Hasta el 17 de diciembre de 2015, han arribado a Cuba 3.294.841 visitantes que representan 485.430 viajeros más que en igual período del año anterior. Sin embargo, el crecimiento del 17,3% que esto representa, recae fundamentalmente en los ocho mercados emisores principales para el turismo cubano (Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, España, México y Venezuela), que aportaron 304.208 visitantes más que el año anterior, o sea el 62,7% de este crecimiento.
Por ejemplo, hasta la fecha de este análisis, han visitado a Cuba, 125.131 canadienses más que en igual período de 2014; comparativamente, esta cifra de canadienses excede la totalidad de los españoles, franceses o italianos que han arribado a Cuba hasta el 17 de diciembre. En la tabla 1, también se observa que los diez primeros mercados (top ten) representan el 81,3% del crecimiento del presente año.
Canadá ha demostrado desde siempre que las playas y arenas cubanas representan sus lugares vacacionales, y este año sus visitas se han hecho presentes tanto en invierno como en verano. En expresión del académico y amigo John Kirk: “el mercado canadiense que ha ido creciendo en los últimos 20 años, que ha resultado en muchas amistades entre cubanos y canadienses, que ha constituido un factor importantísimo en la relación bilateral a nivel político; que se mantenga, es sumamente importante—porque cuando comience a disminuir el interés de los turistas estadounidenses, es posible que haya comenzado a disminuir el interés de los canadienses también”.
La distensión en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, ha propiciado un significativo incremento de los viajes desde los tradicionales mercados turísticos para Cuba, muy superior a los arribos de estadounidenses en números absolutos. Otro factor a tener en cuenta es la concentración de los flujos turísticos desde América del Norte, que junto a los canadienses, estadounidenses y cubanoamericanos (271.171) representan el 50% del total de llegadas.
Tabla 1. Llegada de visitantes a Cuba hasta 17D
Con respecto a la estancia por territorios, se reportan 20.236.540 turistas-día para un crecimiento del 13,8% en pernoctaciones. Los territorios turísticos que muestran los mejores resultados, son los territorios con polos de sol y playa (Varadero, Cayos del Norte de Villa Clara, Jardines del Rey), en correspondencia con la afluencia de vacacionistas canadienses. Estos polos turísticos y La Habana como capital del país recibieron el 90% del crecimiento en cifras absolutas de los turistas-día, como se refleja en la tabla 2.
El actual escenario turístico ha resultado en un reacomodo paulatino en los arribos de visitantes internacionales. Los resultados de los indicadores en 2015, a dos semanas para terminar el año, muestran crecimientos en la mayoría de los segmentos de viajeros.
Estos resultados, que no fueron previsibles en el corto plazo, han tensionado a todos los componentes de la cadena de valor del turismo, entre ellos al sistema aeroportuario, el sector de transporte, la oferta de opcionales, los espacios de alojamiento, la red de comercio minorista y las telecomunicaciones.
El experto Paolo Spadoni, ha señalado que: “Si bien es temprano para evaluar plenamente las medidas de Obama y más cambios podrían llegar pronto, se puede afirmar que el impacto conjunto de dichas medidas en la economía cubana será muy limitado sin una ulterior suavización de las restricciones a los viajes y las actividades comerciales y financieras con respecto a Cuba”.
También apunta que: “las principales disposiciones del embargo contra Cuba se encuentran codificadas bajo la Ley Torricelli de 1992, la Ley Helms-Burton de 1996, y la Ley de Reforma a las Sanciones de Comercio y Exportación (TSRA) de2000, y por lo tanto solo el Congreso de los Estados Unidos puede removerlas”. Habrá que ver si las prerrogativas del Ejecutivo, podrán aplicarse realmente en el actual “estado de cosas”.
La modificación de algunos aspectos de la política del Gobierno de Estados Unidos, a partir de la ampliación de las licencias para viajar a Cuba; la autorización para los vuelos comerciales directos a varios territorios del país, la posible visita de cruceros de gran porte, inserta nuevos retos al escenario turístico actual de Cuba.
La posible eliminación de otras restricciones para los viajes desde Estados Unidos, que a la vez impulsará los flujos turísticos desde otros mercados emisores, impondrá un desafío impresionante al sector turístico y a los gobiernos locales cubanos.
Este nuevo escenario, hasta el presente, ha convivido con las restricciones comerciales y la falta de financiamientos que trae aparejado la ausencia de recursos materiales y financieros, la poca inversión extranjera directa, el deterioro acumulado de la planta hotelera por falta de recursos para el mantenimiento, y el encarecimiento de los productos que es necesario importar para garantizar los estándares mínimos para el servicio turístico.
Tal vez, en el corto y medio plazo, existirá una Habana distinta; una nueva articulación urbana, apoyada en la transición demográfica, que tendrá en cuenta el envejecimiento de su población; la globalización, con la internacionalización de la ciudad en red; y la reforma del sector estatal en sus ámbitos económicos, sociales y políticos.
En un futuro próximo, la expansión del sector privado irá generando una reafirmación de su identidad cultural, lo cual cambiará la esencia de la ciudad, justo en el momento en que el sector industrial se desplaza hacia amplias zonas periféricas de desarrollo productivo con una inclusión significativa de la inversión extranjera directa.
El resultado será que la ciudad cambia su esencia económica, y se va convirtiendo paulatinamente en una gran entidad territorial de servicios. En este nuevo contexto, La Habana se encuentra en una fase de franca reconstitución, con una clara vocación turística para convertirse en la Capital de la Cultura.
Ante un nuevo escenario, como el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, la ciudad adquiere protagonismo internacional y se transforma significativamente porque existe un importante proceso de reformas, de concientización de la población, de desarrollo de las tecnologías de las comunicaciones, del mercado, de la política; y del empoderamiento de su población activa debido a los procesos simultáneos de globalización y descentralización.
Foto de portada: AFP.
(Tomado de Caribbean News Digital)
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