Si Cuba es moda para los viajeros norteamericanos, el restaurante Mesón del Príncipe lo es sin dudas para quienes llegan hasta la medio milenaria ciudad de Camagüey. Atraídos por los encantos de una urbe con su centro histórico declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en este 2015 más de 600 visitantes hicieron de ese elegante y sobrio local una parada predilecta para almorzar o cenar en medio de sus excursiones por las plazas y calles camagüeyanas.
Como uno de los primeros restaurantes privados en firmar contratos como prestatarios de servicios para la agencia de viajes Havanatur en la provincia, el Mesón del Príncipe tuvo un fuerte peso en las operaciones que ese grupo realizó con viajeros provenientes de Estados Unidos en la llamada temporada alta del turismo extranjero en Cuba, entre diciembre y mayo.
Los representantes de Tauck, Cuba Travel Service (CTS), agencia que opera conjuntamente con Havanatur, Grand Circle Foundation (GCF) y Road Scholar fueron algunas de las personalidades del sector turístico estadounidense que cruzaron las míticas 90 millas y visitaron la instalación, marcándola como un destino de excelencia para la estancia de sus clientes.
Hasta el restaurante Mesón del Príncipe llegó Cuba Contemporánea para conversar con Víctor Echemendía Segura y Aramís Montes de Oca Hernández, propietarios del negocio desde su apertura en 2011, y desentrañar las claves del éxito en el tratamiento a un segmento del mercado turístico reconocido internacionalmente por su alto nivel de exigencia con respecto a la calidad, la seguridad y la cultura del detalle.
“Nuestro primer paso fue la identificación de ese mercado con una demanda potencial muy grande, y de nuestra posibilidad para competir con los que prestaban servicios a las agencias de viajes. Ese nuevo reto implicó la capacitación del colectivo en la atención a grupos, un segmento que tiene sus características distintas al servicio personalizado que recibe un cliente solitario, tanto para el personal de salón y bar como el de la cocina”, relataron los emprendedores.
Otro punto clave fueron las inversiones ejecutadas tanto en las áreas de atención al cliente como en la cocina para asegurar, a la llegada de los grupos, las condiciones de confort y la rapidez y la calidad en el producto gastronómico, sin dejar de atender a los clientes habituales, con lo cual además se genera un intercambio entre ambos públicos, favoreciendo las condiciones de contacto pueblo a pueblo que demanda una de las licencias especiales por las que viajan los norteamericanos a Cuba.
“Cuando nos aseguramos de poseer las características óptimas, nos acercamos a las agencias y les propusimos ofertas que se adecuaran a la dinámica de la atención a grupos, como una carta específica que combina varios platos fuertes con las opciones de cóctel de bienvenida, entrantes, guarniciones, frutas y ensaladas, todo elaborado al momento independientemente de la cantidad de personas y en un rango de tiempo aceptable, lo cual ha propiciado una gran aceptación. El nivel de perfeccionamiento ha ido en ascenso, dan fe de ello las autoridades de ambas partes, y en consecuencia para la próxima temporada ya tenemos contratado el doble de lo que asumimos en la anterior”, añadieron Víctor y Aramís.
En sus respectivas visitas, Robin Tauck y Michael Zuccato no vacilaron en comentar a Cuba Contemporánea, cuando fueron entrevistados para esta web, sus experiencias en este restaurante. La líder de la primera compañía de viajes de Estados Unidos manifestó su complacencia por el exquisito servicio y la deliciosa comida, y aseguró que es un lugar a la altura de sus clientes, quienes buscan conocer a la auténtica Cuba e intercambiar con su pueblo. Por su parte, el presidente de la agencia californiana aseguró que el Mesón del Príncipe no puede faltar en el catálogo de experiencias de los viajeros de CTS.
Además, los propios clientes hacen pública su satisfacción en las redes sociales, donde el restaurante toma parte activa para su promoción, entre ellas TripAdvisor, el portal de viajes más grande de Internet, por el cual ha sido señalado con la categoría de Recomendado.
“Esta fue una de las mejores comidas de nuestra estancia de una semana en Cuba y disfrutamos mucho el paladar”, dijo allí un usuario de Tucson, Arizona. Otro de Lompoc, California, comentó que “disfrutamos por completo de la comida, el servicio y el ambiente. Muy amable. La tradicional sopa era excelente. El cerdo asado también era excelente”. Por su parte, otra usuaria californiana, pero de Los Ángeles, describió con elogios el menú consumido y resaltó como broche perfecto la degustación del ron cubano.
El Mesón por dentro
Ubicado a unos 150 metros de la plaza de los Trabajadores, una de las más importantes en el panorama cultural, económico y social camagüeyano, el restaurante Mesón del Príncipe rescató de la ruina un tradicional inmueble de finales del siglo XIX e inicios del XX, justo al lado de la casa donde nació el ilustre pintor vanguardista Fidelio Ponce de León.
Tras un minucioso trabajo de restauración que respetó pisos, techos, fachada e instalaciones eléctricas originales, el local recrea el estilo de los mesones o tabernas españolas, con bar y salón principal, patio colonial y un salón reservado climatizado.
“En el acondicionamiento del establecimiento buscamos respetar los valores más auténticos del patrimonio camagüeyano, pues consideramos que no trabajamos como un ente aislado sino como parte de un todo en función del fortalecimiento de Camagüey como un destino turístico de ciudad. Los resultados de ello fueron reconocidos en un taller de restauración auspiciado por la Oficina del Historiador, organismo con el cual tenemos estrechas y solidarias relaciones”, comentaron Víctor y Aramís.
La identificación de este negocio con la urbe que lo acoge se respira aun antes de entrar en él, pues su mismo nombre le rinde homenaje a la otrora denominación de la comarca: Santa María del Puerto de Príncipe. Su imagen de marca se reapropió del escudo local para crear el elegante diseño de su logotipo, y gigantografías de fotos antiguas de las calles de la villa son el elemento central de la decoración. Además, platos típicos de la región como la ropa vieja, platillo de carne de res, y el ajiaco, sopón tradicional, figuran entre las especialidades que se pueden elegir en el menú, diseñado sobre las bases de la cocina fusión.
Los encantos del Mesón del Príncipe no han sido reconocidos solamente por el turismo extranjero, pues el restaurante ha logrado una alta fidelidad de sus clientes cubanos, tanto residentes en la nación como en otros países, incluidos los cubanoamericanos. “Durante nuestros tres primeros años el público mayoritario fue el nacional, y sigue estando en nuestras metas comerciales, aunque actualmente trabajemos fuerte por afianzarnos en el circuito turístico internacional”, explicaron los propietarios.
Para el inicio de la próxima temporada alta el equipo del restaurante aspira a la penetración de nuevos nichos de mercado, y para lograrlo avanza en la negociación de otros contratos con agencias como Cubanacán, Cubatur, Ecotur y Paradiso, proceso que inició con su asistencia a la Feria Internacional de Turismo FITCuba 2015, en Jardines del Rey.
“Solamente con Havanatur ya sabemos que la etapa será bien ajetreada, pues turoperadores nuevos como GCF ya nos confirmaron una alta afluencia de sus grupos, y se mantienen clientes fuertes como Tauck y Globus Colonial”, precisaron Víctor y Aramís.
La alta calidad y competencia de la oferta no estatal y la repercusión internacional de la actualización del modelo económico cubano son factores que sitúan a los restaurantes como una de las opciones preferidas por el turismo en Cuba, panorama bien aprovechado por el Mesón del Príncipe, que ya puede considerarse una joya de la gastronomía en Camagüey.
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Que gran proyecto, nosotros también buscamos consolidar el nuestro para dejar huella.
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