Las potencialidades reales de la agricultura para incrementar en cantidad y viabilidad económica la producción de alimentos en la compleja situación actual, centraron las evaluaciones del Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, en las provincias de Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
«Lo fundamental es no quedarnos cruzados de brazos, pues tal vez los rendimientos queden algo por debajo, pero si preparamos la tierra, sembramos y limpiamos, se puede ir paliando el problema», subrayó, atendiendo a las limitaciones objetivas que impuso al mundo la covid-19, y que afectan al sector en la Isla, sobre todo en la importación de fertilizantes y herbicidas.
Acompañado en los encuentros de Las Tunas y Holguín por Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República; así como por José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido; Jorge Luis Tapia Fonseca, viceprimer ministro; Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura, y las máximas autoridades territoriales del Partido y el Gobierno, Machado Ventura valoró que, aprovechando las recientes lluvias, debe apelarse a ocupar toda la tierra disponible, tanto en estructuras productivas estatales como mediante la entrega a usufructuarios, a la rotación de cultivos, al desyerbe oportuno con equipos, bueyes, o manualmente, y a un mayor acopio de lo cosechado.
PROTEGER TODO LO QUE SE SIEMBRA
«No solo se trata de sembrar, sino de proteger lo que se siembra, que los resultados finales sean visibles en el rendimiento de la cosecha», dijo en Las Tunas el Segundo Secretario.
Allí conoció que, hasta la fecha, se cumple la siembra prevista para la campaña de primavera, empleando la tracción animal en una quinta parte de las extensiones plantadas, con énfasis en el intercalamiento de cultivos como boniato, yuca, maíz y frijol caupí.
Entre las áreas sembradas y las que se encuentran en movimiento, el territorio dispone de lo suficiente en preparación para honrar los compromisos de junio, aunque reporta atrasos en las parcelas que se dedicarán a los granos.
Machado Ventura se interesó también por la marcha del proceso de recontratación, que sumó un aporte de cientos de toneladas de alimentos por encima de lo pactado inicialmente. Se analizó, además, la entrega de carne a la industria, y la difícil situación que presenta la producción porcina en el territorio, complicada por la falta de materias primas para la fabricación de piensos.
En tal sentido, Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura, repasó las estrategias para la recuperación de ese ganado, mediante los convenios estatales, el intercambio directo con los productores y las alternativas para obtener alimento animal.
En Holguín, la intensidad de los ritmos de las siembras correspondientes a mayo permitió sobrepasar las extensiones planificadas, con los mayores beneficios para las viandas y los granos, y muy ligeros incrementos en el arroz; aunque faltan por roturar unas 5 000 hectáreas del compromiso con la campaña.
Otro tema medular fue la producción y acopio de leche, con mejoría, dadas las lluvias de las últimas semanas. El Segundo Secretario hizo notar el efecto inmediato que genera la disponibilidad de agua, lo cual demuestra que los ganaderos del territorio no han hecho lo suficiente para que, en épocas de sequía, las vacas beban lo que necesitan, situación a la que se une el poco interés en sembrar pastos y otros cultivos que sirven para alimentar al ganado.
Lograr consolidar la producción de semillas ante la compleja situación que enfrenta el país también fue confirmada, durante la reunión en la provincia de Granma, como garantía de mejores y más estables resultados en el sistema agrícola.
Contar con simientes de calidad permite ganarle tiempo a la cosecha y ahorrar combustibles, por concepto de la transportación de esos insumos, resaltó Machado Ventura, quien reiteró la estrategia nacional de alcanzar la soberanía alimentaria desde el autoabastecimiento local.
De los cultivos previstos para sembrar en la temporada, solo el frijol caupí fue afectado, precisamente por la falta de semilla en la primera etapa, aunque debe recuperarse en los meses de junio, julio y agosto. Para honrar los compromisos de siembra en lo que resta de la campaña, e incluso incorporar al plan otras 7 800 hectáreas, el territorio granmense tiene asegurada la disponibilidad de la semilla agámica (plátano, yuca y boniato) y de la botánica (maíz, frijol caupí y otras hortalizas), aseguró el delegado del Minag allí.
El Ministro del sector insistió en la importancia de no detener la producción de rubros exportables, como el carbón vegetal, el tabaco y la miel, a pesar de que los mercados internacionales estén paralizados por la covid-19. «Estos productos, que aquí cumplen favorablemente sus planes y ahora se acopian en espera de la reapertura de la exportación, son los que junto a la recuperación de los polos productivos deben garantizar resultados sostenibles, no solo para Granma, sino para el oriente cubano», aseveró.
PONER A TOPE LAS TIERRAS CULTIVABLES
En Santiago de Cuba, Machado Ventura constató la diversidad de cultivos con que se ocuparon las tierras durante mayo, con sobrecumplimiento en todas las variedades, y se aseguró que las parcelas en preparación serán dedicadas a renglones de ciclo corto, en virtud de la necesidad de disponer rápido de alimentos en oferta.
En el encuentro del recorrido precedente, los guantanameros recibieron la orientación de acelerar la preparación de tierras, a lo que correspondieron con el alistamiento y siembra de las extensiones previstas, de las cuales más de una tercera parte fue roturada con bueyes, como paliativo al déficit de combustibles.
La producción cafetalera en la provincia del extremo oriental cumplió sus indicadores y logra sobrepasar las exportaciones fijadas. Además, existen inventarios de carbón, sustrato de caparazón de coco y otros rubros, listos para el envío al mercado exterior cuando la actividad exportadora se reinicie.
Al respecto, Machado Ventura significó el resultado del empuje movilizador de los cuadros, comentó el notable aporte de los jóvenes y el acompañamiento del pueblo, e indicó no conformarse: «Nuestra agricultura puede dar más; de este apretón tenemos que extraer experiencia».
SENTAR LAS PAUTAS PARA OTRAS CAMPAÑAS
La zafra azucarera mereció un apartado en el que el vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, puntualizó algunos aspectos determinantes con vista a la venidera contienda, tales como la gestión eficaz, la estabilidad de directivos y fuerza de trabajo, la recuperación de las atenciones culturales a la caña, la planificación de los estándares de eficiencia, teniendo en cuenta las tipicidades de cada central, y revitalizar la obtención de derivados.
«El futuro de la industria azucarera está en ser más sustentable por sus derivados que por el crudo», afirmó Valdés Mesa en Las Tunas.
Machado Ventura retomó en Santiago de Cuba la extraordinaria importancia de consolidar de una vez la producción cañero-azucarera, con base en el rendimiento de los campos y la eficiencia de los centrales, puso énfasis en el aseguramiento de una cosecha cafetalera superior, llamó la atención sobre garantizar el mango pactado con la industria, y reafirmó la imperiosa necesidad de incrementar las producciones de carne de cerdo y de leche de vaca.
Que el aporte se concrete en el aprovechamiento de la tierra, mediante la explotación de todas las reservas existentes, con innovación, ingenio y participación, es la única garantía de continuar resistiendo los embates naturales, como la enfermedad pandémica que azota y los efectos de la obstinada política enemiga del bloqueo que pretende asfixiarnos.
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