CAMINO AL ANDAR Redacción IPS Cuba 13 julio, 2018
Gracias a una inversión, se modernizará la tecnología de la fábrica, única de su tipo en Cuba. Foto: Tomada de venceremos.cu
La ciudad de Baracoa, en el oriente de Cuba, es conocida por ser la Villa Primada y también como la cuna del cacao y el chocolate, al concentrar el grueso de la producción de un cultivo que, afectado en los últimos años por huracanes, acelera su recuperación agrícola e industrial.
La fábrica, única de su tipo en el país para el procesamiento del cacao fue fundada en 1963 por Ernesto Che Guevara (1928-1967), por aquel entonces ministro cubano de industrias.
“Hay otras factorías que producen chocolate, pero solo nosotros suministramos la materia prima”, asevera Huber Arista Hidalgo, su director.
Debido a su obsolescencia tecnológica, se ha decidido realizar una inversión, que se encuentra en la fase inicial del proceso de desmontaje de equipos, explicó.
Pensando en mañana
De acuerdo con Arista, a partir de julio actual comienzan las obras civiles de la nueva inversión, derivada del proceso de encadenamiento productivo del cacao y el coco.
“Ello daría respuesta al incremento del cacao y nosotros asumiríamos los derivados, fundamentalmente, la chocolatería y otros productos que sirven de materia prima para otras fábricas del país”, destacó.
Con una capacidad actual de cinco toneladas de cacao en un turno de ocho horas, la inversión prevista para nueve meses permitirá elevar el procesamiento a una tonelada por hora.
Al ser la única procesadora de cacao del país, se trabaja por acumular una cantidad considerable de la materia prima, que permita abastecer a las industrias que producen chocolate, “aunque es probable que no se cubra totalmente los nueve meses. Tratamos de que la inversión sea lo más rápido posible para que no haya un déficit de productos en el país”, indicó.
La fábrica cuenta con 125 trabajadores, aunque esa cifra podría cambiar como consecuencia de la inversión.
Según Arista, todavía están en estudio los posibles empleos nuevos que podrían crearse, porque los suministradores de los equipos no han dado la cantidad de trabajadores que lleva cada línea, pero “se prevé que disminuya porque las líneas serán más eficientes”.
Ante esa situación, la dirección de la fábrica está tratando de concertar las ubicaciones de las personas excedentes en otras empresas, UEB o entidades del territorio para darle tratamiento laboral a cada uno de ellos.
En estos momentos, se adoptan medidas en la agricultura cacaotera para poder responder a la demanda que tendrá la fábrica en un plazo de dos años, cuando se remodele totalmente su tecnología. Foto: Tomada de Villa Paradiso
Cacao desde el campo
“Hoy 15 empresas agropecuarias tributan a la Unidad Empresarial de Base (UEB). A su vez, a esas empresas tributan Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS)” -tres de las formas de propiedad y explotación de la tierra existentes en Cuba, explicó Arista.
De acuerdo con Alexis Toirac, director de la Empresa Agroforestal y Coco Baracoa, para poder responder a la demanda que tendrá la fábrica en un plazo de dos años, cuando se remodele totalmente su tecnología, desde la agricultura cacaotera se adoptan medidas desde ya.
“Hemos acelerado la producción de posturas para sembrar 500 hectáreas anuales para sumar unas 3.000 toneladas a las 1.000 que ya producimos, de manera que la industria tenga suficiente materia prima y continuidad, en correspondencia con su capacidad productiva”, dijo en abril pasado.
Durante una feria del sector agroindustrial alimentario, Toirac explicó que los huracanes “Matthew e Irma nos devastaron, pero ya el cacao se ha recuperado. En 2016 había 3.600 hectáreas, de ellas quedaron solo 2.200, ya recuperadas, y proyectamos llegar nuevamente en 2020 a 3.663 hectáreas”.
En 2017 produjimos 114 toneladas, este año estamos en las 600 y en 2019 esperamos alcanzar las 1.000 y en 2021, a las 1.600 toneladas, el record histórico”, dijo el director de la empresa agroforestal.(2018)
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