Se requiere de transformaciones en el modelo económico para lograr empresas más innovadoras.
POR SU PROPIO PESO Humberto Blanco Rosales, economista cubano
La empresa es centro de la innovación, por ser determinante para la creación de la riqueza de cualquier país
Foto: Jorge Luis Baños/IPS
En el Consejo de Ministros de finales de mayo se trató el tema de la innovación, declarada explícitamente como prioridad en la gestión gubernamental. Tuvo lugar la aprobación del perfeccionamiento del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación, que incluye fijar prioridades de investigación para dar respuesta a problemas acuciantes del país, la ejecución de proyectos que cuenten con mayor integralidad en sus diversas fases, habida cuenta de una evaluación de su factibilidad técnico- económica.
Dicho perfeccionamiento también incluye, entre otros temas, diversificar las fuentes de financiamiento e incrementar las inversiones en investigación y desarrollo, incentivar materialmente a personas y entidades determinantes en la obtención de los resultados, lograr mayor aprovechamiento de las oportunidades que ofrece la cooperación internacional, y aligerar la carga burocrática asociada a esta actividad.
No hay duda que el desarrollo sostenible pasa por un sistema robusto de ciencia, tecnología e innovación, capaz, como se decía hace algún tiempo, de convertirse en la principal fuerza productiva del país. Existe una abundante obra científica que muestra evidencias de sus efectos en la economía, la tecnología, la sociedad y el medioambiente, y argumenta los factores determinantes del éxito de estos sistemas. Cuba no puede sustraerse de esta tendencia.
Sin embargo, so pena de reiterar una sentencia matemática bastante común, hay que decir que la innovación per se, no es la condición necesaria y suficiente para dar solución a todos los problemas que atraviesan hoy la economía y la sociedad cubanas. Dicho de otra manera, la solución de dichos problemas no depende exclusivamente de innovar.
Transformar para innovar
Son necesarias transformaciones en el contexto institucional, macroeconómico, sectorial y en el propio modelo de desarrollo, las que por demás, se han fundamentado en numerosos trabajos publicados en diversos medios. Y esas transformaciones son la base para colocar la innovación en el lugar que corresponde, con el rol protagónico de las empresas. En esto se centrarán las líneas que siguen.
La empresa es centro de la innovación, por ser determinante para la creación de la riqueza de cualquier país, para la reproducción ampliada de la economía y en la creación de bienes y servicios destinados a satisfacer las disímiles y crecientes demandas de la población, actores económicos y entidades presupuestadas. La innovación debiera constituir un proceso interno clave en la gestión empresarial, bajo un contexto que incentive y facilite este proceso.
Sus impactos deben expresarse en un creciente aporte a la obtención de bienes y servicios, al incremento del monto y la cartera de exportaciones del país, la sustitución de importaciones, una mayor independencia tecnológica, así como a la calidad de vida de la población, la satisfacción de los clientes, la protección del medio ambiente y la elevación de la competitividad empresarial.
Sobre este último aspecto, la innovación es fuente de ventajas competitivas en las empresas, por su incidencia en la reducción de costos y la posibilidad de brindar bienes y servicios a precios más bajos, y también en la obtención de bienes y servicios con prestaciones superiores para sus clientes y por ende diferenciarse a precios más altos. De cara al mercado internacional, y a un mercado nacional con más oferentes, lograr y sostener tales ventajas no es asunto menor.
Sin avances significativos
En 2022 se divulgaron los resultados de un análisis comparativo de las tres encuestas nacionales de innovación aplicadas entre 1997 y 2017 en una muestra de empresas seleccionadas por su papel en la creación del PIB.. Las conclusiones del estudio afirman que la conducta innovadora de estas empresas no muestra avances significativos, que la innovación no juega el papel decisivo que le debe corresponder en la economía cubana y que existen barreras para su fomento, que requieren transformaciones en el marco jurídico y las políticas públicas.
En definitiva, se vuelve al mismo punto de partida: en el caso de las empresas estatales, hay que emprender la solución de problemas centrales en su funcionamiento, con transformaciones de fondo que promuevan competencia y más autonomía en su gestión. Modificar el sistema de planificación y asignación centralizada de recursos críticos, la formación de precios, y eliminar subsidios insostenibles sin reacciones de las empresas que los reciben. Restructurar organizativa y financieramente el sistema empresarial estatal. Transformar la gobernanza de las empresas estatales y sus relaciones con el Estado.
A esto se añaden temas relacionados con las mipymes privadas como el sistema impositivo, el mercado cambiario, las actividades que pueden realizarse, las fuentes de financiamiento, los servicios profesionales y otras actividades de apoyo, las restricciones a los objetos sociales, el comercio exterior. Y en el caso de las cooperativas, se requieren políticas más resueltas de apoyo, el perfeccionamiento del marco jurídico, cesar los tutelajes de las empresas estatales en algunos sectores y fomentar cooperativas de segundo grado y otras formas de colaboración.
Cambios dirigidos a desplegar las potencialidades del sistema empresarial cubano, en que todos los actores – estatales o no- cuenten, traerán mejores resultados para solventar urgencias del presente que provienen no sólo de factores externos desfavorables, sino de problemas internos acumulados. La innovación necesita también de esos cambios, sin los cuales no jugará su papel, como ha sido hasta ahora, con honrosas excepciones. (2024).
En el enlace una reciente innovación en el campo de la energía fotovoltaica de autores cubanos. Va camino a una gaveta.
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Ante todo lo que necesitamos son empresas productoras, después veremos lo de innovaciones. Hoy no tenemos ni la "necesidad" de hacer algo
ResponderEliminarJjjj
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