SEGUNDA
SERIE # 29
Mayo
19 de 2021
Juan
M Ferran Oliva
Solicito
a los destinarios de SINE DIE que tengan comunicación con Reinaldo Taladrid y
Ramiro Guerra, les hagan llegar estos comentarios. No dispongo de sus
respectivas direcciones. Gracias.
Juan M.
Ferran Oliva
La
Malinche es una controvertida figura histórica, A su
alrededor se ha tejido un mito basado en opiniones opuestas que se caracterizan
mayormente por su anacronismo. Unos la consideran heroína, otros traidora. No repetiré detalles históricos ya expuestos.
Me permito sintetizar que sufrió las circunstancias de su época[1].
Tras varios episodios y en compañía de otras 19 féminas, fue obsequiada a Hernán
Cortés quien se percató de su talento y la empleó como traductora y consejera. Además, la hizo su concubina. Había nacido en
el entorno del año 1500 en algún lugar de la actual
Veracruz que por entonces constituía el límite entre los aztecas y los mayas.
Varios cautiverios le permitieron asimilar la lengua náhuatl y le era propia una variante del idioma
maya.
Aprendió el castellano en su contacto con Cortés[2] y a su
lado realizó una labor de inteligencia, asesoría y diplomacia durante la
primera parte de la conquista. También
le dio un hijo. Su historia se esfuma después de
1521[3].
Creo que todos los criterios surgidos
alrededor de su figura se deben, en buena medida, a la interpretación inexacta de
la época en que vivió. Muchos de los actuales Estados no existían como tales
hace cinco siglos.
La Nación, el Estado y el Estado-nación,
implican conceptos diferentes. No son
sinónimos. La nación histórica es un hecho social. Se forma a lo
largo de los siglos a través de la fusión de las etnias y civilizaciones que le
dan origen y va conformando una forma específica de identidad. Hay una
colectividad homogénea en un territorio dado, con una lengua y aspiraciones
comunes que le confieren una personalidad colectiva singular. Es genuino, espontáneo
y centrifugo.
El
Estado es un hecho jurídico. Constituye una entidad
soberana sobre un territorio definido. Dispone de instituciones de gobierno
reconocidas internacionalmente. Puede aparecer o esfumarse inmediatamente.
Depende de la voluntad de un grupo de poder.
Se manifiesta como monarquía absoluta o constitucional, república
democrática, dictadura, protectorado o cualquier otra forma.
El
Estado-nación es un montaje político. Marca las
fronteras de un mercado territorial. Somete comunidades nacionales e incluso
las destruye si conviene. La tijera geográfica y mercantil obvia identidades
históricas. Forja una personalidad colectiva modelada por el poder. Es un nation building de inspiración burguesa
que suele ser justificada como superación del antiguo régimen. La habitual imposición de un idioma
oficial completa los mecanismos de domesticación. Su origen se remonta a los Tratados de Westfalia de 1648 que dieron
fin a la Guerra de los Treinta Años.
Francia, el Reino Unido y España pueden servir como paradigmas del
Estado-nación[4],
no únicos, por supuesto.
El original Reino de Castilla nació de unos
condados del Reino de León, continuador del de Asturias. Finalmente fagocitó a
sus creadores y se acomodó al justo derecho de conquista que lo
convirtió en un Estado hegemónico y depredador. Comprendía el reino homónimo
con sus territorios[5]
más Galicia, Asturias, Extremadura, Andalucía, Murcia, Vizcaya, Navarra,
Canarias y las posesiones de América. A inicios del siglo XVIII se convirtió en
España al incorporar bélicamente los reinos de la Corona Aragón[6].
Los ejemplos de Cuba y España pueden resumir
lo antes expuesto. La primera es un caso de nación histórica, ya existente
antes de 1898 en régimen colonial. El 19 de mayo de 1902 era posesión
norteamericana, al día siguiente se convirtió en Estado (con las limitaciones
conocidas, liquidadas a partir de 1959). Por el contrario el Reino de España es
un Estado multinacional que se apoya en las reglas del juego del Estado-nación.
La Corona de Castilla se adueñó a sangre y
fuego del inmenso territorio que actualmente corre desde México hasta la
Patagonia, con la excepción de Brasil. La
llamada Conquista fue una epopeya castellana,
no española. Unos 130 conquistadores la dirigieron, todos súbditos de la
Corona y en especial castellanos, extremeños y andaluces. América se convirtió
en el paliativo de números hidalgos sin patrimonio. Aragoneses, valencianos,
mallorquines y catalanes eran considerados extranjeros y tenían vedado el
acceso a la conquista.
En el
México actual existía una segmentación similar. Constaba de 3 grandes franjas. La
más importante era el poderoso Estado Azteca en el centro. En el sudoeste se desarrolló la civilización
maya. Al norte se extendían los pueblos chichimecas. Todos fragmentados en
numerosas expresiones étnicas y culturales. No constituían un Estado sino
reinos sometidos a frecuentes luchas intestinas. Una idea de tal diversidad la
ofrece la existencia de más de 250 lenguas originarias que aún perduran.
Los aztecas
dominaron durante el siglo XV y el primer cuarto del XVI. En
1433 consolidaron una federación con otros puebles. A lo largo del imperio se
hablaron numerosas lenguas de la familia náhuatl. Los olmecas originarios de la
costa de los estados actuales de Veracruz y Tabasco crearon el más antiguo
sistema de escritura americano, así como un calendario del que derivarían los
demás. Su historia está envuelta aún en el misterio. Muchos de sus monumentos
arquitectónicos emergen o siguen sumergidos en la selva. Se piensa que fueron víctimas
de alguna rivalidad o epidemia. La
cultura maya consolidó sistemas de escritura, conocimientos astronómicos y
matemáticos. Habitó en los territorios actuales de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y en la zona
comprendido por cinco estados del sureste mexicano: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.
Valga aclarar que tanto los castellanos como
los aborígenes seguían prácticas bárbaras al socaire de sus respectivas
religiones. En el fondo bullían intereses
materiales. Si el infierno existiera todos sus líderes tendrían espacios de
honor en su noveno círculo, según la imagen dantesca.
Entre 1519
y 1521 Hernán Cortés conquistó el Estado azteca con la ayuda de otros reinos locales
a los que había vencido previamente. Fue, además de guerrero, el más político
de todos los conquistadores castellanos. Se erigió en capitán general del
territorio usurpado. Las intrigas lograron finalmente desposeerlo y en 1535 se
inició un gobierno efectivo dependiente de Castilla con el nombre de virreinato de la Nueva España. La
dominación fue castellana primero y española a partir de 1717. En 1810 se
inició el movimiento emancipador que condujo al México actual. En los 300 años de dominación foránea se sucedieron 63 virreyes que en
ocasiones hubieron de enfrentar la resistencia indígena.
En conclusión puede afirmarse que la conquista de América no fue
española sino castellana. Ni España ni México existían como Estados. Doña
Marina -la Malinche- no traicionó.
Simplemente colaboró efectivamente con el enemigo de
su enemigo que por decantación se convertía en su amigo. Fue una mujer
extraordinaria que se
opuso a los aztecas opresores de su pueblo.
Fin
[1] El cronista de época
Rodríguez de Ocaña llegó a afirmar que después de Dios, la mayor rezón para el
éxito de la conquista fuera Marina.
[2] Aparte de su amancebamiento con la Malinche, Cortés casó dos veces y
tuvo once hijos reconocidos, uno de ellos con la propia Doña Marina llamado Martin
Cortes, nacido en 1522 .
[3] Según Sir Hugh Thomas murió después de
1550.
[4] Francia es la forma más exitosa de dicho modelo. En sus territorios convivieron diversos pueblos. Al norte de la Galia romana el latín vulgar evolucionó hacia las langues d'oïl que tenían como limite geográfico meridional al rio Loira. Una de ellas originó el francés actual que se convirtió en lengua oficial del Estado. Al sur habitaban los pueblos de lengua occitana (langues d’Oc), con varios dialectos. En su conjunto ocupaban el 36% de la actual Francia que incluye, además, distintas nacionalidades, cada una con su cultura y lengua original. Alsacia, con 1.6 millones de habitantes es germana. El pueblo bretón es de origen celta y su población es de 3.2 millones de habitantes. El país Vasco Francés tiene 260.000 habitantes. La Catalunya Nord cuenta con unos 450.000 habitantes. Córcega; no se halla en territorio continental, sino a poca distantica, en el Mediterráneo.
[5] Uno de ellos es La Rioja, vinculado al Ebro lo que le daba
comunicación física con los reinos de la Corona de Aragón.
[6] Mas propiamente Corona Catalano Aragonesa, pues el Principado de Cataluña era su principal miembro. La Corona abarcaba los reinos de Aragón, Valencia, Mallorca, el Principado de Cataluña y eventualmente posesiones a lo ancho del Mediterráneo.
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