Al cierre del 6 de mayo, Cuba acumulaba 701
fallecidos durante toda la pandemia; de ahí que el doctor en Ciencias Raúl
Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática y Computación de la
Universidad de La Habana, llamara ´´la atención acerca de que llevamos ´´un
ritmo muy alto de casos fallecidos´´, y ´´de seguir al ritmo de fallecidos diarios´´,
la Isla llegara en ´´junio próximo ´´con la cifra, acumulada, de unos mil´´.
(Perera Robbio: 2021)
La Habana, epicentro de la pandemia, figura
entre los territorios con ´´mayores problemas´´, y donde urge la necesidad de
´´tomar medidas adicionales´´, y ´´hacer nuevos análisis´´, según las máximas
autoridades del país. Al cierre del 7 de mayo, los últimos 15 días, 11
provincias mantienen la tendencia al incremento de casos por cada 100 000
habitantes- actualmente en 138- . (Puig Meneses: 2021)
Durante el pasado mes de abril, la capital,
junto a Matanzas, fueron ´´los territorios de mayor número de fallecidos´´ en
dicho período, con 52 y seis, respectivamente, y ´´en ambos casos relacionados
con la elevada tasa de incidencia por cada 100 000 habitantes´´. (Puig Meneses:
2021) Un indicador que no debe ser asumido fríamente, sino que precisa ser
abierto, para realizar otros análisis, ante la creciente complejidad de la
pandemia.
Los municipios habaneros de Plaza de la
Revolución, Diez de Octubre, Centro Habana, Cerro y Playa, resultan los más
envejecidos de la capital , y , de una forma u otra, han sido muy afectados por
el virus SARCoV- 2, causante de la enfermedad de la COVID-19.
Villa Clara, La Habana, Sancti Spíritus y Pinar
del Río, en ese orden, constituyen las provincias más envejecidas en el país,
al cierre de 2019, y todas, sin excepción, se han visto muy afectadas por la
letal enfermedad, y ello constituye de por sí una mayor demanda de servicios de
salud especializados, dada las llamadas posmorbilidades asociadas a ese grupo
etario.
El acelerado envejecimiento de la población
cubana- hoy con un 20,8 % del total de esta por encima de 60 años-, debe llevar
a Cuba a cotas más elevadas en ese indicador- 25% para el año 2030-, lo que
unido a la tendencia observada en 2018, cuando 11 provincias y el Municipio
Especial de Isla de la Juventud experimentaron decrecimientos poblacional,
hacen que Cuba siga presentando una dinámica compleja para su recuperación en
términos poblacionales, según opinó entonces Juan Carlos Alfonso Fraga,
vicejefe de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
En 2019, la Isla poseía una edad media de 40,5
años, lo cual tensó aún más tal dinámica, agravada cuando se conoce además que
desde 1977 no se ha vuelto a alcanzar el adecuado nivel de remplazo (2,1 hijos
por madre), incluso hace 40 años que las mujeres cubanas dejan como promedio
menos de un hijo al concluir su etapa reproductiva.
No solo la letalidad por COVID-19 constituye
una amenaza para la PEA, sino también el hecho de que enfermen más niños y
adolescentes menores de 18 años, y jóvenes con 20 o más años, aunque sobrevivan
a los embates de la letal enfermedad, la cual se caracteriza por provocar
diversas secuelas en sus víctimas, cuya salud se puede ver comprometida cuando
arriben a edades propias de PEA, algo preocupante para un país cuyo
decrecimiento población y de remplazo datan de varias décadas, inquietante
problemática hacia donde están enfocadas políticas dentro de las reformas
económico-sociales en curso.
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