El sector apenas contribuye con el 3,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Las autoridades aspiran a que el sector aporte entre cinco y siete por ciento del PIB.
Foto: Archivo IPS-Cuba
La Habana, 4 jun.- Nuevas políticas de precios de acopio para los productos agropecuarios y de venta de insumos entraron en vigor el primero de junio, en busca del despegue del sector y reducir las importaciones de alimentos que absorben 2.000 millones de dólares anuales.
Marino Murillo, vicepresidente del Consejo de Ministros, anunció en el XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), en mayo pasado, que las empresas estatales aumentarán los precios de compra a los agricultores de productos como leche fresca, café, frijoles y miel de abejas.
Los bajos precios por parte de las entidades estatales de la leche, el rubro más deprimido, son considerados hoy la causa fundamental en la deprimida producción lechera cubana, que apenas alcanza 300 millones de litros al año.
A esta limitante, fuentes especializadas suman la carencia de recursos fundamentales para la ganadería, la poca disponibilidad de alimento animal y el deterioro constructivo de las vaquerías.
Para cubrir necesidades mínimas, el país debe importar anualmente 40.000 toneladas, a un costo de unos 120 millones de dólares.
“Hasta ahora si la leche no reunía los parámetros que exige la industria láctea, pagaban el litro a 35 centavos. ¿Y quién va a alimentar a una vaca y levantarse todos los días de madrugada por ese precio?”, aseveró un productor de la zona este de La Habana.
Ahora el litro se tasaría entre 2,40 y hasta cinco pesos cubanos (entre 12 y 25 centavos de dólar), en dependencia de la calidad certificada por la industria, anticipó Murillo.
En Cuba, para fijar el precio de la leche fresca se miden parámetros como sólidos, grasa y reductasa (contenido de bacterias).
Por la miel, con elevados precios para la exportación, los productores cobrarán 17.900 pesos por tonelada, mientras que en el café se triplicó el valor a todas las variedades y categorías del grano, se anunció.
El también ministro de Economía y Planificación explicó que serán equiparados los precios de insumos como combustible, fertilizantes, pienso único porcino, molinos a viento y mochilas para fumigar, entre otros, para todos los productores y todo tipo de cultivo.
Gerardo Cruz, de Niquero, en la oriental provincia de Granma, valoró que se trata de una decisión para aumentar la producción de carne y leche y así poder disminuir las costosas importaciones.
Para la producción porcina, son factibles las medidas para los insumos porque podremos adquirirlas con orden y no tendremos que comprar el pienso a quienes lo venden en la calle a 2.000 pesos cubanos (80 dólares) por tonelada, indicó.
El alza de los precios de los productos, sobre todo la leche, tuvo por lo general una favorable acogida entre productores.
“El precio prácticamente se duplica. Eso va a redundar en un incremento de la producción”, dijo Gaudencio García, de la cooperativa Ernesto Guevara, en La Sierpe, Sancti Spíritus.
“Nosotros como familia producimos más de 200 litros diarios pero pudieran ser más en el futuro. Con los cambios, podremos tener más fuerza de trabajo, invertir más en la finca, mejorar las condiciones para producir y hacer sentir mejor la gente, sobre todo, los jóvenes”, planificó.
“También las medidas puede traer una disminución en los precios de los alimentos del agro, pues las familias emplean hoy 75 por ciento de sus ingresos en comida”, apuntó.
Sin embargo, a juicio de Ramón García, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Orlando López, de la Lisa, esta decisión no es suficiente.
“Deben interiorizarlo bien las empresas que interactúan con nosotros –estas evalúan y fijan los precios del producto dirigido a la industria-, para aplicarlo de forma justa, pues solo si la empresa lo hace de manera adecuada vamos a lograr que el campesino se estimule”, sostuvo.
“La ayuda sería que se pusiera una entidad imparcial que evalúe la calidad de la leche y fije los precios”, consideró.
Para Luis Lafargue, presidente de la ANAP en el municipio de Boyeros, “el próximo salto es que la empresa entienda que esto se está haciendo para contribuir a que el campesino produzca más”. (2015)
A esta limitante, fuentes especializadas suman la carencia de recursos fundamentales para la ganadería, la poca disponibilidad de alimento animal y el deterioro constructivo de las vaquerías.
Para cubrir necesidades mínimas, el país debe importar anualmente 40.000 toneladas, a un costo de unos 120 millones de dólares.
“Hasta ahora si la leche no reunía los parámetros que exige la industria láctea, pagaban el litro a 35 centavos. ¿Y quién va a alimentar a una vaca y levantarse todos los días de madrugada por ese precio?”, aseveró un productor de la zona este de La Habana.
Ahora el litro se tasaría entre 2,40 y hasta cinco pesos cubanos (entre 12 y 25 centavos de dólar), en dependencia de la calidad certificada por la industria, anticipó Murillo.
En Cuba, para fijar el precio de la leche fresca se miden parámetros como sólidos, grasa y reductasa (contenido de bacterias).
Por la miel, con elevados precios para la exportación, los productores cobrarán 17.900 pesos por tonelada, mientras que en el café se triplicó el valor a todas las variedades y categorías del grano, se anunció.
El también ministro de Economía y Planificación explicó que serán equiparados los precios de insumos como combustible, fertilizantes, pienso único porcino, molinos a viento y mochilas para fumigar, entre otros, para todos los productores y todo tipo de cultivo.
Gerardo Cruz, de Niquero, en la oriental provincia de Granma, valoró que se trata de una decisión para aumentar la producción de carne y leche y así poder disminuir las costosas importaciones.
Para la producción porcina, son factibles las medidas para los insumos porque podremos adquirirlas con orden y no tendremos que comprar el pienso a quienes lo venden en la calle a 2.000 pesos cubanos (80 dólares) por tonelada, indicó.
El alza de los precios de los productos, sobre todo la leche, tuvo por lo general una favorable acogida entre productores.
“El precio prácticamente se duplica. Eso va a redundar en un incremento de la producción”, dijo Gaudencio García, de la cooperativa Ernesto Guevara, en La Sierpe, Sancti Spíritus.
“Nosotros como familia producimos más de 200 litros diarios pero pudieran ser más en el futuro. Con los cambios, podremos tener más fuerza de trabajo, invertir más en la finca, mejorar las condiciones para producir y hacer sentir mejor la gente, sobre todo, los jóvenes”, planificó.
“También las medidas puede traer una disminución en los precios de los alimentos del agro, pues las familias emplean hoy 75 por ciento de sus ingresos en comida”, apuntó.
Sin embargo, a juicio de Ramón García, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Orlando López, de la Lisa, esta decisión no es suficiente.
“Deben interiorizarlo bien las empresas que interactúan con nosotros –estas evalúan y fijan los precios del producto dirigido a la industria-, para aplicarlo de forma justa, pues solo si la empresa lo hace de manera adecuada vamos a lograr que el campesino se estimule”, sostuvo.
“La ayuda sería que se pusiera una entidad imparcial que evalúe la calidad de la leche y fije los precios”, consideró.
Para Luis Lafargue, presidente de la ANAP en el municipio de Boyeros, “el próximo salto es que la empresa entienda que esto se está haciendo para contribuir a que el campesino produzca más”. (2015)
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