Por: Abel Padrón Padilla, Karina Rodríguez Martínez, Cubadebate
Sin dudarlo ni un minuto, Justa López Díaz salió corriendo para un puesto de productos agrícolas gestionado por un trabajador por cuenta propia. Un amigo le comentó que habían sacado piñas a 15 CUP “tengo un enfermo en la casa y necesitaba la fruta, pero cuando llegué las que habían eran pequeñas y a 20 CUP”.
Dos días después, Justa estaba comprando en el mismo lugar, ubicado en el municipio Marianao, cuando un grupo de la Dirección Integral de Supervisión y Control (DISC) de La Habana realizaba una visita sorpresiva. En esta ocasión, necesita comprar cebollas “a 28 pesos no se las voy a pagar, si los inspectores dicen que esta variedad es a 15 CUP la libra, a ese precio entonces”.
Esta guardia de seguridad que cuida a su padre enfermo, igual que el resto de los clientes que se acumularon frente el puesto, fueron beneficiados por la rectificación de los precios de los productos agrícolas realizada por la DISC “La población agradece la venta forzosa y la corrección de los montos, y aprovechan para adquirir las mercancías al precio justo”, señaló Nosleydin Godínez Wilson, inspectora de la DISC.
El precio de la cebolla no era la única violación que tenía este trabajador por cuenta propia. “El plátano burro y el pepino son productos que no se encontraban en la pizarra de precios, además la guayaba estaba a 10 CUP la libra, cuando debe comercializarse a 7 pesos. La calidad de la fruta era pésima, por lo que debía de tener descuento”, advirtió Katiuska Alfonso Orozco, inspectora de la dirección Estatal de Comercio.
Este trabajador por cuenta propia estaba violando el Decreto 30 del Consejo de Ministro sobre las “Contravenciones personales por violaciones de la política de precios y tarifas”. Lo novedoso del Decreto es que actualiza las cuantías de las contravenciones, poniéndolas a tono con las realidades actuales: las multas oscilan entre 2 500 y 15 000 pesos.
A pocos metros, un carretillero exhibía sus productos: ají, cebolla, limones y escondido en una bolsa unos paquetes con frijoles negros. Un cliente se le acercó a comprar unos limones “a cuanto el vasito, preguntó. La respuesta, 70 CUP”. Luis Enrique Isaac Vázquez, inspector de la DISC dijo que este trabajador por cuenta propia también estaba incumpliendo con el Decreto 30 artículo, esta vez en su artículo 7 inciso B “por lo que fue notificado por una con una multa de 8 000 pesos”.
La cebolla, el ajo, y el ají, al igual que el limón -señaló Isaac Vázquez- deben venderse por libras, no por vasos al precio que está estipulada su comercialización.
Natalia María Vivanco Rodríguez, jefa del departamento de Multa de La Habana dijo en una entrevista a Cubadebate que las principales infracciones del Decreto 30 están relacionadas con las violaciones de precios y tarifas que están comprendidas en el artículo 7, y en el caso de la venta mayorista, lo referido en el artículo 9.
De acuerdo con lo establecido en el Decreto, el artículo 7 incluye como violaciones:
- No exponer al público la tablilla, carta o menú con los precios de los productos a servicios que se ofertan. En este caso las multas oscilan entre 5 000 pesos a 7 000 pesos, además del cumplimiento inmediato de lo establecido.
- Cobrar por productos o servicios precios o tarifas superiores a los aprobados. La sanción es de 8 000 pesos a 10 000 pesos y la obligación de realizar las modificaciones de precios correspondientes.
“Al cierre del mes de marzo del 2021, se habían impuesto 2528 multas, de ellas un 49 % habían sido cobradas, a este por ciento se le adiciona el tratamiento mediante los convenios que acumula un 13%. En total se tendría un 68% de cobro”, puntualizó la Vivanco Rodríguez.
El mayor impositor de la multas –destacó- es la Dirección de Inspección y Control con un 77%, aunque no son los únicos. También están facultados la Policía Nacional Revolucionaria, las direcciones municipales y provincial de Finanzas y Precios y la Dirección de Control Estatal de Comercio.
El pago de las multas se efectúa dentro de los treinta días naturales siguientes a su imposición. Transcurrido el referido plazo sin efectuarse el pago, el importe de la multa se duplica.
“Hay una amplia labor de gestión en los gobiernos locales y de las oficinas de control y cobro de multas para evitar que a las personas se le duplique el importe. Estas personas son visitadas, se les convida a pagar la sanción y se le informa que a los 30 días el decreto estable la formalización del expediente para dar inicio a un proceso penal”, refirió la jefa del departamento de Multa de La Habana.
Cuando el árbol se endereza
Hace más de dos meses, Cubadebate junto con la DISC de La Habana visitó la Panadería-Dulcería Pinos Pan, ubicada en el municipio de Arroyo Naranjo. En aquella ocasión, fueron detectadas violaciones de normas en el pan de 100 gramos y la tortica de 25 gramos, graves problemas de higiene, así como producciones que no tenía respaldo.
Al entrar nuevamente en el establecimiento nos percatamos que el cambio de admnistración había dado buenos frutos. “A partir de la reinspección realizada a la panadería constatamos que se ha mejora en la higiene, así como en la calidad de las producciones. Al realizarse un muestreo al pan de 80 gramos se pudo comprobar que para una producción de 1544 unidades se encontraban dentro del rango establecido”, informó Nosleydin Godínez Wilson, inspectora de la DISC.
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