleo, sin respaldo en el crecimiento del producto y tampoco con el de la productividad e insumos, por lo general en condiciones ventajosas.
A finales de los años ochenta se genera un nuevo contexto marcado por la disolución del campo socialista y la desaparición de la Unión Soviética. Ello condicionó una revisión relativamente profunda del modelo económico y provocó la adopción de una estrategia y de políticas públicas que pretendía ajustar el funciona- miento de la economía a esas nuevas realidades
Entre ellas en Hidalgo y Triana (2021), se mencionan:
• Apertura a la inversión extranjera.
• Ampliación del trabajo por cuenta propia en activi- dades seleccionadas.
• Creación de unidades básicas de producción coo- perativa, mercados agropecuarios y la entrega de tierras en usufructo.
• En materia monetaria y cambiaria fue necesa- rio adoptar diversas decisiones: legalización de la tenencia y circulación de divisas dentro del país; creación y puesta en funcionamiento del peso cu- bano convertible, bajo un sistema relativamente cercano al funcionamiento de una «caja de conver- sión monetaria».
• Apertura a las remesas desde el exterior.
• Establecimiento de un sistema de dualidad mone- taria (CUP y CUC) y cambiaria con dos tipos de cambio, uno sobre todo, para las relaciones entre las entidades de propiedad estatal y el otro para la población y otras entidades.
• Reorganización de la administración del Estado, proceso en el que se racionalizaron unidades presupuestadas y organismos. Todo ello con el objetivo principal de reajustar los gastos del presu- puesto, redefinir las funciones del aparato de gobierno y reducir plantillas excesivas.
• De manera simultánea, fueron redimensionadas empresas estatales.
Calificado por la Comisión Económica para América Latina como un programa heterodoxo,1 los cambios introducidos permitieron recuperar cierta dinámica de crecimiento económico, sobre la base de crear dos circuitos de economía que funcionaban con monedas diferentes y marcos institucionales —reglas de juego— también diferentes, aunque en general puede afirmarse que el sistema económico en su conjunto disfrutó de mayor flexibilidad y descentralización.
Es posible afirmar que la dinámica de crecimiento alcanzada descansó en ganancias de productividad total de los factores más que en el incremento de alguno de ellos en particular (Doimeadiós, 2005).
El largo camino de la reforma económica que se inició entonces ha estado caracterizado por procesos donde a la apertura hacia una economía más abierta le ha seguido otros períodos en los que el sentido de las medidas y las políticas han sido más bien de signo contrario. Idas y venidas de un proceso, el cual junto a factores internos no solo de orden económico, ha tenido que enfrentar un contexto externo en esencia poco favorable en el cual la relación con los Estados Unidos ha operado como un parámetro de signo negativo.
Tres factores se combinan y permiten aproximar una explicación; el cambio de liderazgo en la conducción del país, la reducción de la dinámica de crecimiento, en parte inducida por la reducción de los apoyos externos y la fuerte crisis de liquidez que a partir de 2008 la economía cubana empieza a enfrentar y que tiene su expresión concreta en la creación de los «certificados de liquidez» como alternativa a la desvalorización del CUC como instrumento de pago de compromisos internacionales.
A partir de 2007 es posible identificar un nuevo momento o fase en el proceso de reforma. Al respecto se señala que entre los años 2007 y 2010 el esfuerzo normativo y de política económica se centró en corregir las fallas del período anterior al adoptar «medidas puntuales» mientras que a partir de 2011, con la aprobación y el inicio del proceso de implementación de los Lineamientos (2011), es posible distinguir un esfuerzo de tipo más programático (Hidalgo y Triana, 2021).
Lineamientos, Conceptualización y Plan de Desarrollo Económico y Social
El proceso de Actualización de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, tiene su punto de partida en el VII Pleno del Comité Central del Partido.2 Se presenta allí una primera propuesta de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Después de una am- plia consulta popular que introdujo cambios, algunos de ellos significativos, esta propuesta se aprobó por el 6to. Congreso del Partido Comunista de Cuba, en abril de 2011 y luego fue refrendada por la Asamblea Nacional del Poder Popular y los subsiguientes congresos del Partido Comunista de Cuba.
En la Actualización, estos tres documentos han jugado un rol determinante. Los Lineamientos, a la vez de ser un diagnóstico de los problemas de la economía nacional, trazaron las líneas fundamentales de las políticas, mientras, la Conceptualización, delineó el modelo de economía y sociedad al que se aspiraba y sus conceptos asociados y por último, el Plan 2030 ha intentado concretar a través de macroprogramas los objetivos y metas planteadas.
De otra parte, fallas estructurales no resueltas desde décadas anteriores, el bloqueo incrementado que la administración del presidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) adoptó,3 y los efectos de la pandemia de la covid–19; sumado a deficiencias en la adopción de políticas, han provocado que la economía nacional exhiba el peor desempeño de estos sesenta años, tal como se muestra en la ilustración 1.
Ilustración 1. Evolución del PIB a precios constantes
Fuente: Elaboración propia en base a ONEI (2021).
De esta suerte, dado esos resultados y los profundos cambios del entorno, conviene preguntarse entonces si resulta o no necesario repensar las bases conceptuales que sustentan el desarrollo «deseado».
Las diferencias del contexto y las diferencias conceptuales
Sin dudas existen diferencias sustanciales entre aquellas condiciones bajo las cuales se elaboraron los primeros documentos y las presentes hoy, tanto en lo relacionado a lo que ha ocurrido y ocurre dentro del país, como a aquellas otras externas sobre las cuales los márgenes de acción de Cuba y en especial del gobierno cubano son significativamente reducidos.
Desde la perspectiva interna, el reinicio del proceso de reformas en 2008 estuvo precedido por una dinámica de crecimiento muy diferente a la actual. La ilustración 2 muestra dicha situación.
Si bien es cierto que desde 2006 la tasa de crecimiento del PIB se ralentiza, debe observarse que el promedio del período alcanzó el 7 %, mientras muy diferente a lo que ocurre en este último quinquenio 2016-2021.
Se debe considerar también los importantes cambios que se producen en la política económica entre 2004 y 2008 en cierta medida impulsados por la aparición del «mercado» venezolano, el cual se convierte en el apoyo financiero más importante que Cuba va tener y el cual, de alguna manera, repite un esquema de relación económica parecido al que tuvo Cuba con la Unión Soviética.
Ilustración 2. Comportamiento del Producto Interno Bruto
Fuente: Elaboración propia en base a ONEI (2011).
La holgura de liquidez que produce esa relación fue un factor decisivo para impulsar la adopción de un grupo de medidas y reforzar otras que se implementaron en el contexto de la «Batalla de Ideas». Esas medidas si bien no cambiaron de manera radical el sentido de la reforma; sí indujeron una considerable ralentización de la misma.
La adopción de la cuenta única,4 y la reducción sustancial de la «autonomía» concedida a un grupo de empresas en el período posterior a 1993 caracterizan estos años inmediatos anteriores a 2007. La reducción de la dinámica de crecimiento que ocurre desde 2006 hasta 2009 es una señal de los efectos producidos por aquellas medidas.
Los eventos decisivos ocurridos en el período 2014-2017 generaron un entorno propicio para la profundización de las reformas, entre ellos, el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, la renegociación de la deuda externa, el crecimiento de los arribos de turistas al país y el levantamiento de la llamada «Posición Común» de la Unión Europea hacia Cuba. En este mismo período, se culminan documentos esenciales en la proyección de desarrollo de Cuba.5
En los años inmediatos antes de la pandemia de la covid-19, la proyección de desarrollo tiene en cuenta un contexto internacional tenso, pero mucho menos agresivo que en años precedentes.
Mientras, el desempeño de la economía seguía mostrando debilidades significativas, reflejadas en una baja tasa de crecimiento económico: entre los años 2016 y 2020, el crecimiento promedio del PIB a precios constantes fue del –0.2 %. Se reconocen un grupo importante de debilidades:
• Baja capacidad de los «sectores líderes» de generar ecosistemas que permitan aprovechar a plenitud sus potencialidades y generen «derrames» hacia otros sectores.
• Elevada obsolescencia tecnológica de una parte sustancial del sistema productivo, tanto agrícola como industrial.
• Inadecuados incentivos a la innovación, al incremento de la productividad y al cambio tecnológico.
• Insuficiente formación bruta de capital (FBC), baja tasa de inversión y problemas en su asignación sectorial.
• Persistencia de un círculo vicioso entre la dependencia de la dinámica del PIB y las importaciones
• Débil desempeño de las exportaciones y reducida capacidad de importación.
• Tendencia en todos los actores económicos —familias, empresas, gobierno— a utilizar los ingresos en el consumo más que en el ahorro.
• Débil flujo de financiamiento externo, en forma de créditos e Inversión Extranjera Directa.
• Tejido empresarial con baja competitividad y baja integración interna (Triana y Blanco, 2021, págs. 22-23).
En síntesis, la estrategia adoptada y las políticas asociadas a ella no lograron promover las transformaciones radicales necesarias para revertir la situación de estancamiento económico y aproximar al país a la visión de- finida varios años antes.
La relación entre la Conceptualización y el Plan 2030 quedó expresada de la siguiente forma: «La Conceptualización porque expresa, con una visión de futuro, el modelo económico y social que resultará de la Actualización; y el Proyecto de Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos, porque expone las bases del referido Plan, cuyo cumplimiento contribuirá a alcanzar, en el largo plazo, dicho modelo» (Partido Comunista de Cuba, 2017, pág. 2).
De donde puede afirmarse que la Conceptualización puntualiza la visión de país, mientras que el Plan, es el vehículo a través del cual se alcanzaría aquel modelo diseñado en la Conceptualización.6
De igual manera, en el documento de 2016 se identifican las fortalezas de la nación entre las cuales se mencionan las «capacidades potenciales de la economía cubana para lograr su desarrollo e inserción internacional competitiva, tales como los recursos humanos formados por la Revolución, con un elevado nivel de instrucción general; posibilidades del desarrollo de servicios internacionales de salud y del turismo, de fuentes renovables de energía, de producciones agroindustriales, y el nivel alcanzado por la ciencia, la tecnología e innovación en determinados sectores y actividades generadoras de alto valor agregado» (Partido Comunista de Cuba, 2017, pág. 2).
Sin embargo, la evidencia de estos casi seis años confirma que no ha sido posible aprovechar aquellas fortalezas, ya sea por el impacto de factores externos o por debilidades asociadas a las políticas puestas en práctica.
Hoy el país enfrenta la mayor ola migratoria de su historia compuesta en lo fundamental por jóvenes — hombres y mujeres en edad productiva— con un grado de instrucción relativamente alto; la exportación de servicios profesionales, sobre todo de médicos ha disminuido y depende en lo esencial de acuerdos de gobierno (Torres Pérez, 2021); mientras que no se ha logrado construir un modelo de negocios adecuado para la expansión del turismo de salud en la modalidad 4 (presencia física); el turismo, afectado por factores externos y por conocidas debilidades internas no alcanza a competir con sus pares del Caribe por los mercados internacionales (Figueras y Pajón Espina, 2021); las fuentes renovables de energía apenas alcanzan el 5 % de la generación y el programa de construcción de centrales bioenergéticas asociadas a la producción azucarera está muy lejos de lo planeado; las producciones agroindustriales exhiben con probabilidad uno de los peores desempeños de su historiay se han convertido en una de las grandes debilidades de la economía, al tiempo que comprometen la seguridad alimentaria al provocar mayores niveles de importación (Anaya Cruz y García Álvarez, 2021), aquejadas por la obsolescencia tecnológica, bajos niveles de inversión y bajos incentivos salariales.
Mientras, el nivel alcanzado por la ciencia, resultado de décadas de inversión desde los inicios de la Revolución, está comprometido debido a la emigración del personal científico, en especial de jóvenes, hacia otros sectores o hacia otros países, con lo cual el reemplazo no se garantiza.
Asimismo, se manifiestan bajos niveles de inversión en ciencia y tecnología, retraso tecnológico de los laboratorios y lentitud para cambiar de un modelo «ofertista» hacia uno de demanda —en lo fundamental porque los posibles demandantes, la empresa estatal socialista aun no siente la necesidad de innovar, debido entre otras razones a un modelo altamente centralizado de planificación y a la falta de competencia en la economía nacional— no contribuyen a ganancias de competitividad ni a un cambio radical en la inserción internacional.7
La actualización de la Conceptualización
En el 8vo. Congreso del Partido Comunista de Cuba se produce una actualización de la Conceptualización. El mundo había cambiado y Cuba también lo había he- cho.
En la evaluación realizada en el 8vo. Congreso sobre la marcha del proceso de Actualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, al tener en cuenta las 244 políticas aprobadas desde el 6to. Congreso y la implementación de los Lineamientos actualizados en el 7mo. Congreso, se reconoce que el 30% fueron implementados, el 40% se encontraban en implementación y el 30% restante estaban en la etapa de propuesta y aprobación.
En el documento aprobado en 2021 se reitera el rol principal de la Conceptualización: «La misma sirve de guía para avanzar hacia la materialización plena de la Visión de la Nación: soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible, mediante el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social a largo plazo, y otras acciones» (Partido Comunista de Cuba, 2021, pág. 16).
Lo primero que destaca de la Actualización de 2021 es la diferencia entre el proceso de creación del primer documento y este segundo donde se intenta actualizarlo. En efecto, mientras que el primero fue sometido a un amplio debate, lo cual permitió enriquecerlo, esta nueva Conceptualización actualizada careció de aquel amplio debate, ni tampoco fue sometida a discusión entre toda la membresía. El documento de 2021 sigue casi la misma estructura del anterior, cuatro capítulos, con algunas precisiones en los títulos y la adición en el capítulo 2 de un epígrafe correspondiente al sistema de entidades de carácter empresarial. A la vez introduce un cambio importante en uno de los conceptos claves, el de medios de producción fundamentales.
En el documento aprobado en 2016 se definía «el carácter de fundamental de un medio de producción radica en su papel estratégico en el desarrollo económico y social, la vitalidad, sostenibilidad del país y la seguridad nacional» (Partido Comunista de Cuba, 2017, pág. 8) y se añade «la consecución de los objetivos del desarrollo socialista se garantiza mediante el poder económico que otorga la propiedad sobre estos medios, la trascendencia social, cultural y política del tipo de bienes y servicios que producen, su impacto sobre el empleo y toda la economía» (Partido Comunista de Cuba, 2017, pág. 8).
En la Actualización de 2021 los medios de producción fundamentales son definidos como «aquellos que facilitan al Estado socialista conducir el desarrollo económico y social. Su composición específica está determinada por las condiciones existentes en cada período» (Partido Comunista de Cuba, 2021, pág. 27). La diferencia entre ambos documentos no es menor, con relación a este concepto clave. La definición de 2021, pone en manos del Estado decidir, qué es o no es, un medio de producción fundamental, con lo cual le otorga mayor flexibilidad para conducir las transformaciones necesarias; y a la vez introduce un elemento de subjetividad importante. Lo segundo que destaca es la evaluación del propio proceso de transformación emprendido en el 2016. En la introducción se reconocen los siguientes problemas/debilidades/fallas (Partido Comunista de Cuba, 2021):
• No ha sido posible avanzar al ritmo necesario ni realizar todas las transformaciones requeridas.
• Se agudizaron problemas estructurales propios de la condición de economía subdesarrollada.
• Permanencia de desequilibrios económicos.
• Las disponibilidades y las necesidades de divisas.
• Las demandas crecientes y la insuficiente oferta de bienes y servicios.
• Tendencias adversas entre las importaciones y las exportaciones.
• No correspondencia entre el trabajo aportado y su remuneración.
• Baja productividad e ineficiencia, con énfasis en el sector agropecuario.
• La obsolescencia tecnológica de la planta indus- trial y de la infraestructura.
• La dependencia excesiva de fuentes no renova- bles de energía.
• Los limitados encadenamientos productivos.
• Riesgos y daños medioambientales.
• Falta de organización, disciplina, exigencia y con- trol incluido el proceso inversionista.
• Limitaciones económicas para la satisfacción de múltiples necesidades.
• Impactos negativos de la dualidad monetaria y cambiaria.
• Desplazamiento de trabajadores a actividades de menor calificación pero mejor remuneradas o hacia el exterior.
• Diferencias económicas y sociales no provenien- tes del trabajo aportado.
• El desinterés por trabajar con eficiencia, manifestaciones de individualismo; burocratismo, corrupción, delitos, indisciplinas, desviaciones y formas de marginalidad social.
De igual forma se identificaron un grupo de fortalezas y oportunidades (Partido Comunista de Cuba, 2021):
• La unidad del pueblo cubano.
• El ejemplar legado histórico del Comandante en Jefe.
• El respaldo mayoritario del pueblo a su Partido único.
• La firmeza de los valores esenciales arraigados.
• La actitud de las jóvenes generaciones de vanguardia.
• La universalidad de la política social.
• Organización y coordinación de las instituciones armadas.
• Un sistema legal confiable.
• El Sistema de Defensa Civil integrado por todas las fuerzas.
• Activa y diversa sociedad civil, preparada y organizada.
• Capacidades potenciales y ventajas naturales del país.
• Capacidades creadas para la inserción internacional competitiva; en primer lugar, el potencial humano.
• Sistema de ciencia, tecnología e innovación.
• Prestigio y reconocimiento internacional.
Dicha evaluación pone de manifiesto:
• La estrategia asumida en 2016 no ha podido cumplir los objetivos trazados, tampoco aquellas otras adoptadas en 2020 como respuesta a las excepcionales condiciones generadas por la pandemia de la covid–19.
• Lejos de haber avanzado en la eliminación paulatina de fallas estructurales, las mismas se han agudizado.
• Las políticas económicas adoptadas han sido insuficientes y han carecido de la coherencia, la consistencia y la secuencia debidas.
• A la luz de los acontecimientos de los últimos años es necesario hacer una profunda evaluación de las fortalezas que permita entender su alcance actual y sus nuevas cualidades.
El tercer aspecto es la diferencia en cuanto al contexto externo e interno. Desde el ámbito externo pueden mencionarse los siguientes: pandemia de la covid-19, bloqueo incrementado, cambios en el contexto regional, destacando cierta tendencia de centroizquierda en América Latina, proliferación de conflictos a escala regional, elevada incertidumbre en el comportamiento de los mercados internacionales, crisis e inflación.
En el ámbito interno los cambios son significativos. El fracaso de la Tarea Ordenamiento y los «daños colaterales» provocados; el bajo nivel de respuesta de la empresa estatal, la misma que es identificada como decisiva para el éxito de la reforma; el creciente papel de las formas de gestión no estatales; un proceso inflacionario que no ha podido ser controlado y que ha impactado de forma muy negativa en los ingresos de los ciudadanos; la incapacidad para lograr mejoras sustanciales en la oferta; el regreso a la dolarización, que comenzó incluso antes de la Tarea Ordenamiento; la existencia de al menos tres tasas de cambio y los costos asociados a ello; una masiva ola migratoria con elevados costos sociales y económicos en el corto y mediano plazos; los recientes problemas con la infraestructura energética; el incremento de la desigualdad; los sucesos del 11 de julio de 2021 y otros más recientes, junto a una poderosa campaña mediática en contra; forman parte también de la realidad de hoy, muy diferente a la de hace cinco años.
Estos hechos hablan por sí mismos de la poca efectividad de la estrategia y de su implementación. Las continuas actualizaciones realizadas,8 han sido en lo fundamental, una respuesta al empeoramiento de la coyuntura, más que una revisión profunda de la misma. Una revisión que: i) internalizara en los cambios en el contexto externo e interno, y ii) condujera a repensar la visión de país, los ejes estratégicos y los sectores identificados como tal, donde lejos de ser re- ducidos —para concentrar los esfuerzos en aquellos decisivos—, fueron incrementados, lo cual provoca una dispersión del esfuerzo y de los pocos recursos existentes. En ese sentido se plantea: «el contenido de una estrategia, cualquiera sea su objeto: comprometen importantes recursos, resultan pocas, abarcan a todo el sistema dirigido, se adoptan bajo incertidumbre con un alto riesgo y sus efectos más significativos no se aprecian de inmediato» (Triana y Blanco, 2021, pág. 25).
Según se declara en la Conceptualización, la visión de nuestro país se resume en una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible (Partido Comunista de Cuba, 2017). En tal sentido resulta necesario definir y acotar cada uno de los elementos de aquella visión,9 consensuada hace más de cinco años.
Un lustro después de haber comenzado su implementación no es posible afirmar que hoy estemos más cerca de la visión de país asumida en 2016. Una contrastación entre la aspiración expresada en la visión y los resultados, confirma lo antes planteado. No es que Cuba sea hoy menos soberana, independiente o socialista, sino que los fundamentos en los que esos atributos se sostienen se encuentran debilitados por el mal desempeño económico de los últimos cinco años, y sus consecuencias en el orden social y político.
¿Qué entender por prosperidad en un país subdesarrollado y bloqueado, cómo medirla? ¿Qué significa ser sostenible en términos políticos, económicos, ambientales, sociales, demográficos? ¿Cómo consolidar nuestra independencia en un mundo cada vez más interdependiente, en el que «lo global» se ha convertido en el denominador común y la unipolaridad va siendo sustituida lenta pero inexorablemente por una multipolaridad manejada por grandes grupos de países?
Reflexiones finales
La breve síntesis histórica del proceso de reformas/ transformación permiten corroborar la débil consistencia de los procesos transformadores que Cuba ha experimentado a partir de 1990. Han existido marchas y contramarchas, que no solo han costado en términos de PIB, sino también, en la generación de incertidumbres poco propicias para la creación de un ambiente de crecimiento económico que conduzca hacia el de- sarrollo del país.
A pesar de la frecuencia tan alta en que la estrategia aparece mencionada a nivel institucional, no existe un documento formal y público que permita contrastar las propuestas y los resultados. Tampoco se ha presentado públicamente una valoración en términos monetarios del costo de implementación de la estrategia propuesta.
Es comprobable la poca capacidad demostrada de la estrategia asumida para erradicar fallas estructurales de larga data; lo cual no solo se debe a restricciones financieras, sino también a: incoherencias manifiestas, demoras en la adopción de determinadas polítcas y errores de secuencialidad de las mismas.
Una evaluación combinada de: i) las debilidades reconocidas en el documento de la Conceptualización (2021-2026), ii) del contexto internacional y iii) de los cambios ocurridos en la economía y la sociedad cubanas en los últimos años; inducen a pensar en la necesidad de introducir cambios raigales en aquellos documentos, o producir otros nuevos más cercanos a la realidad que vive Cuba hoy, los cuales permitan conducir al país por la senda del desarrollo económico.
Bibliografía
Anaya Cruz, Betsy y Anicia García Álvarez. «Seguridad alimentaria en Cuba. Una prioridad impostergable». En Miradas a la Economía Cu- bana; elementos claves para la sostenibilidad. La Habana: Ruth Casa Editorial, 2021, págs. 83-98.
Castro Ruz, Fidel. «Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005». Fidel, soldado de las ideas. 2005, en http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/discurso-pronunciado-en-el-acto-por-el-aniversario-60-de-su-ingreso-la- universidad-en-el (último acceso: 2 de julio de 2023).
Doimeadiós Reyes, Yaima. Crecimiento económico en Cuba: un análisis de la productividad de los factores. Tesis de Diploma. La Habana: Facultad de Economía, 2005.
Figueras Pérez, Miguel A. y David Pajón Espina. «Pensar el turismo en Cuba en una etapa poscovid». En Miradas a la Economía Cubana; elementos claves para la sostenibilidad. La Habana: Ruth Casa Editorial, 2021, págs. 115-130.
Ministerio de Economía y Planificación. «Actualización de la implementación de la Estrategia Económico-Social». Ministerio de Economía y Planificación. 29 de octubre de 2020, en https://www.mep.gob.cu/es/noticia/actualizacion-de-la-implementacion-de-la-estrate- gia-economico-social (último acceso: 2 de julio de 2023).
Ministerio de Economía y Planificación. «Cuba y su desafío económico y social: Síntesis de la Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19». Ministerio de Economía y Planificación. 2020, en https://www.mep.gob.cu/sites/default/files/Documentos/Archivos/tabloide_estrategia.pdf. (último acceso: 2 de julio de 2023).
Oficina Nacional de Estadísticas e Información. Anuario Estadístico de Cuba 2010. La Habana: ONEI, 2011. Oficina Nacional de Estadísticas e Información. Anuario Estadístico de Cuba 2020. La Habana: ONEI, 2021.
Partido Comunista de Cuba. Conceptualización del Modelo económico y social cubano de desarrollo socialista. Lineamientos de la Política económica y social del Partido y la Revolución para el período 2021-2026. La Habana: Editora Política, junio de 2021.
Partido Comunista de Cuba. Documentos del 7mo. Congreso del Partido aprobados por el III Pleno del Comité Central del PCC el 18 de mayo de 2017 y respaldados por la Asamblea Nacional del Poder Popular el 1 de junio de 2017. Contiene la Conceptualización del Modelo Econó- mico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030. Visión de la Na- ción, ejes y sectores estratégicos y los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021. La Habana: Editora Política, junio de 2017.
Romero Gómez, Antonio. «Cuba 2020. El escenario económico externo y sus perspectivas». En Miradas a la Economía Cubana: elementos clave para la sostenibilidad. La Habana: Ruth Casa Editorial, 2021, págs. 5-20.
Torres Pérez, Ricardo. «Desempeño exportador en Cuba. Hacia políticas más efectivas para el fomento de las exportaciones». En Miradas a la Economía Cubana: elementos clave para la sostenibilidad. La Habana: Ruth Casa Editorial, 2021, págs. 53-68.
Triana Cordoví, Juan y Humberto Blanco Rosales. «Reflexiones sobre la nueva estrategia de desarrollo cubana». En Miradas a la Econo- mía Cubana: elementos clave para la sostenibilidad. La Habana: Ruth Casa Editorial, 2021, págs. 21-38.
Triana Cordoví, Juan y Ricardo Torres Pérez. «Políticas para el crecimiento económico: Cuba ante una nueva era». Brooking Institu- tions. 24 de octubre de 2013, en https://www.brookings.edu/wp-content/uploads/2016/06/politicas-crecimiento-economico-cuba-cordovi-perez-2.pdf (último acceso: 2 de julio de 2023).
Citas
1 Se caracterizó por transformaciones en la economía y por cier- ta descentralización financiera, junto a una cautelosa descentralización de la planificación, también por mayor presencia de las relaciones monetario-mercantiles y por la de la diversificación de las formas de propiedad, en especial, empresas de propiedad mixta y mayor presencia del trabajo por cuenta propia. En la esfera de la distribución, aunque el Estado conti- nuó con su vocación social, tienen menor peso mecanismos de distribución igualitarios, se hacen mayores y más evidentes las diferencias sociales y se da un deterioro en los servicios bá- sicos. Desde el punto de vista del sector externo se diversifican mercados y fuentes de ingresos externas.
2 Realizado el 29 de julio de 2009.
3 No solo es la cantidad de medidas implementadas (más de 240) sino el carácter «quirúrgico» de las mismas.
4 «Una de las grandes rectificaciones que hicieron el Partido y el Gobierno fue esa de poner fin a la prerrogativa de 3 000 ciudadanos de administrar divisas del país, si contraían deudas —podían contraer una deuda de tal y más cual volumen—, nadie aseguraba si podían pagarla o no; cuando llegaba la hora de pagarla, porque podía ser una inversión innecesaria o disparatada, o subjetiva, el Estado tenía que pagarla, y si el Estado no la pagaba su crédito se afectaba considerablemente» (Castro, 2005).
5 En el 2017, el III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, del 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, aprobó los Lineamientos (actualizados), la Conceptualización y las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030.
6 Resulta interesante también el hecho de que nunca se presen- tó de manera pública y formal un documento que contuviera la Estrategia de desarrollo como tal.
7 Sin dudas el Polo biotecnológico es la excepción. Sin embargo, no ha sido posible extender ese «modelo» hacia el resto del sistema.
8 Se refiere a «Cuba y su desafío económico y social: Síntesis de la Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la covid–19» (Ministerio de Economía y Planificación, Cuba, julio, 2020) y «Actualización de la Estrategia Económica y Social» (Ministerio de Economía y Planificación, octubre, 2020).
9 Por ejemplo: ¿Qué y cómo entender la soberanía en el siglo XXI? ¿Cuál es la relación entre la soberanía política y las otras dimensiones de la soberanía: económica, tecnológica, etc.?
Continuará
Muy bien, y también las hay desde la PROSPECTIVA, aunque no hubo documento alguno, de manera pública !
ResponderEliminarLos cambios objetivos no serán posibles sino cambia la mentalidad dogmática de la dirección del país.
ResponderEliminar