La reciente decisión del Consejo de Ministros de Cuba de ampliar los espacios del sector no estatal, liberando las actividades del trabajo por cuenta propia (ahora solo queda una lista de unas 124 actividades que no se pueden realizar) es un paso en la dirección correcta.
La reforma monetaria y cambiaria (devaluación de la moneda e incremento salariales) tiene un fuerte impacto sobre los costos de las empresas estatales (líderes de la economía nacional), las importaciones son más caras y el fondo salarial muy superior, debido a lo cual es necesario el ajuste de estos como una condición para su eficiencia, rentabilidad y sustentabilidad.
Sin embargo, las empresas aún no tienen la autonomía suficiente para realizarlo, en especial para reducir el empleo superfluo o innecesario que es un componente muy importante del costo más ahora con el reciente incremento salarial.
Para que este proceso sea viable hay que crear nuevas fuentes de generación de empleo y en eso es fundamental el sector no estatal (privado y cooperativo), es lo que explica la necesidad de permitir la creación de PYMEs.
La actual medida no llega aún hasta allí, pero es un paso en la dirección correcta al ampliar el trabajo del sector no estatal, aún en su versión de TCP.
Es obvio que tampoco este sector puede generar todo el empleo necesario pero si permitiría reducir muchísimo el desempleo que genere el ajuste. Los trabajadores que después de este proceso queden aún en situación de desempleo deberían ser subsidiados directamente por el estado, fuera de las empresas para no afectar la rentabilidad de estas.
Si este proceso no se produce las empresas continuarán trasladando sus costos a los precios y se mantendrán las presiones inflacionarias, que, como hemos explicado en otros textos, tiene en esto una de sus causas, aunque no la única.
La inflación es uno de los principales problemas que tiene la economía hoy día con una demanda solvente muy por encima de la oferta disponible. Obviamente el bloqueo norteamericano y la pandemia de COVID 19 son factores que agravan la situación, sin embargo la forma de superar los actuales problemas pasa por el avance integral y secuencial de la reforma económica, de la cual el ordenamiento monetario es solo un componente.
La actual medida, además de ampliar las fuentes de empleo, incentiva mayores producciones de productos y servicios, con lo cual contribuye a elevar la oferta. Es una importante medida aunque aún insuficiente, podría ser el preámbulo de la mayor diversificación del tejido empresarial del país.
Todo movimiento en ese sentido es positivo, aún cuando sea insuficiente, aquí vale lo que suele decir un gran amigo “todo suma”, o sea todo va sumando.
Sin embargo hay que tener presente que el tiempo es ya una variable crítica y la secuencia del proceso esencial.
7 de febrero 2021
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