MATANZAS.–La central termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, el bloque unitario más grande del país, logró una carga promedio de generación de más de 270 megawatts en los meses de octubre y noviembre, señal de su progresiva estabilidad.
Tras reponerse del desastre ocasionado por el huracán Irma, esfuerzo que le valió el elogio de todos, la planta matancera ha mantenido un ritmo productivo sin grandes contratiempos y cumple con las entregas previstas al Sistema Electroenergético Nacional.
Rubén Campos Olmo, director de la CTE, observó que ese ritmo de generación amplía la posibilidad de conquistar el plan de entrega de energía fijado para el 2017, un resultado meritorio si se toma en consideración el costoso imprevisto del fenómeno meteorológico.
Dijo que además del factor de potencia disponible y la generación bruta, el bloque exhibe un desempeño notable en otros indicadores en provecho de la eficiencia, como el factor de insumo y el consumo específico de combustible nacional para generar cada kilowatt.
Campos Olmo ponderó la eficacia de las fuerzas constructoras que participaron en el montaje de la nave temporal para proteger las líneas tecnológicas de agua de mar, vitales para el funcionamiento de la termoeléctrica, y precisó que ya está en fase final el proyecto de lo que será la caseta definitiva.
Indicó que se encuentra en marcha la recuperación de 60 metros de cerca perimetral, así como de las casas de espuma y de incendios de combustión, y que en estos momentos abren las zanjas de los primeros cien metros del muro de contención rompeolas, obra de gran envergadura.
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