El único nombre de apropiarse de lo ajeno

Escrito por Moisés González Yero Foto: Alejandro García Sánchez Categoría: Economia
Publicado: 15 Agosto 2017

• Un destacado lector-cobrador de Ciego de Ávila, se refiere al fraude eléctrico

En cuestiones de consumo de electricidad existen hoy dos mundos, uno compuesto por la mayoría (respetuosa) y otro que se mueve desde muchas interrogantes hasta la pérdida de normas de convivencia en Ciego de Ávila.

¿Quién no conoce a alguien cuya factura mensual se le ha multiplicado varias veces, sin haber adquirido nuevos equipos electrodomésticos ni asumir cambios en el estilo de vida?

Cuando ello ocurre no deja el mejor sabor, aunque las inspecciones se refieran, después, entre otras razones, al pase de corriente a tierra en alguno de los aparatos y, a veces, a errores acumulativos en la lectura del metro-contador.

A diferencia, el otro "mundo" lo forman aquellos que, sin razón, se deshacen en “inventos” para burlar el pago de la energía consumida. Nada despreciable resultan las cifras de fraudes del consumo en una provincia en la que más del 99 por ciento de los hogares disponen de servicio eléctrico.

Pocos en mejor posición para emitir algún criterio sobre ese mal que los lectores-cobradores de electricidad. Más, si el funcionario consigue aceptables índices en su itinerario de trabajo.

Neldis Legón Iraola es el encargado de leer y cobrar el consumo mensual a 2 192 clientes en la ciudad de Ciego de Ávila, correspondientes a los barrios Alfredo Gutiérrez Lugones, Vista Alegre y una parte del poblado de Vicente; y, en lo que va de año, en sus rutas los inspectores solo han encontrado cuatro fraudes.

Dos conclusiones: La labor de este hombre es, por lógica, admirable y, por otra parte, no hay trayecto de recaudación que permanezca libre del azote en el municipio cabecera.

Dice Neldis que su único librito es el de conversar mucho con los clientes, el de explicarles que es posible mantener un control sobre las cifras consumidas. “Es muy importante que en las casas sepan leer el metro para que quien tenga dudas lo revise con frecuencia. Si un día se pasa de la media, al otro puede hacer sus adecuaciones. Ese es uno de los secretos para no dejarse tomar por sorpresa.”

El año en curso la provincia refleja una estela de 419 fraudes eléctricos, complejo problema que es acometido día a día, aunque esta vez los eventos de enfrentamiento, con la presencia de inspectores de otros territorios, han sido menos. Por el Decreto-Ley 260, que obliga al pago de lo dejado de abonar, se han impuesto 333 multas. Durante la última revisión fueron detectados 59 robos de corriente en el municipio de Ciego de Ávila, donde solo se visitó la mitad de los 56 424 clientes; 83 en Morón y 12 en Bolivia. El país reportó durante el primer semestre 8 605 casos de fraudes relacionados con el consumo de este tipo de energía.

“El que se deja ‘picar por el bichito’ de la sustracción de energía —considera— no se ha sentado a meditar siquiera un minuto. Comprendería que hoy existen los mecanismos, muchos, para detectarlo en cualquier momento. Empezando por el equipo que utilizamos para almacenar en el terreno los datos de cada lectura, el cual está dotado de un programa para registrar cualquier variación significativa, desviación que, también, se ve reflejada en los medios de cómputo de nuestras oficinas.

“Los inspectores de vez en cuando acompañan a los lectores, en el recorrido rutinario, o realizan trabajos de comprobación. El que piense en la pena que va a enfrentar ante el vecindario, sencillamente no comete el fraude; con independencia de que las sanciones económicas, de hasta 1 000.00 CUP de multa a los reincidentes, y el pago de todo lo que ha dejado de abonar, es cosa seria.”

Según datos de la Empresa Eléctrica, en el municipio de Ciego de Ávila hay fraudulentos a los que se les ha aplicado el Decreto-Ley 260, con montos que han llegado, en algunos casos, a 29 000.00, 21 000.00, 19 000.00... CUP. De personas que con toda conciencia han adquirido dispositivos imantados o alterado la relojería de los metro-contadores.

Neldis se niega a pensar que en la actualidad haya algún lector-cobrador confabulado con el cliente para cometer actos fraudulentos. “Quien conoce el oficio sabe del alto riesgo a que se somete.”

No obstante, más allá de la tecnología en uso, inquiero en el sistema de valores que, asimismo, resguardan del error a este funcionario.

Revela Neldis que se siente orgulloso de haber nacido en el poblado de Baraguá y de ser hijo de un trabajador agrícola y una auxiliar pedagógica, seno familiar donde ese tipo de maldad resulta terreno impensado. Además, agradece a la vida la posibilidad de formarse como profesor de Educación Física, al punto de confesarse “enfermo” al deporte, y haberle dedicado 25 años a la profesión, en lo fundamental, a la enseñanza de la natación, que tuvo que dejar en 2015 por asuntos familiares.

“Reconozco que el fraude eléctrico es hoy un fenómeno extendido y difícil de enfrentar —razona—, meta para la cual mucho me sirven las enseñanzas de mi casa y del magisterio de las aulas.”