Expertos independientes de la ONU en derechos humanos advirtieron hoy que sanciones unilaterales como el bloqueo estadounidense contra Cuba juegan con la vida de las personas, carecen de lógica y deben cesar.
En declaraciones a Prensa Latina, el relator especial para el impacto negativo de las sanciones unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Idriss Jazairy, precisó que el diálogo y la negociación constituyen el camino para resolver las diferencias, y no castigos como el que han sufrido los habitantes de la isla por más de medio siglo.
Se trata de medidas que traen a la mente la realización de una cirugía delicada con un cuchillo de cocina, opinó el exdiplomático y activista argelino, quien ocupa el cargo desde mayo de 2015.
Jazairy recordó que el anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama, comenzó un proceso dirigido a levantar el cerco económico, comercial y financiero, en sintonía con los avances en las relaciones bilaterales con Cuba, pero la situación parece regresar al pasado, a partir de la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.
Retroceder no me parece lógico, debe de haber consistencia, por lo que espero la continuidad del diálogo para encontrar mejores soluciones, subrayó.
Trump anunció en junio su decisión de revertir los progresos en los vínculos La Habana-Washington y de recrudecer el bloqueo, pese al repudio mundial a esa medida, manifestado desde 1992 en la Asamblea General de la ONU, donde se adopta de manera categórica una resolución que exige su levantamiento.
En 2016, 191 de los 193 países miembros de la organización respaldaron la iniciativa, Estados Unidos e Israel se abstuvieron, documento similar al que se volverá a discutir el 1 de noviembre en la Asamblea, con un resultado que nadie duda, una nueva y abrumadora condena global al cerco.
Por su parte, el experto independiente para la promoción de un orden internacional democrático y equitativo, Alfred de Zayas, aseguró aquí a Prensa Latina una coincidencia total con lo expresado por Jazairy.
Las sanciones unilaterales son incompatibles con las leyes internacionales y con un orden democrático y equitativo, y deben eliminarse en nombre de las víctimas, señaló.
De acuerdo con el jurista norteamericano, estas acciones resultan incompatibles con las obligaciones de los gobiernos en materia de derechos humanos, sobre todo porque transgreden el derecho a la vida.
Cuando no llega una medicina a un paciente por este tipo de medidas coercitivas unilaterales y la persona muere, el país que las aplica es responsable, expuso de Zayas, quien defendió la compensación de los afectados cuando tales casos ocurran.
Hacer daño no tiene ningún sentido, y menos que se haga con impunidad, sentenció.
Jazairy y de Zayas, quien está cerca de culminar el mandato que inició en 2012, se encuentran por estos días en Nueva York, para la presentación de sus reportes en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
PL
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