Analizando cómo se están desenvolviendo los acontecimientos
en nuestro convulso mundo, y sobre todo los hechos que tienen que ver con
nuestro alrededor, me percaté de que es de vital importancia el estudiar la
historia de los Estados Unidos, imperativo para poder discernir, en lo posible,
algunas partes esenciales que pudieran revelar el por qué de su actual
capacidad para manipular, agredir, mentir, dominar, desestabilizar, etc., y
sobre todo sus contradicciones e incoherencia: y así lo hice.
Este limitado aprendizaje me enseñó muchos elementos que
fueron determinantes para comprender, en parte, la leyenda de esa nación, a
partir de su independencia del Imperio Británico; y como fue transformándose en
una increíble metamorfosis, desconociendo los postulados libertarios de su
Declaración de Independencia, para convertirse en un imperio expansionista,
fundamentalista y sojuzgador.
Y al llegar a nuestros días y continuar con mi interés en
profundizar el recorrido de esa opulenta nación durante más de dos siglos:
APRENDÍ, La
influencia que sobre la economía tiene el llamado COMPLEJO MILITAR-INDUSTRIAL,
sobre el que el presidente Eisenhower, en su discurso de despedida
presidencial, consideró prudente alertar a sus conciudadanos contra el
injustificable predominio que sobre la economía adquiría en su país, pues este
deseaba crear –dijo- “una sociedad en permanente función de la guerra”.
APRENDÍ el Sistema
Electoral que ha funcionado como instrumento para la repartición periódica del
poder del Estado entre los círculos dominantes.
APRENDÍ sobre los
llamados WASP (Blancos, Anglosajones y Protestantes), los que están en la raíz
de la primitiva ÉLITE POLÍTICA ESTADOUNIDENSE y
de sus CLASES DOMINANTES, las cuales se han mantenido arraigadas a pesar
de las posteriores oleadas de migrantes, y sus atributos, que se han afirmado
como rasgo característico de la sociedad estadounidense, como son el racismo,
la intolerancia, la superioridad étnica y religiosa, el individualismo, el
apego a la propiedad y la tradición libertaria.
COMPRENDÍ las
características muy diferentes que aparecen en un país de enorme extensión
geográfica y con regiones con peculiaridades geográficas, históricas,
económicas y socioculturales BIEN DIFERENCIADAS.
SUPE que el
PRAGMATISMO es la manera de pensar del capitalista estadounidense. El único
criterio es el éxito, la victoria solo cuenta. ¿Me da esto ventaja?, si es así,
se llama “bien” y “legítimo”, si no, es “malo” y “falso. Una idea es verdadera
en tanto que creerla es beneficioso para nuestras vidas.
ASIMILÉ, muy
especialmente, el fenómeno del denominado GOBIERNO PERMANENTE, o
ESTABLISCHMENT, en el que prácticamente en cada ámbito de la actividad estatal
ha llegado a existir un núcleo burocrático con un alto grado de poder político,
y con una activa participación en el proceso de definición de las políticas
especializadas. Se trata de una especie de “directorio nacional” (que maneja a
ambos Partidos), y que permite el control de los principales decisiones
políticas del país.
Y muy entrelazado con
la presencia anterior, APRENDÍ lo que siempre se ha establecido como fundamento
del sistema estadounidense: el CONSENSO SOCIAL
y la OPOSICIÓN LEAL, objetivos que requiere de una atención permanente de
los gobiernos y las élites dominantes.
Esta precedente evocación me ha permitido, en parte,
conectar los enunciados expuestos con las tremendas y asfixiantes realidades
que están prevaleciendo, en estos dos años de la Administración de Donald
Trump.
Si vamos a analizar cómo es posible el triunfo de este
personaje, es necesario proceder a cuestionarnos una serie de elementos que
parecen salidos de un folletín de inmunda composición.
Mi primera pregunta sería: ¿CÓMO ES QUE SE DECIDE QUE DONALD TRUMP SE ESCOJA PARA SER ASPIRANTE A
ESE TAN IMPORTANTE CARGO EN ESA PODEROSA NACIÓN? Y seguiría:
¿Sería que en una noche de verano, estando en su suite
preferida en la Torre de su nombre, en un momento de éxtasis, con una
acompañante encantadora a su lado, se le haya ocurrido de momento esta
aberración?
¿CÓMO SE LLEGA EN ESA
OPULENTA NACIÓN A LA OSADÍA DE DECIDIR QUE ESE EJEMPLAR, SIN NINGUNA
EXPERIENCIA POLÍTICA, SOLO POR SER MULTIMILLONARIO, CON ESAS CARACTERÍSTICAS DE
PREPOTENCIA, CON SUS MANIFESTACIONES ALTISONANES, DESCONCERTANTES, MEDIOCRES Y
FUERA DE LUGAR, SEA SU POSIBLE PRESIDENTE?
¿QUIÉNES ESTÁN DETRÁS
DE ESTOS TRÁGICOS EVENTOS?
¿QUÉ PODERES HAN
CONVERGIDO, Y CON CUÁLES PRETENSIONES, PARA TOMAR ESTAS DECISIONES QUE PUEDEN
CONVERTIR A NUESTRO MUNDO EN ALGO IRRESPIRABLE?
En el transcurso de la lucha política, Trump fue objeto de
críticas y desaprobaciones, por la forma tan desfachatada, a veces insolente y
prepotente, en sus alocuciones y arengas, que demostraban su falta de
idoneidad, aptitud y mínimas condiciones para ocupar tan inmensa
responsabilidad.
Sin embargo, los PODERES que lo apañaron, supieron nombrar
excelentes profesionales en estos desempeños, como Steve Bannon y otros; que
supieron encaminarlo con astucia a triunfar en esas elecciones, a pesar de que
su oponentes Hillary Clinton, obtuvo aproximadamente 3 millones de votos
populares más que Trump.
Por otro lado, sorpresivamente también, al tomar posesión de
su cargo, comienza una manipulación extravagante que asombró a medio mundo; y
no parece, ni creo que fue debido a su incapacidad.
En su DISCURSO DE INVESTIDURA PRESIDENCIAL, hizo una
declaración decididamente contrario al ESTABLISCHMENT, al expresar:
·
“Durante demasiado tiempo, un pequeño grupo de
la capital de nuestra nación ha cosechado los frutos del gobierno, mientras que
las personas han soportado la carga. Washington floreció, pero la gente no
compartía en su riqueza. Los políticos prosperaron, pero los trabajos se
fueron. Y las fábricas cerraron”. “Estamos transfiriendo el poder de Washington
DC y devolviéndoselo a ustedes, pueblo americano. Nunca más volverán a ser
ignorados”.
Se observa una actitud predestinada a desmantelar los
procesos tan íntimamente arraigados en esa sociedad y sus administraciones,
maniobrando hábilmente para construir plataformas mucho más radicales,
extremistas y fundamentalistas, que se transformen, en última instancia, en un
engendro de carácter FASCISTA, lo
que seguramente será bendecido por los nuevos poderosos grupos que apuestan por
esa nefasta doctrina.
Pudiera ser que se me tilde por algunos como apologista de
la Teoría de la Conspiración, pero sigo recelando que la decisión de recurrir a
este personaje para participar en la contienda para presidente de esa nación,
se debió a sus características especiales que armoniza ampliamente con los fines que se anhelaban.
SINO ESPEREMOS A LO
QUE LA HISTORIA NOS DEPARARÁ.
La Habana, Cuba, 10
de abril de 2019. “Año 61 de la Revolución”
Julio Sergio Alcorta
Fernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario