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El mundo
Redacción Tiempo21 15 diciembre, 2018
La Habana.- Los vaticinios acerca de una desaceleración del Producto Interno Bruto (PIB) mundial se hacen patentes hoy tras los reportes de ralentización obtenidos en las mayores economías de mundo durante los últimos meses del año.
Alemania, la locomotora europea que creció 2,2 por ciento en 2017 en relación al año anterior, se enfrenta ahora a pronósticos que sitúan su PIB en 1,5 puntos porcentuales para el cierre del año en curso.
En sus más recientes estimaciones, el Banco Central Alemán o Bundesbank consideró que ello se deberá en buena medida a los pobres resultados de la industria en especial a la del ramo automovilístico.
Al cierre del tercer trimestre del año la nación registró su primera contracción en tres años con una caída de 0, 2 por ciento según reportó la Oficina Federal de Estadísticas.
Sumado a la incapacidad de los fabricantes alemanes de obtener la certificación de la nueva norma mundial de pruebas de las emanaciones de gases de automóviles en la fecha límite, lo que afectó las ventas, al país teutón lo perjudicó una menor demanda de China, sostuvo el economista jefe del Commerzbank, Jörg Kramer.
El gigante asiático, por su parte, reportó en horas recientes acerca del crecimiento más débil en quince años de sus ventas minoristas durante el décimo mes del año y en coincidencia con la baja producción industrial registrada en cerca de 36 meses.
La portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas de esa nación, Mao Shengyong, apuntó que las débiles cifras de crecimiento de la producción industrial y de las ventas minoristas mostraron que la presión a la baja sobre la economía está aumentando. No obstante, sostuvo, China alcanzará un crecimiento del PIB del 6,5 por ciento al cierre de 2018, cifra cuatro décimas inferior a lo obtenido en el periodo precedente.
Sobre el gigante asiático incidió durante la segunda mitad del año los perjuicios derivados de las fricciones comerciales iniciadas por Estados Unidos, cuando estableció gravar los bienes chinos en 34 mil millones de dólares en julio pasado.
A pesar de que en días recientes Washington y Beijing acordaron enfriar el conflicto al establecer una tregua en la que no se impondrán más aranceles durante tres meses, los 250 mil millones de dólares comprometidos hasta la fecha en el intercambio de ambas naciones, no pudo ser desconocido por la economía del gigante asiático.
La guerra comercial también parece haber golpeado a Japón que al cierre del tercer trimestre se contrajo el doble de lo previsto, su peor caída en cuatro años.
Entre julio y septiembre, esa nación experimentó una contracción del PIB del 2,5 por ciento, de acuerdo con reportes de la Oficia del Gabinete nipón.
En relación a este registro, el ministro de Economía de Japón, Toshimitsu Motegi, consideró oportunamente que las exportaciones para Asia relacionadas con la tecnología de la información se desaceleraron en torno a la primavera (boreal).
Por ello, añadió, debemos tener en cuenta el impacto que las fricciones comerciales y las perspectivas de crecimiento de China podrían tener en la economía de Japón.
Reino Unido, considerada actualmente como la quinta economía más importante del mundo, enfrenta problemas que van más allá del forcejeo chino-estadounidense.
El accidentado proceso por el que atraviesa el Brexit, o la salida de esa nación del bloque europeo, conduce a inversores a creer que la economía local resultará cada vez más dañada con un posible estancamiento en el crecimiento si no se aclara el panorama que hoy pesa sobre ese país.
Según la Cámara de Comercio Británica, ‘los últimos datos de crecimiento del PIB (0,4 por ciento entre agosto y octubre) son una prueba más de que el efecto de arrastre de la persistente incertidumbre del Brexit y las importantes presiones de costes a las que se enfrentan los consumidores y las empresas afectan a la economía del Reino Unido’.
Estados Unidos, la mayor economía del mundo, no escapa de los vaticinios a la baja que distinguen hoy también a otras naciones.
Para esta nación, hemos anticipado desde hace un tiempo que el crecimiento se desacelerará progresivamente en el 2019 en comparación con este año, enfatizó el economista jefe del Fondo Monetario Internacional, Maurice Obstfeld, en declaraciones al diario estadounidense Wall Street Journal.
Asimismo, de acuerdo con la firma Bridgewater, firma estadounidense de gestión de inversiones, esa nación se enfrenta a una inminente desaceleración pues la política monetaria más restrictiva afecta la actividad y presiona los mercados financieros.
Se trata de un «potencial punto de inflexión donde la economía de estar recalentándose pasa a ser mediocre», señaló la compañía. (PL)
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