Si
preguntáramos a muchos de nuestros compatriotas, y también de otros lugares,
cuáles fueron los alegatos que debieron haber sido aseverados por el gobierno
de los Estados Unidos, para iniciar su ilegal, criminal y desproporcionada
agresión a nuestro incipiente gobierno
revolucionario el 1ro. de enero de 1959, seguramente que manifestarían:
- ·
Por la aprobación temprana de la Ley de Reforma Agraria..
- ·
Por el acercamiento a los países socialistas, incluyendo la
URSS-
- · Por el ejemplo que pudiéramos dar a otros países de América Latina; etc. etc.
Sin
embargo, no creo que muchos supiéramos de lo que estuvieron tramando con miras
a la liquidación de las huestes revolucionarias dirigidas por el compañero
Fidel Castro Ruz, en las montañas de Oriente.
Veamos
entonces, una parte de cómo se manifestaban y accionaban los principales
líderes, funcionarios y autoridades de la administración Eisenhower en esa
época ANTERIOR A LA HUÍDA DEL
DICTADOR, el 1ro de enero de
1959, y la toma del poder por las fuerzas rebeldes.
El vicepresidente Richard Nixon visitó La
Habana en febrero de 1955. Durante su estancia en Cuba, Nixon reforzó la
impresión de que los Estados Unidos
estaban muy satisfechos, como siempre, con Batista; impresión que éste apreciaba. (1)
1.
El embajador de los Estados Unidos en Cuba, Arthur S.
Gardner, no pudo ocultar su admiración por el dictador Fulgencio Batista, al
expresar el 21 de abril de 1955: “No
cabe duda, este país (Cuba) ha tenido un renacimiento, un genuino resurgir”,
debido al liderazgo de Batista, “un verdadero administrador”. En una
declaración ante un Comité del Senado en 1960, después de derrocado el
tirano, declaró: “No creo que hayamos tenido un amigo mejor que él” (2)
2. Durante el primer viaje a
Cuba en 1956, el inspector general de la
CIA, Lyman B. Kirpatrick,
reconoció que “la política de Estados Unidos en aquel momento era la de
brindar apoyo total al gobierno de Batista, incluyendo asistencia militar”.
(3).
3. Durante el régimen del
dictador Batista, el Pentágono suministró
cuantiosos equipos militares y
armamentos sofisticados a sus fuerzas armadas y organizó entrenamiento
práctico para más de 500 oficiales cubanos en instalaciones de la Zona del
Canal de Panamá y otras bases militares en los Estados Unidos (4)
4.
El 21 de noviembre de 1957, la Oficina de Asuntos
Centroamericanos y el Caribe del Dpto. de Estado, preparó un largo memorándum
titulado: “Cursos de acción posibles para el restablecimiento de la
tranquilidad en Cuba”. Una de las condiciones que se requería para garantizar
un proceso de elecciones “libres”, acompañado de una amnistía, era que Fidel Castro abandonara el país
hasta después de los comicios. (5).
5.
El subdirector de la Oficina de Asuntos de Centroamérica y el
Caribe, C. Allan Stewart, comunicó al secretario de Estado Adjunto para Asuntos
Interamericanos del Dpto.de Estado, William Snow, el 24 de julio de 1958, que:
“Se deben considerar con seriedad los cursos de acción alternativos que no han
sido tomados en cuenta hasta ahora, con
el objetivo de resolver la situación cubana antes de que Castro se haga tan fuerte que pueda imponer
el tipo de gobierno que mande, eventualmente
cuando se produzca el desenlace. (6).
6.
En la entrevista de Earl T. Smith, embajador de los Estados
en Cuba, con Batista, el 21 de agosto de 1958, ratificó al dictador que las relaciones de cooperación cubano-norteamericanas
continuaban “INCÓLUMES”. Smith
informó que Batista había recobrado su actitud generalmente muy favorable hacia
los Estados Unidos. Christian Herter, subsecretario de Estado, expresó su
alivio porque Smith se había “ganado
nuevamente la simpatía de Batista” (7)
7.
El secretario de Estado Adjunto de Estados Unidos, Ray Rubottom,
en una reunión celebrada el 23 de diciembre de 1958, concluyó diciendo que de
lo que sí no cabía ninguna duda era que “el
Departamento se sentiría muy desalentado con la perspectiva de la toma del
poder por parte del Movimiento 26 de Julio” (8)
8.
En reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Estados
Unidos, celebrada el 23 de diciembre de 1958, Allen W. Dulles, director de la
CIA, fue partidario de impedir la victoria de Fidel Castro. Christian Herter,
Secretario de Estado expresó que no era deseable la llegada de Fidel Castro al
poder. El presidente juzgó esperanzadora la alternativa de una “tercera fuerza”
(9).
9.
El secretario de Estado Interino, Chirstian Herter, le dio al
presidente Eisenhower, el 23 de diciembre de 1958, una franca y diáfana
explicación sobre lo que estaba haciendo el Departamento de Estado con respecto
a la isla: “fomentar, por todos los medios disponibles, sin llegar a una
intervención abierta, una solución política en Cuba que mantenga al movimiento de Castro fuera del poder” (10).
10. En la reunión en la oficina
del Secretario de Estado Interino, Christian Herter, el 31 de diciembre de
1958, cuando al responder la aseveración del Almirante Arleigh Burke, jefe de
Operaciones Navales, en el sentido de que le parecía muy tarde para detener la
revolución, el asesor de Seguridad Nacional de Eisenhower, Gordon Gray, afirmó
de manera soberbia: “que si eso era o no
era verdad dependía de lo que el
gobierno de los Estados Unidos hiciera para impedir que Castro tomara el poder”
(11).
N O T A S:
1. Testimonio de Philip
W.Bonsal, exembajador de Estados Unidos en Cuba, en su libro “Cuba, Castro and
the US”,. Bonsal participó en la delegación del vicepresidente.
2. Comunicación de Gardner al
secretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos., Henry F. Holland,
de abril 21 de 1955, Caja 21, Legajo 57 D295, Fondos del Dpto.de Estado,
Archivo Nacional de Estados Unidos.
3. Testimonio expresado en el
libro de Lyman B. Kirkpatrick, inspector general de la CIA, en el gobierno de
Eisenhower, titulado: ”The Real CIA”, página 157-158.
4. Testimonio de E. Perkins,
vicesecretario de Defensa Adjunto para los Programas de Ayuda Mutua, del 9 de
mayo 1959, en el Congreso de Estados Unidos.
5. Memorandum 737.00-11-2157 del
21 de noviembre de 1957, de la Oficina de Asuntos Centroamericanos y el Caribe
del Departamento de Estado.
6. Memorandum del subdirector de
la Oficina de Asuntos de Centroamerica y el Caribe., C. Allan Stewart, al
vicesecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos, William P. Snow,
del 24 de julio de 1958.
7. Comunicación del embajador de
Estados Unidos en Cuba, E.T.Smith, al secretario de Estado, John Foster Dulles,
telegrama 117 de 23 de agosto y telegrama118 del 24 de agosto de 1958.
8. Memorandum sobre una
conversación en el Departamento de Estado, del 22 de noviembre de 1958, entre
el embajador E.T.Smith, el secretario Adjunto Roy Rubottom, el vice-secretario
William P. Snow y otros funcionarios.
9. Memorandum de la discusión en
la 392 Reunión Regular del Consejo de Seguridad Nacional del 23 de diciembre de
1958, Departamento de Estado
10. Memorandum del secretario de
Estado Interino Chirstian Herter al presidente Eisenhower, de 23 de diciembre
de 1958, Departamento de Estado
11. Memorandum sobre una reunión
en la oficina del Secretario de Estado interino, Christian Herter, del 31 de
diciembre de 1958, Departamento de Estado.
El
1ro. de 1959, fecha en que aún continuaba en el poder la administración del
general Eisenhower, el dictador Batista huyó del país rumbo a República
Dominicana, y a pesar de que todas las maniobras de la administración
estadounidense para evitarlo, según se describe en la primera sección de este
documento, las fuerzas revolucionarias derrotaron a la tiranía batistiana.
La Habana, 6 de enero de 2020. “Año 62 del
Triunfo de la Revolución.”
JULIO SERGIO ALCORTA FERNÁNDEZ.
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