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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 1 de octubre de 2021

Cuarta revolución industrial. Su impacto en las relaciones sociales y productivas

 Por Rafael Alhama Berlamaric

Nuevamente el profesor Calves trae en una breve reflexión un tema, que no considero extemporáneo, la de la 4ta revolución industrial, más bien a tono con el mundo desarrollado. Es decir, a tono con la tendencia del mundo desarrollado que va marcando pautas desde hace al menos una década, es decir en el mundo prepandémico, y que ahora, en el pandemonium que se vive en el mundo marcado por la pandemia y por otras crisis que están rondando, con mucho ruido y confusión, marca pautas y diferencias entre los elegidos y los relegados.

Y es que no se trata solo del desarrollo tecnológico y su uso. Si fuera así, en el nivel más bajo de esta escala, alejado aún de los sistemas ciberfísicos y la robótica, pero coqueteando con la tecnología digital, se habría resuelto en un instante el tranque que se formó por la mañana cuando fui a cobrar a un cajero automático, y los cinco no funcionaban; uno con una tarjeta atravesada desde el día anterior, y los otros cuatro sin dinero. La explicación de una trabajadora del banco era clara, tajante, y desesperanzadora, sin sombra de innovación: “no podía hacer nada“ (¿?); “no había personal suficiente“(¿?); “el de la llave está de vacaciones“ (¿?). Si a alguien le parece que nada tiene que ver esta situación con el tema, se puede abrir un espacio de debate enriquecedor.

El impacto de las relaciones sociales y productivas, nunca bien entendidas, pero ni atendidas por algunas disciplinas técnicas, que han sido objeto de atención de filósofos, economistas, sociólogos, psicólogos, antropólogos, historiadores, políticos, entre otros, desde el siglo XVII desde la máquina de vapor, ahora, con los robots integrados en sistemas ciberfísicos, con transformaciones radicales que son reales, solo hay que ver algunos documentales de superfábricas donde sólo se observan brazos robóticos que se mueven acá-allá y arriba-abajo, pero al final monitoreados por personas, ahora es mucho mayor, dentro y fuera de la empresa.

¿Pero es posible asimilar, aprehender, esta convergencia de tecnologías digitales, físicas, biológicas, cuando aún nos debatimos en la asimilación de elementos organizativos y productivos, para no hablar de tecnologías, en la mayoría del tejido empresarial e institucional?

Quizás la respuesta de las modificaciones fundamentales de la forma de trabajar, de organizarse, de relacionarse, de vivir, está precisamente en las pocas organizaciones pioneras que de alguna manera ya están en ese camino, desarrollando una organización de procesos y uso de los medios de producción como parte de un ciclo completo, donde se combinan infraestructura física, software, sensores, nanotecnología, neurotecnologías, biotecnología, tecnología digital de las comunicaciones, sistemas de almacenamientos de energía.

No por gusto uno de los impulsores o promotores, Schwab, director ejecutivo del Foro Económico Mundial y autor entre otros del libro “La cuarta revolución industrial“, alerta, que no se trata de un conjunto de tecnologías, sino de sistemas que se levantan sobre la base de las revoluciones anteriores, entre otras, la digital aún en asimilación. Pero no es una prolongación, sino rompimiento de los esquemas anteriores, puesto que la velocidad, el alcance y el impacto en los sistemas no es comparable. Por lo tanto, si la primera marcó el paso de la producción manual a la mecanizada, y la segunda trajo la electricidad y manufactura en masa, incomparable con la anterior, la que trajo a mediados del siglo XX, la electrónica y la tecnología de la información y las telecomunicaciones, fue un salto de gigantes. La automatización total de la cuarta revolución lleva a otro salto al que la mayoría no está preparada, es la de la sustitución de la mano de obra humana por los sistemas ciberfísicos. Cooperan entre ellos y con los humanos, toman decisiones, llevan a cabo una relación inteligente como parte de redes inteligentes. ¿Inteligente hasta que punto? se verá en el futuro. 

Si fue tema en Davos es porque se calcula en trillones el impacto económico los próximos años en el grupo de los 15 países más desarrollados, inmensas inversiones, y millones de puestos de trabajo que irán al museo de la historia, y se crearán otros nuevos, que aún no están ni diseñados. 

Bueno, aquí surgen otros temas relacionados. La primera pregunta que se hacen muchos es ¿para quiénes traerá beneficios en términos de ingresos y de mejoramiento de la calidad de vida?

La respuesta de Schwab es clara y precisa: “para quienes sean capaces de innovar y adaptarse“. Por lo tanto, es un RETO. Y se sabe que los retos implican riesgos de INNOVAR. No es de extrañar que haya tantos entusiastas como detractores, y por la velocidad puede ser mucho más devastador, en todos los sentidos, que la tercera revolución.

Evidentemente, por las inequidades ya existentes, y de mantener las relaciones en el mismo plano, las inequidades se harán aún mucho mayores. Tanto, que se llama a un debate democrático sobre los cambios tecnológicos que están presentes. Tanto, que ya está presente una reformulación geopolítica. Se hacen llamados a la inversión en Investigación y Desarrollo, en educación, en innovación, en revaluar el sistema económico global, los derechos de los trabajadores y la seguridad económica, evaluar la carrera de la competencia impositiva y los monopolios globales casi sin límites conocidos.

Se habla de reconsiderar un “compromiso colectivo“ con el capitalismo, de tal manera de repensar el capital financiero, ambiental, social, humano, sin perder de vista los motores básicos del crecimiento, la iniciativa empresarial y buscar modelos de negocios innovadores. Las empresas deben contribuir, señala Schwab, a “bienestar social y el bien común“, responsabilidad social dicen otros; en una palabra, “un nuevo tipo de capitalismo“. Las empresas y los empresarios con una conciencia social y ambiental. “Para satisfacer esa necesidad, el Consejo Internacional de Empresarios del Foro Económico Mundial ha desarrollado un conjunto de “Métricas de Capitalismo de Partes Interesadas” para que las empresas puedan estar de acuerdo en lo que concierne a evaluar valor y riesgos“.

Les dejo esta idea para reflexionar, dice Schwab: “....definir conjuntamente”......El reinicio que necesitamos no es una revolución o la adopción de alguna nueva ideología. Más bien, debería ser visto como un paso pragmático hacia un mundo más resiliente, cohesivo y sustentable. Algunos de los pilares del sistema global tendrán que ser reemplazados y otros, reparados o fortalecidos“. 

Ciertamente, en la definición conjunta del futuro está la clave del mañana, y de la cuarta revolución industrial. No es la renovación tecnológica por si sola la que va a salvar la distancia del desarrollo, el bienestar general y la calidad de vida. La misión de contribuir al desarrollo social, económico y ambiental del país a través de productos de alta calidad, utilizando las mejores tecnologías disponibles, con innovación constante, a través de organizaciones productivas y de servicios que busquen excelencia y calidad, trabajo en equipo, compromiso, estructuras simples, responsabilidad social y ambiental, solo es alcanzable, si se toman en consideración las relaciones sociales y productivas.

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