Hace algún tiempo leí con mucho interés un correo que recibí sobre las posibilidades de que se le haya inoculado el cáncer a Hugo Chávez Frías, a través de una “NANO ARMA”.
Esta tenebrosa noticia me hizo recordar dos momentos célebres en la vida política del querido venezolano.
El primero cuando participó en una de las Cumbres de las Américas, celebrada en Argentina, presidiéndola Néstor Kirchner, y con la presencia, como es natural, del presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
Esto fue vergonzoso para el jefe del imperio, observando con cara de cínico y enfurecido, como estos dos mandatarios latinoamericanos destrozaban para siempre su ansiado ALCA.
El otro caso fue sorpresivo, al comparecer el presidente Hugo Chávez en la Asamblea General de las Naciones Unidas, comenzando su célebre alocución: “Hay olor a azufre; aquí estuvo el diablo; yo le llamo “el diablo” al presidente Bush”.
En estas dos ocasiones , y conociendo la prepotencia, la mentalidad agresiva y el engreimiento de los gobernantes de esa nación; y por demás, estando presente el más obcecado e inepto de ellos, presentí con pesar ,en esos momentos, de que se habían sentenciado penas de muerte por el omnipotente tribunal imperial.
Tristemente, ya no están con nosotros los dos eminentes combatiente latinoamericano del nuevo siglo, cumpliéndose, según mi criterio, la vil condena presagiada.
En el caso que pretendo analizar, no es nada nuevo que hayan salido a la luz hace algún tiempo noticias de hechos similares organizados, financiados y ejecutados por los aparatos de inteligencia de los Estados Unidos, y en muchas ocasiones en complicidad con las altas esferas de esa poderosa nación.
Se sabe que el asesinato del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz y otros dirigentes del Estado cubano, constituyó una de las opciones contempladas por la CIA en combinación con la mafia norteamericana.
La primera tentativa ocurrió tan temprano como en julio de 1960, partiendo de la idea de J.C.King, Jefe de División del Hemisferio Occidental de la CIA, y de acuerdo al asistente director de Planeamiento, C.Tracy Barnes, con su orden , telegrafió a la sede en La Habana, para informar que la posible REMOCIÓN de los tres principales líderes de Cuba: Fidel Castro, Raúl Castro y Che Guevara, estaba recibiendo seria consideración en el cuartel general de la CIA.
Llegó un momento en que las revelaciones que se publicaron de asesinatos extrajudiciales a líderes extranjeros y otros personajes no bien vistos por la élite gobernante de los Estados Unidos, fueron tan escandalosos, que no quedó más remedio, a pesar de la oposición de algunos miembros relevantes, que el Senado de esa nación creara en 1975, un Comité presidido por el senador Frank Church, titulado:
· “US Senate Select Committee to Study Government Operations with Respect to Intelligence Activities”.
El trabajo realizado comprendió 8000 páginas de testimonies bajo juramento, procedente de 75 personas que testificaron durante 60 días de audiencias y numerosas entrevistas del equipo de investigación.
El informe presentado por este Comité del Senado, con el nombre de:
· Alleged Assassination Plots Involving Foreign leaders.
constituyó una documentada e irrebatible denuncia de varios de los complots aparentemente gestados en los más altos niveles del gobierno de los Estados Unidos, y mayormente instrumentado por la CIA, para asesinar , entre otros, a:
· Patricio Lumumba - Presidente del Congo.
· Fidel Castro Ruz - Presidente de la República de Cuba.
· R. Leónidas Trujillo - Dictador y Presidente de Rep. Dominicana.
· Ngo Dim Diemh - Dictador y Presidente de Vietnam del Sur.
· René Schneider - General chileno en el gobierno de Salvador Allende.
Así mismo, confirmaron que en 1961, los principales jefes de la CIA ordenaron la instrumentación de la Operación llamada ZR/RIFLE, cuya misión no era otra, según la terminología empleada en los documentos que le dieron origen, de “crear capacidad para la eliminación física de líderes políticos extranjeros”.
La Sección referida al Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz ocuparon 121 de las 346 páginas del Informe, e incluye los fragmentos más sustantivos de los interrogatorios a protagonista de aquellos hechos; y se revelan las conspiraciones de la CIA y elementos de la mafia estadounidense, para atentar con la vida de Fidel - no todas sino algunas-, particularmente aquella que se desenvolvió en complicidad con la Mafia y el llamado caso AM/LASH.
La situación se hizo tan embarazosa durante ese año 1975, que obligó al presidente de los Estados Unidos, Gerard Ford, firmar una Orden Presidencial en 1976,que decía: “Ningún funcionario de los Estados Unidos participará o conspirará para participar en asesinatos políticos”.
En 1978, el presidente Jimmy Carter, emitió también una orden prohibiendo estos asesinatos.
Sin embargo, el 4 de diciembre de 1981, Ronald Reagan, obsesionado con combatir la “conspiración internacional comunista” en varios frentes, canceló esa orden ejecutiva, creando lo que se denominó por la prensa: “una licencia para matar”.
Y para colmo, el 13 de octubre de l989, George H. Bush, padre, añadió una nueva trampa de relaciones públicas. Emitió un “escrito legal” que permitiría asesinatos “accidentales”, si eso era el subproducto de una acción legal.
Hasta aquí he reflejado alguna información, muy reducida, pues el tema tiene para mucho más, sobre esa candente conjura, que
pienso era necesario evocar, antes de pasar a un asunto vinculado estrechamente a la “NANO ARMA”.
Un artículo publicado por el diario inglés The Guardian en febrero 2012, destacaba que durante la investigación del Comité Selecto del Senado de Estados Unidos sobre Planes de Asesinatos de la CIA a líderes extranjeros en1975, se reveló que la Agencia había desarrollado una pistola de dardos envenenados que causaba ataques al corazón y cáncer.
En el artículo, que podía hallarse en Internet en: http://guardian.co.tt/lifestyle/2012´02-27/cancer-secret-weapon, se destaca una fotografía de la época donde aparecen los senadores Frank Church y Tower John, examinando esa arma de la CIA.
(SE ADJUNTA LA FOTO A ESTE ESCRITO). (Granma, marzo 15 de 2013, p.7)
En su discurso de fin de año, el 28 de diciembre 2011, ante los militares venezolanos, Chávez dio a entender que Estados Unidos podría haber encontrado una manera de inocular cáncer a los líderes latinoamericanos.
Chávez dijo que “recibió la advertencia del líder de Cuba, Fidel Castro, que ha sobrevivido a cientos de intentos de asesinato fallidos”. “Fidel siempre me dijo: Chávez ten cuidado, estas personas han desarrollado la tecnología, eres muy descuidado”.
Han transcurrido 45 años desde que se desató aquel escándalo en que se vieron involucradas las diferentes organizaciones de inteligencia de los Estados Unidos; a pesar de las actuaciones del Congreso y medidas ejecutivas de dos de sus mandatarios prohibiendo su repetición.
Sin embargo, la historia nos está demostrando claramente, que esos poderosos y tenebrosos aparatos de espionaje de los Estados Unidos, y los gobiernos que los dirigen y amparan, seguirán apostando por la eliminación, no solo de los países que no les son afines, sino también de cualquier ciudadano que posea alguna relevancia y, como tal, represente un peligro que interfiera en sus perversas proyecciones.
La Habana, 30 de noviembre de 2019. “Año 61 de la Revolución”
JULIO SERGIO ALCORTA FERNÁNDEZ
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