Hace unos días, la TV transmitió un reportaje relacionado con una de las infamias más “recientes” de USA, acusar a Cuba de tratar como esclavos a los médicos que realizan misiones de colaboración en otros países.
Es increíble e indignante conocer las cosas que es capaz de hacer el país más poderoso de la tierra, contra una pequeña isla, para tratar de someterla. Es como si quisiera aplastarnos, con su bota de gigante, como decía Martí.
Para disipar un poco la molestia (para no usar otra palabra) que producen estas actitudes, recordé una táctica de negociación que propone W. Ury, uno de los gurús en esta especialidad, profesor de la Harvard, le llama “Subir al balcón”.
Se trata de que, en una negociación para resolver un conflicto u otra situación, las partes están muy involucradas, tienen que soportar provocaciones, agresiones verbales, u otras cosas que las alteran y, con esto, reducen su capacidad de razonar, de argumentar adecuadamente sus posiciones.
En ese caso, recomienda Ury, que Ud. “suba al balcón”, que le permite ver el “escenario” de manera menos apasionada, más distante, lo que significa apartarse de impulsos y emociones naturales.
Para aplicar la táctica con mayor legitimidad, supongamos que el que está “en el balcón” es un extranjero, que desea analizar con objetividad la confrontación Cuba-USA.
Esta algo informado sobre las relaciones USA-América Latina (incluyendo Cuba), pero no quiere remontarse al siglo XIX, ni siquiera a la primera mitad del siglo XX, sino algo más cercano, posterior al triunfo de la Revolución.
Su intención es entender cómo surgen y el objetivo de esas agresiones a Cuba. Para esto, alguien le sugiere consultar el memo secreto de Lester D. Mallory, Subsecretario de Estado yanqui del 6 de abril de 1960, desclasificado no hace mucho tiempo, que expresa lo siguiente:
“El único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución es a través del desencanto y el desaliento basado en la insatisfacción y las dificultades económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba; negarle dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
En este memo están las respuestas a las tres preguntas básicas de un proceso del conocimiento, que utilizaría un investigador: 1-¿Por qué? (apoyo interno a la revolución); 2-¿Para qué? (causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno) y; 3-¿Cómo? (negarle dinero y suministros para disminuir salarios reales y monetarios).
Después, analizaría la correlación (comparación) de fuerzas, tres indicadores: población, USA 30 veces la de Cuba; territorio, 84 veces; PIB 149 veces. USA primera potencia mundial tecnológica, económica, militar, y ¿Cuba?... Pero, dicen que es una “amenaza para la seguridad de USA”; además, que sostiene a la dictadura de Venezuela (con una población que duplica la suya, y un territorio 8,3 veces el de Cuba).
Al “extranjero“ le resultaría difícil, monótono, (por lo extenso) resumir las agresiones de USA a Cuba, podría limitarse a verificar que:
-Cuba es el único país del mundo que no puede comprar, ni vender, nada en el mayor mercado del mundo (USA) a unos 150 kms. de sus costas. Tiene que hacerlo con países distantes miles de kms. incrementándose costos de transporte, así como de productos, por “riesgo de sanciones” a los suministradores.
-También podría constatar que, hasta donde se conoce, no hay antecedentes de otro país en la historia que haya sido sometido a un asedio tan prolongado, agresivo y cruel, que ha sido condenado y reclamado su eliminación por la casi totalidad de los países del mundo (solo USA, Israel y alguno más) en la Asamblea General de NNUU durante más de veinte años.
-¿Le sorprendería saber que en los cuatro años de Trump tomó 240 medidas contra Cuba?. Esto incluye: prohibición de viajes de cruceros a Cuba; reducción de remesas de cubanoamericanos a sus familiares; cierre de su consulado en La Habana, que obliga a los cubanos a viajar a terceros países para tramitar visas para viajar a USA; activación del título III de la Ley Helms-Burton que permite presentar demandas contra empresas de terceros países que inviertan en propiedades que “eran de norteamericanos”, entre otras muchas. En sus últimas semanas de mandato todos los viernes nos “tocaba” una sanción.
-Con absoluto desprecio por los “derechos humanos” de los cubanos (incluyendo el de vivir), en plena pandemia, impidió adquisición de equipamiento y medicamentos a empresas de USA radicadas en otros países, así como el transporte aéreo de una donación de China, impuso sanciones a navieras que transportan combustible al país y todo lo que se le ocurrió para hacerles daño a los cubanos, “para causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”, como propuso Mallory en su memo de 1960.
Sobre los “médicos esclavos”, (según ellos, Cuba debía pagarles todo lo que recibe el país por sus servicios) podría preguntarse:
-¿Cuándo USA se ha preocupado por el nivel de vida de los cubanos?. Si, durante décadas, han hecho tantas cosas por deprimirlo, “negarle dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios”. Imposible superarlos en cinismo y demagogia.
-Cuba es el único país en América Latina y otras partes del mundo en que la educación es gratuita, incluyendo la formación de médicos, así como la atención médica. ¿Por qué no puede recibir recursos financieros por ese concepto que le permitan financiar parte de la formación de médicos y la prestación de esos servicios a su población?. Su familia continúa recibiendo todo su salario y, en ese país, un estipendio que le permite adquirir algunos bienes.
-La colaboración médica llegó a convertirse en la mayor fuente de ingresos en divisas del país, con más de 9 mil millones de dólares anuales. En su empecinamiento patológico por imponernos su mandato, una de las “cruzadas” del gobierno de Trump, aprovechando el ascenso al poder de gobiernos de derecha en Brasil, Ecuador y el golpe en Bolivia, fue presionar para que esos gobiernos cancelaran esa colaboración de Cuba.
Con esto, afectaron de manera significativa la economía cubana, así como la atención médica de millones de habitantes de esos países; principalmente, de las zonas más pobres y de más difícil acceso, adonde no van los médicos nacionales.
A pesar de la campaña de descrédito de la colaboración médica de Cuba a otros países, desatada de manera furibunda con sus poderosos recursos mediáticos y presiones políticas a gobiernos, más de 4 000 médicos de la isla han prestado colaboración “de urgencia” en más de 30 países, incluyendo Europa (Italia y Andorra), que han solicitado su ayuda para combatir la pandemia de la COVID, además de otros más de 20 000 que ya se encontraban prestaban colaboración en más de 50 países, y que se incorporaron a esta prioridad. Muchos de ellos, en la llamada “línea roja”, como hicieron para combatir el cólera en Haití y el ébola en Africa, esfuerzo reconocido por la OMS, la OPS y la comunidad internacional.
A pesar de todas estas medidas para perjudicar a los cubanos, desde que inició la pandemia, Cuba ha tenido 58 fallecidos por millón de habitantes; USA, 1773, 30,5 veces los de Cuba . Además, Cuba tiene cinco candidatos vacunales (el único país latinoamericano), algunos en su fase III de ensayo clínico, con las que espera vacunar a toda su población en el 2021.
Al llegar hasta aquí, pienso que al “extranjero”, debe resultarle difícil entender (amigos de otros países me lo han dicho), cómo Cuba todavía se sostiene. Recordé la pieza de Formel “¿Qué tiene Van Van que sigue ahí?”.
Salvando las distancias y excesiva simplificación, hay situaciones “comparables”. Después de cinco décadas, los cubanos bailadores, seguimos a Van Van. Después de seis décadas de bloqueo, con todas las penurias que nos ha ocasionado, la inmensa mayoría de los cubanos seguimos con la Revolución y el socialismo, aunque estamos conscientes de que todavía tenemos que hacer muchas cosas para mejorarlo.
La explicación del “fenómeno” Van Van le corresponde a los musicólogos. La de Cuba, si me preguntaran, las resumiría en lo siguiente:
1-La OBRA de la Revolución que ha logrado, entre otras cosas, que Cuba mantenga los mejores índices de salud y educación de todos los países latinoamericanos, a pesar de las agresiones y limitaciones que nos ha impuesto nuestro vecino.
2-La HISTORIA de lucha de los cubanos y el pensamiento y acción de nuestros patriotas y mártires, empezando por Martí, que el Co. Díaz-Canel resumió de forma magistral en su discurso de clausura del 8vo. Congreso del PCC.
3-La UNIDAD de nuestro pueblo, que Fidel cultivó desde los primeros días de la Revolución y que el Imperio se empeña tanto en destruir, pero al que pudiéramos agradecer la cohesión, la energía y el patriotismo que ha generado en los cubanos con sus agresiones.
4-El liderazgo de FIDEL, mientras pudo acompañarnos; ahora, con su ejemplo y legado.
Resumiendo: los logros, la fuente de inspiración y de energía, la fuerza para combatir, y el legado de Fidel.
En mi criterio, eso, entre otras cosas, podría ayudar a comprender:
¿Qué TIENE CUBA QUE SIGUE AHÍ?.
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