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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 28 de noviembre de 2025

¿Dónde está el efectivo que no tiene el banco?

Han aumentado los delitos financieros basados en el tráfico de divisas, mediante la retención, acumulación y reventa ilegal de grandes sumas para esquemas especulativos con ánimo de lucro


27 de noviembre de 2025 20:11:48


El efectivo incautado es solo lo acumulado al momento de la operación policial; los flujos realizados multiplican varias veces esos millones de pesos. Foto: MININT


Hay gente en Cuba y fuera de ella «jugando» a la bolsa; gente que capitaliza todo lo que falta y especula con aquello que no alcanza.

Sobre los que padecen, dicen: «no son familia mía»; pero entre los dañados se cuentan los vecinos, los amigos, quizá su propia madre, gente conocida que depende de un salario, de una pensión, de un pago al día que ya no pueden siquiera, confiada y tranquilamente, ir a sacar de un cajero.

Pero aquel es un negocio, y uno jugoso, no apto para «flojos que se duelan de cualquiera».

Hay gente en Cuba que compra y vende dinero al precio de todas las carencias, las inducidas que pagan desde afuera para que así sea, y las que no hemos sabido resolver a fuerza de azadón, de inversión local, de fábrica con materia prima propia, de servirnos los unos a los otros con decencia, confort y sostenibilidad.

Y es por gente como aquella, entre otras causas, que hoy en Cuba hay bancos sin dinero en efectivo y, a la par, individuos con el efectivo de los bancos; mientras que en estos conviven dos tipos de cajeros: los humanos, casi siempre ociosos, y los automáticos, casi siempre vacíos.

***

Para complicar todavía más el entorno económico, han proliferado en el país conductas vinculadas a delitos financieros cuya figura base es el tráfico de divisas, y que consisten en la retención, acumulación y reventa ilegal de grandes sumas de efectivo, a fin de operar en esquemas especulativos de diversa naturaleza, esencialmente con ánimo de lucro.

En todos los casos, hacen el juego al objetivo subversivo de privar al país de los flujos financieros, provenientes de las remesas, y deteriorar la capacidad de la moneda nacional, empleando las tasas referenciales del mal llamado mercado cambiario informal.

Recientemente, el Ministerio del Interior (Minint) operó e hizo pública la desarticulación de una red que actuaba bajo un esquema de compensación financiera internacional, la cual, liderada por un denominado financista, se dedicaba a captar en Estados Unidos los dólares que por concepto de remesas debían llegar a familiares en Cuba, a cambio de entregarlos en moneda nacional.

A la par, usaba estos dólares retenidos para comprar en EE. UU. mercancías a mipyme cubanas, cuyas recaudaciones por las ventas luego acopiaba, a fin de pagar en territorio nacional las remesas comprometidas.

¿Sus ganancias?: las comisiones que cobraba tanto por la ejecución de la compra y la importación de mercancías como por el servicio de remesa.

El teniente coronel Yisnel Rivero Crespo, jefe del Departamento de Delitos Económicos del Órgano de Instrucción del Minint, informó a Granma que hay en curso en el país más de un centenar de investigaciones contra conductas de este tipo que, aunque con fines similares, ensayan modus operandi diversos.

Otro botón de muestra reciente, explicó, es la desarticulación simultánea de tres cadenas delictivas con centros de operaciones en las provincias de Villa Clara, La Habana y Pinar del Río, en todos los casos con flujos financieros de cientos de millones de pesos en efectivo –o sea, dinero no bancarizado–, y que eran ejecutados en corto tiempo.

El caso de Villa Clara, registrado en el expediente de fase preparatoria No. 862/2025, detalló Rivero Crespo que tiene hasta ahora cinco implicados directos que operaban bajo la modalidad de compensación financiera internacional descrita, pero con la peculiaridad de que un solo gestor en Cuba coordinaba, simultáneamente, la actividad de dos financistas en el extranjero: uno en Estados Unidos y otro en España.

En estos países, precisamente, radican las dos más grandes comunidades de cubanos residentes en el exterior; por tanto, son los escenarios propicios para secuestrar la mayor cantidad de divisas, cobrar por ello, y compensarlas en la Isla con la recirculación de la moneda nacional.

La red del operador villaclareño incluía dos mensajeros –uno por cada país–, quienes acopiaban el efectivo y distribuían, con la participación de otros dos asalariados, el equivalente a las remesas en localidades de las provincias de Sancti Spíritus (la ciudad de Trinidad entre ellas) y de Las Tunas.

Dijo el perito que el gestor principal –por dos años involucrado en esta actividad– controlaba un flujo semanal de centenas de millones de pesos en el acopio del efectivo por las ventas de varias formas de gestión no estatal en la misma provincia, a las cuales los financistas en el exterior pagaban contenedores de mercancías por comisiones de entre el 6 % y el 12 % del precio de compra más los gastos de importación.

Los lunes y viernes eran los días asignados para la distribución de las remesas a sus destinatarios, que incluía pago en USD si el cliente así lo demandaba. Por tanto, la operatoria de esta red contemplaba, también, la compra ilegal de dólares.

CASAS DE CAMBIO, LITERALMENTE

El Jefe del Departamento de Delitos Económicos del Órgano de Instrucción del Minint también se refirió al enfrentamiento de dos casos similares en Pinar del Río y en La Habana, pero sin la participación de la figura del financista extranjero.

En la provincia más occidental se trató de una organización de cuatro personas dedicadas a la compra local de toda la divisa posible, siempre sobre la base de la tasa referencial del mercado cambiario informal, aunque manipulada a conveniencia, según la operación de compra o de venta que demandaban los que acudían a ellos en procura de efectivo en divisas: viaje al exterior, capital para adquirir mercancías de contrabando, otras compras puntuales…

Documentado el caso en el expediente de fase preparatoria No. 1021/2025, el oficial investigador precisó que, de esta organización, una muchacha muy joven está siendo procesada por gestionar en redes sociales la actividad ilícita en grupos cerrados.

Rivero Crespo resaltó, además, cómo el alcance en la realización de un delito varía entre un territorio y otro, y se ajusta a la demanda de divisas que puedan generar las actividades diversas que exijan el empleo de monedas extranjeras, fundamentalmente dólares.

Un ejemplo comparativo es el caso operado en los últimos días en La Habana, exactamente en el municipio Diez de Octubre, registrado en el expediente de fase preparatoria No. 1344/2025

Con modus operandi similar al de Pinar del Río, involucró a un solo ciudadano, jefe de sí mismo, con su propia casa como centro para la compra directa de dólares en efectivo, hasta concentrar montos con los que sí era capaz de financiar grandes operaciones comerciales de formas de gestión no estatal que demandaran esa moneda.

Por supuesto, para ello necesitó acumular cantidades millonarias de efectivo en moneda nacional, a fin de comprar divisas sin interrupción y hacerse de los fondos que le permitieran, incluso, ofertar capital a los actores económicos en Cuba.

¿Que un delito de estos aquí, y otro allá, pueden sacudir la economía nacional? No lo hicieran si fueran dos o tres.

Pero que sea un fenómeno expandido en todo el país exige una contención urgente que, además del enfrentamiento –recuérdese, el Minint opera más de cien casos ahora mismo–, debe encontrar sostén en la implementación de inaplazables acciones para la estabilidad macroeconómica a que apunta el Programa de Gobierno.

Nada en estos esquemas ilegales de negocio, con base en el tráfico de divisas, puede pasar por inocente; sobre todo porque entre las brechas reales que una tasa de referencia oficial inoperante deja al desnudo, y las brechas artificiales que las tasas del mercado informal exageran, está toda la oportunidad para esa especulación con la que lucran los pillos, a quienes no les importa si los montones de billetes que retienen en sus casas se traducen –amén de una precaria e insuficiente infraestructura de bancarización– en cientos de cajeros vacíos o en miles de pensionados cuyos fondos en sus tarjetas magnéticas se les hacen inútiles.
Un ejemplo de anuncio del servicio ilegal de remesas. Foto: Archivo

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