Por Giovany Peñate Cruz
Fotos: Roberto Garaicoa
Emisión de martes 25 de diciembre de 2018
El estado de la economía, las finanzas y el empleo en Cuba al cierre del año 2018 y las perspectivas para el 2019 fueron los temas de análisis en la Mesa Redonda de este 25 de diciembre.
Directivos de los ministerios de Economía y Planificación, Finanzas y Precios, Trabajo y Seguridad Social y del Banco Central de Cuba comparecieron a este espacio para ofrecer información a la población.
El crecimiento que alcanza la economía del país en 2018 es de 1.2 % y se considera un resultado meritorio pues, aunque es insuficiente el crecimiento, este se logró en circunstancias complejas por los efectos del huracán Irma, el recrudecimiento del bloqueo de EEUU, tensiones económicas que se han suscitado. Además, se desarrollan en este contexto inversiones estratégicas para la nación con una tasa de crecimiento que está en el entorno del promedio de la región.
Esto se debe al incumplimiento de los niveles de ingreso por exportaciones y por lo tanto afectaciones en las importaciones que afectaron el desarrollo de diversas actividades de la economía. Hoy existen reservas en la economía sobre todo en la eficiencia, en la necesidad de hacer bien las cosas, el cumplimiento de las inversiones y la sustitución de importaciones.
Según explicó Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, el nivel de combustible que estaba en el plan de 2018 era para alcanzar un nivel de actividad y ese índice de intensidad energética mejora, pero no significa que se tenga solucionado el desvío y uso más eficiente de combustible. En el plan de 2019 se espera superar este indicador.
Para el 2019 se planifica una tasa del 1.5 % de crecimiento (un índice mínimo), esto se alcanza ajustado a nuestros recursos, sin incrementar el endeudamiento y sin renunciar al desarrollo. A partir de los ingresos que se generen y de préstamos con un límite y crece la inversión de la economía en un 20 % respecto al 2018.
Estas inversiones están enfocadas al incremento de capacidades en la industria de materiales de la construcción, el turismo, la generación de energía renovable, la infraestructura de telecomunicaciones y la Zona Especial de Desarrollo (ZED) de Mariel.
La inversión extranjera contribuirá a llegar a un entorno del 20 % de las inversiones del país respecto al PIB, que hoy solo alcanza el 11% por lo que existe una brecha que se cubrirá en sectores estratégicos en la isla con inversión extranjera y créditos. Además, hay que mejorar la gestión de cobro de los ingresos del país en el exterior.
El crecimiento del próximo año está sobre la base de sectores productivos fundamentalmente en la agricultura, azúcar, construcción. El plan de 2019 no satisface todas las necesidades del país ni de la población, pero si se logra una mejoría en la calidad de vida de los cubanos. Este plan será tenso porque no tiene déficit ni superávit, por lo que hay que cumplir los ingresos y existen reservas internas para hacer más sobre nuestras eficiencias.
Este crecimiento posibilita contar con un año 2019 de ajuste, pero que si se hacen las cosas bien garantizará un incremento en la tasa de crecimiento gradual en los próximos años. Asimismo, existe una población dispuesta a impulsar este plan.
Por otro lado, el presupuesto del 2018 cierra favorablemente, pues se logra atender todas las demandas financieras que estuvieron previstas para respaldar los servicios básicos a las personas. Las esferas más representativas en este sentido fueron la educación, la salud y la asistencia social. Además, se logra contar con todos los financiamientos para la entrega de subsidios para la construcción y reparación de viviendas (más de 88 millones de pesos).
También se cubrió los gastos de la seguridad social (6200 millones de pesos) y se dio continuidad al respaldo del financiamiento para las acciones de recuperación del huracán Irma y otros eventos meteorológicos. Asimismo, el financiamiento en el sector empresarial para las producciones fue cumplido.
En los ingresos existe un resultado favorable, se captan 57700 millones de pesos, las formas de gestión no estatal mejoraron sus contribuciones y representan el 12 % de los ingresos. En determinados municipios el desarrollo de las formas no estatales posibilita que los aportes de este sector sean mayores al 12 %.
También se refleja mayor disciplina en el sector estatal, con un aumento de la calidad del control y gestión de las finanzas de las diferentes entidades y esto tiene que ver con las cadenas de impagos, la contratación estatal y otros mecanismos financieros.
A decir de Meisi Bolaño Weiss, viceministra de Finanzas y Precios, el presupuesto para 2019 está compatibilizado con el plan de la economía y respalda sus niveles de actividad tanto los servicios básicos (educación y salud representan el 52 % del gasto corriente de más de 38 mil millones de pesos), se sigue respaldando la seguridad y la asistencia social. Se mantiene el otorgamiento de subsidios para la construcción de la vivienda. Este es un presupuesto netamente social por los aportes financieros que se destinan a este sector.
En el caso de la esfera empresarial se continua el financiamiento para lograr niveles de actividad para la sustitución de importaciones y el aumento de las exportaciones, y se comenzó un trabajo con las empresas para buscar una racionalidad con los financiamientos por una mala gestión económico y de control. Además, se respalda las inversiones tanto en el sector social como en el empresarial.
Uno de los objetivos que se ha planteado con el presupuesto de 2019 es la necesidad de incrementar en control integrador y oportuno. Hay que fortalecer la contabilidad en todas las entidades del país comenzando por la capacitación. Cada gasto debe tocarse con las manos para constatar la calidad de las actividades, las acciones y las inversiones en la isla.
Por su parte, el empleo en Cuba en 2018 cierra con un estimado de ocupación de 4.5 millones, 3.1 en el sector estatal y 1.4 en el sector no estatal. En la esfera presupuestada existen 1.5 millones, de los que más de 800 mil pertenecen a educación y salud, en el sector empresarial hay 1.6 millones, en este la industria alimentaria, la azucarera, la agricultura y la construcción son la más representativas. El 48 % de la fuerza de trabajo está en el sector presupuestado y el 52 % en el empresarial.
En las formas no estatales se encuentran 1.4 millones de trabajadores, que incluye las bases productivas de la agricultura y el azúcar, las cooperativas, los cuentapropistas, la inversión extranjera y otras. Para 2019 se estiman cifras similares, aunque se hace énfasis en la creación de empleos en el sector estatal a partir de las propias inversiones que se desarrollan.
Los desocupados en 2018 están en el orden de las 76 mil personas y esto se conoce a partir de una encuesta nacional de ocupación realizada por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). Estas personas son quienes declaran que en el momento de la encuesta están buscando empleo por lo que no puede confundirse con los que en edad de trabajo ni estudian ni trabajan. Estos últimos se declaran no económicamente activos.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social Margarita Fernández González, señaló que la ubicación laboral de los graduados de las diferentes enseñanzas se trabaja en conjunto con todos los organismos de la economía a partir de la planificación, la cantidad de graduados de cada año, las prioridades de la economía y la demanda de las entidades. Garantizar la ubicación de todos los graduados es una fortaleza porque así hay una continuidad para el empleo de los jóvenes.
En ello hay problemas de fluctuación, hay que asegurar el tutor que se le asigna a esos jóvenes, crear espacios para el intercambio con ellos, conocer sus inquietudes, vincularlos a los programas priorizados de la entidad y trabajar en su preparación y superación. Con el desarrollo que prevé la economía se necesita del trabajo de los jóvenes por el fenómeno del envejecimiento poblacional.
Existen otras prioridades en el MTSS, los jóvenes que egresan de las escuelas especiales y de oficios, los licenciados del Servicio Militar Activo y Servicio Voluntario Femenino, las personas que extinguen medidas de seguridad en libertad, personas con discapacidad y otros sin vínculo laboral. En el 2018 se han ubicado 125 mil personas, de los cuales el 34 % son mujeres y el 71 % jóvenes. De estas 125 ubicaciones el 93 % está en el sector estatal y solo el 7 % al sector no estatal.
En tanto, en el 2018 se realizó un aumento modesto en las pensiones mínimas de la seguridad social de 200 pesos a 242 y en la asistencia social se incrementaron 70 pesos. Con ello se benefician más de 23 mil núcleos y 280 mil pensionados, con un costo de 224 millones de pesos. Para el 2019 el presupuesto contará con 6600 millones de pesos para estos fines.
En el caso de la banca, en el 2018 ha sido muy afectada por la persecución y restricciones monetarias contra Cuba, no obstante, se apuesta por la bancarización y por la inclusión financiera. Se trabaja en el crecimiento de la banca digital con una serie de proyectos que responden a la informatización de la sociedad (los cajeros, los POS, la banca telefónica y por internet, la pasarela de pago para el comercio electrónico y la banca móvil.
La red de cajeros ya llega a 70 municipios con 927 de estos equipos de los cuales 527 están en La Habana. Se creció también en las provincias en el 2017 y el 2018. Existe un levantamiento de solicitudes de nuevos cajeros en determinados lugares para cuando estén las condiciones técnicas proceder en su instalación.
Se ha avanzado mucho en la banca telefónica y en la móvil, pero todavía el empleo de estas modalidades por la población es muy bajo. El Banco Central de Cuba para el 2019 continuará esparciendo y consolidando sus servicios electrónicos con el propósito de lograr mayor calidad en los servicios.
http://mesaredonda.cubadebate.cu/mesa-redonda/2018/12/25/salud-y-produccion-de-medicamentos-programas-vitales-para-el-pueblo/
Según informó Irma M. Martínez Castrillón, ministra – presidenta del Banco Central de Cuba, para que no ocurran aglomeraciones en las sucursales se han tomado un grupo de medidas que aún son insuficientes. Nuestros bancos tienen dos indicadores que se constatan en la disponibilidad técnica del cajero y el dispensado (la disponibilidad de dinero en el cajero).
Las prioridades para el próximo año están en el comercio electrónico pues ya existen algunos sistemas en experimento. Se realiza un esfuerzo por cerrar el año con 5 millones de tarjetas magnéticas emitidas y el aumento de la calidad de estas.
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