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La Habana, 9 ene (ACN)Grandes retos en función de elevar su competitividad, la calidad y la eficiencia en sus renglones productivos, y ocupar un lugar protagónico en la sustitución de importaciones, tiene hoy la industria cubana, como parte de ese empeño superior que se encamina al perfeccionamiento de nuestro modelo económico social.
Tales aspectos constituyen líneas de trabajo priorizadas para los cuadros desde la base, hasta la máxima dirección del país. Este principio quedó demostrado una vez más durante la visita del Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a la empresa Metal-Mecánica Varona (EMMV), del municipio de San Miguel del Padrón, en La Habana, perteneciente al Grupo Empresarial de la Industria Sideromecánica.
Según reseña el sitio web de la Presidencia de Cuba, la EMMV, que como parte de su objeto social sustituye importaciones por medio de varios de sus renglones, y contribuye también al desarrollo local, proyecta actualmente producciones para el Ministerio del Turismo, la Zona Especial de Desarrollo Mariel, la industria del carbón y la recuperación de puentes, así como para el apoyo a obras sociales.
Desde allí el mandatario cubano reflexionó sobre la necesidad de que los directivos analicen constantemente las posibles soluciones a las trabas que hoy limitan las metas propuestas para el fortalecimiento de la empresa estatal socialista.
Ese análisis, lógicamente, constituye también un elemento indispensable para proteger y garantizar el cumplimiento del Plan de la Economía previsto para el presente calendario. Sin embargo, a todas luces, no depende únicamente de los directivos, sino del concurso de todos los trabajadores, que durante los meses de enero y febrero tendrán la oportunidad de discutirlo y comprometerse para convertir la eficiencia, el ahorro, el control de los recursos y la explotación de reservas y potencialidades en prácticas cotidianas.
Por ese motivo, el Presidente cubano participó también, junto a los secretarios generales de los sindicatos nacionales, de todas las provincias y del municipio especial Isla de la Juventud; el Presidente de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), y otros funcionarios de la CTC, en el abordaje del proceso de discusión con los trabajadores del Plan de la Economía para el año 2020.
Díaz-Canel estuvo acompañado, además, por Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la CTC; el viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil; y Meisi Bolaños Weiss, ministra de Finanzas y Precios. Llamó a convertir la discusión del Plan de la Economía en un proceso que comprometa y convoque, que conmueva, en el que todos se sientan parte, a ser ante todo aportadores, donde el debate genere ideas y medidas en pos de cumplir el Plan, exhortó Díaz-Canel, de acuerdo con el sitio de la Presidencia de Cuba.
En la discusión, los trabajadores deben buscar respuestas a preguntas clave, como qué vamos a producir y cómo lo vamos a hacer; cómo vamos a ahorrar y en qué renglones; qué diseñar para exportar más. Empezamos el año discutiendo el Plan –subrayó el mandatario cubano–, pero este tiene que convertirse en un proceso continuo, que permita seguir evaluando durante todo el año cómo va su cumplimiento, y saber si hay cosas que tendremos que cambiar, actualizar o proponer en función de cómo marchen los tiempos.
Díaz-Canel abordó las cuatro prioridades de trabajo definidas por el Gobierno en la actualidad: la batalla ideológica, la defensa del país, el intenso ejercicio legislativo iniciado, y que debe continuar para apoyar la Constitución de la República; y la batalla económica.
Los titulares de Economía y Planificación, y de Finanzas y Precios se refirieron a algunos aspectos que no deben faltar en esos análisis, como el ahorro, el rendimiento de las inversiones y los salarios, la importancia de maximizar los ingresos y ser cada día más racionales en los gastos.
Recientemente, durante el iv Periodo Ordinario de Sesiones de la ix Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, al referirse a este tema, el máximo dirigente sindical cubano señaló que en ese proceso es vital el acompañamiento de las direcciones administrativas, así como la creatividad y el intercambio para enfrentar las problemáticas latentes. «Lo primero es generar la riqueza para después poder distribuirla», afirmó.
Distribuirla, sí, de manera justa y equitativa. Esa es la base del socialismo cubano y es el principio por el que defender el plan de la economía, se traduce en sostenibilidad de nuestros programas sociales, en mayor respaldo para nuestros derechos, en promover bienes y servicios, en mantener nuestras metas de desarrollo hasta 2030.
En la medida en que cada cubano, desde el plano individual, se sienta responsable también de las transformaciones que se gestan al interior de nuestro modelo económico, será posible materializarlas.
¿Qué nos proponemos en el Plan de la Economía 2020?
Generar ingresos constituye una necesidad inaplazable para la economía cubana. Es por ello que, durante 2019, se trabajó de forma intensa en la búsqueda de alternativas que pudieran contribuir a esa premisa, que lógicamente se mantiene en este 2020.
No es de extrañar entonces que en la elaboración del plan de este año, el punto de partida radicara en identificar cuáles son, desde el punto de vista de la exportación de bienes y servicios (principal vía para la generación de ingresos), las potencialidades y reservas con las que cuenta el país.
«A partir de los ingresos en divisas, se debe realizar la asignación primaria de los recursos a la economía, priorizándose la compra de alimentos, combustibles, fertilizantes y plaguicidas para la producción nacional de alimentos; el pago de deudas que en lo fundamental garanticen retomas de nuevos créditos y priorizar los financiamientos para la industria nacional, cumpliendo con la estrategia de no importar lo que se pueda producir eficientemente en el país.
«Para la elaboración del plan se tuvo en cuenta, además, el cumplimiento de las directivas de gobierno aprobadas, entre las que se destacan: ajustarse a los recursos disponibles y no incrementar la espiral de endeudamiento; no deteriorar la relación del saldo final de las cuentas por cobrar en el exterior y asegurar el equilibrio monetario interno, entre otras».
Así señalaba en su información al Parlamento cubano el Titular de Economía y Planificación, quien aseveró que, como prioridad de la Revolución, se mantiene el respaldo a los que constituyen logros de la obra iniciada en 1959 (salud, educación, cultura, deporte).
Para este 2020, constituyen prioridad los sectores que generan exportaciones, y resulta imprescindible desarrollar un proceso inversionista, con estudios de factibilidad profundos, que no se concentren únicamente en garantizar la aprobación de un presupuesto, sino con visión de futuro.
A estos elementos se suman la necesidad de disminuir el componente importado del turismo y garantizar los encadenamientos productivos para la industria nacional. De igual manera, sistematizar las medidas de ahorro implementadas durante los meses de 2019 más críticos en relación con la disponibilidad de combustibles, debe ser una realidad palpable.
Más allá de los términos que desde el punto de vista económico pueden resultar complejos, más allá de los números que necesariamente constituyen indicadores a seguir, necesita la economía un componente subjetivo, que depende del ser humano.
Esa es una tarea colectiva, que fortalece nuestra visión de país, porque el cumplimiento del plan se logra en cada turno productivo, en cada jornada laboral, en el accionar diario y comprometido de cuadros y trabajadores de todos los sectores.
Prioridades del Plan de la Economía:
Incrementar y diversificar las exportaciones. Asegurar su cobro. El plan aprobado es mínimo.
Sustituir importaciones, concentrándose en los productos que hoy se importan.
Lograr eficiencia en el proceso inversionista.
Mantener e incrementar las medidas de ahorro.
Disminuir la importación para el turismo y aumentar la participación de la industria nacional.
Propiciar encadenamientos productivos con la inversión extranjera.
Potenciar los proyectos de desarrollo local.
Avanzar en el ordenamiento monetario del país y el perfeccionamiento de la empresa estatal.
Fomentar los vínculos entre todos los actores económicos: sector estatal, sector no estatal e inversión extranjera.
Aprovechar las oportunidades de las medidas aprobadas para impulsar la economía.
Asegurar el cumplimiento de los ingresos en divisas y de la circulación mercantil minorista, en función del equilibrio financiero externo e interno del país.
Aprovechar el aporte de la academia, el potencial científico y el vínculo universidad-empresa.
(Tomado de Granma)
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