Considero que los análisis
que hace Everleny en estos artículos están muy completos pero como nos pide el
y nos han pedido nuestros dirigentes debemos proponer soluciones y hacer menos
críticas con lo cual estoy muy de acuerdo. A pesar de esto tengo que hacer
algunas críticas para que se entiendan mis propuestas.
Comienzo con el tema de la
unificación. Sobre este tema se ha disertado mucho y no quisiera repetir las
cuestiones que los especialistas han dicho con las que en su gran mayoría estoy
de acuerdo pero quisiera tratar algo de lo que no se ha hablado, en mi opinión,
lo suficiente. Quisiera ir al origen del CUC. Como algunos, muy pocos, han
escrito la introducción del CUC en nuestra economía se hace, en un inicio,
respetando el respaldo que esta moneda tenía en MLC. Por ese motivo durante un
buen tiempo con CUC podíamos comprar MLC y operar como si el CUC fuera MLC.
Con el tiempo vino lo que
para mí fue el “pecado capital”, comenzamos a entregar incentivos en CUC
imprimiendo esta moneda sin un respaldo en MLC. ¿Es que acaso no podíamos haber
entregado esos incentivos en CUP al cambio de la calle aunque los incentivos
sean más que los salarios? El hecho real es que en estos momentos tenemos en la
calle un montón de CUC sin respaldo en MLC lo que hace que el CUC no tenga
ningún objetivo de existir como si lo tuvo en un inicio.
Por tanto mi propuesta es que lo más rápido posible eliminemos el CUC
cambiándolo a la tasa oficial a CUP a todos los que lo posean.
Esto que digo anteriormente
no tiene nada que ver con los problemas fundamentales de la unificación que son
la eliminación de las disímiles tasas de cambio, fundamentalmente la oficial de
1CUC/USD=1CUP y que su eliminación traerá muchas consecuencias de las que ya se
ha escrito.
Este sería el tema mas complejo y que se debe pensar
con mas detalle pero si limpiamos el camino de CUC nos quedaríamos solo con el
CUP de circulación nacional y el MLC que no circula oficialmente pero que como
dice Everleny y muchos otros hay millones en Cuba y debemos buscar las vías de
interes para todos en que podamos recogerlo.
Aquí viene otro asunto del cual se habla mucho en los
intercambios y que es la convertibilidad de la moneda nacional (sea el CUP, el
CUC o la que sea). Según conozco Cuba no es el único país en que su moneda no
es convertible. Durante mucho tiempo solo se manejaba el CUP en Cuba y este no
era convertible. ¿Por qué se habla ahora de su convertibilidad, es esto
imprescindible? Podría dar varias razones para no tener que hacerlo convertible
pero estoy seguro que los especialistas me entienden.
Estoy
totalmente de acuerdo con las tiendas de venta por tarjeta en MLC y lo que
considero es que se debe ampliar lo mas pronto posible su diapasón de ventas y
si en su momento las TRD se utilizaron para la recogida del MLC que necesitaba
el país, esta y otras parecidas sean ahora las vías para hacerlo y las TRD y
sus similares se conviertan en la venta de las necesidades de la población que
no se satisfacen por la libreta buscándose un medio de financiamiento, que
puede ser un % de las ventas en MLC, para que las TRD puedan comprar sus
abastecimientos.
Por el momento estas son mis propuestas que pongo a su
consideración. Mas adelante escribire sobre otros temas relacionados
El problema de la convertibilidad del CUP es: el reclamo de la población para poder viajar, de los inversionistas extranjeros para llevarse su dinero y de las empresas estatales para dar entrada a sus compras Internacionales. Antes existía el diferencial de precios que asumía comercio exterior y los precios de compra y venta eran fijos. Esa política llevó a la deuda que terminarán de pagar nuestros bisnietos.
ResponderEliminarEl otro problema es que hoy se habla de las TRD,como si fuera un mercado común, cuando no es para los que ganan un salario lícito, por lo tanto si ponen las TRD en USD, el pueblo desesperado hará cualquier actividad ilícita para obtener los productos necesarios. Hoy a unos días de creadas si no le pagas por la izquierda a los tenderos no logras comprar lo más demandado.
Rogelio Castro Muñiz