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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 20 de junio de 2020

El desorden no tiene justificación

Por Sayli Sosa Barceló OPINIÓN 18 Junio 2020. El Invasor

Para el 28 de diciembre de 2018, cuando Invasor les ponía apellido a los puercos en Ciego de Ávila y decía que ni criollos ni de raza, sino jíbaros, probablemente 12 toneladas de carne deshuesada ya se estaban echando a perder en el frigorífico.

Lo sabemos ahora que una investigación policial y judicial abrió las cámaras frías y las encontró allí exangües, como corolario de una cadena de negligencias, insensatez, falta de sentido común y desorden. Casi dos años estuvieron allí esas 26 455.5 libras de carne, no dos semanas.

En ese tiempo esta provincia vio cómo de menos de 20.00 pesos en las tarimas estatales, la carne del mamífero nacional “voló” por encima de los 40.00 en el mercado informal, primero, para luego entrar en un período de extinción (en ambos escenarios) que no parece encontrar la luz al final de un túnel, todavía más oscuro a días de hoy.

En ese tiempo, además, los guajiros dijeron una y otra vez que sin comida no se puede criar y cebar animales, pero el país no pudo honrar los compromisos de entrega de piensos porque, puestos a escoger, hubo que priorizar, por ejemplo, la leche en polvo.

Y como las deudas de la Empresa Porcina con los productores no se pesan solo en toneladas de pienso, sino de carne, las 6 800 t de alimento animal dejadas de entregar aquí hicieron cortar de cuajo la tercera parte del plan de carne provincial, dejando los agüeros en zona roja y no precisamente por la COVID-19.

Que el déficit en la producción porcina no sea un problema exclusivamente avileño no es aliciente. Datos ofrecidos por el Ministro de la Agricultura en mayo pasado estiman en unas 77 000 t el débito nacional de piensos, solo en lo que va de año. En consecuencia, 11 528 t de carne nunca llegaron a la mesa del cubano. Como dice el refrán, aquellos polvos trajeron estos lodos.

Por eso duelen aún más esas 12 toneladas “olvidadas”. Es cierto que la cantidad es menos del uno por ciento del plan actual de la provincia, disminuido en un tercio del total como ya dijimos. Pero piense en todas las raciones para hospitales, restaurantes, centros de trabajo o escuelas en que podrían traducirse; piense en lo bien que nos vendría ahora un bistecito a un precio razonable…

A falta de datos precisos estimemos, también, el daño económico para una provincia que en 2019 quedó debiéndole más de 100 millones de pesos a la circulación mercantil; y multipliquemos por 16, 25, 35 o por 40, según el “mercado”; adivinemos los impactos en el desempeño de la Empresa Cárnica de Ciego de Ávila, con un largo historial de problemas en su ejercicio contable.

La justicia determinará quién o quiénes son responsables de que por un año y medio más de 26 000 libras de carne de cerdo se echaran a perder bajo la mirada de tanta gente. Un hecho como este no deja lecciones, sino sanciones.

No obstante, si quisiéramos sacar un aprendizaje, digamos que el reprochable episodio es un llamado de atención para todas las administraciones con inventarios perecederos: dejar de producir alimentos podría tener muchas explicaciones, dejar que se echen a perder, ninguna.

2 comentarios:

  1. Si una comisión o comiciones del estado revisará a profundidad todos los almacenes, cuantas cosas no saldrían a la luz, no solo en alimentos.
    Siempre se habla de productos ocioso y se generan planes de acción para terminar regalando o vertiendo. Pero los responsables nunca salen a la luz.
    Rogelio Castro Muñiz

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  2. Hablando de alimentos para cenar puercos. Yo cuando pequeño pasaba los tres meses de mis vacaciones escolares en los años 50 del siglo pasado en la pequeña finca de un pariente en las cercanías de Maffo en la actual provincia de Santiago. No contaba con más de 14 hectáreas de extensión, tenía un pequeño tractor Fergurson de una edad indefinida y la ayuda de 2 vecinos contratados y sus dos hijos pequeños como yo. Pudiera contar que tenía un sembrado de naranjas que vendía a los hospitales, pero me centraré en la cría de puercos Landrace que tenía. Entre los naranjales sembraba calabaza Sello de Oro, una hectárea estaba sembrada de mani, dos de maíz,otra de yuca y alimentaba y cenaba 30 puercos mensuales hasta 200 lbs que venía un camión a buscarlos puntualmente todos los meses. Esos pobres puercos no se dieron el lujo de probar piensos de importación porque mi pariente no tenía la menor idea de que necesitaba de ellos para alimentar a sus puercos. Después vino la Reforma Agraria y miles de campesinos pudieran haber hecho lo mismo y estuviéramos exportando carne de puerco. No añado que tenía 8 vacas lecheras y vendía 4 lecheras diarias que con tracción animal recogían a diario en la puerta de su finca y que copiaban en Maffo para trasladar a la Fábrica Nestlé de Bayamo. Hoy veo por TV con alegría como algunos campesinos hablan de hacer lo mismo que yo conocí 67 años atrás. ENHORABUENA

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