Por: Tony López R.
La marcha hacia el Congreso tenía la intención de presionar a la sesión bicameral (Senado y Cámara) y se invalidarán las actas de los delegados de un grupo de 13 Estados, que habían certificado la valides del triunfo del demócrata Joe Biden. Según Trump, y un sector del partido republicano estos alegan que en esos Estados se cometió fraude y le daría el triunfo a Trump. También Trump pidió a su vicepresidente Mike Pence, que presidia ese acto formal de Congreso, para que anulara esas actas, a lo que Pence se negó y comentó públicamente que no tenía ni poder y que era inconstitucional.
Todo ese argumento de Trump y del liderazgo republicano, sin poder presentar una sola prueba del fraude, el triunfo del candidato demócrata fue verificados y avalado por el Fiscal General de los Estados Unidos, William Barr y los Secretario de Estado y Gobernadores de los trece citados territorios. Una semana después de esa decisión Barr renunció a su cargo en el gobierno de Trump.
Como era previsible, la orientación y el apoyo que dio el presidente a esa masa de simpatizantes y fanáticos delirantes de Trump, desafiando a las autoridades e incluso atacándolas, ingresó al recinto legislativo y lo ocuparon por la fuerza, pues la policía se vio impedida a contener aquella multitud furiosa y enloquecida al extremo de algunos de ellos de ocupar la oficina de la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi y con gran irrespeto y de burla sentarse y poner sus cochinas botas sobre el escritorio.
La legisladora demócrata Nidya Velázquez, en entrevista por el canal Univisión, acusó al presidente Trump, de ser el máximo responsable de incitar a sus partidarios a la violencia y a los sucesos en el Congreso, calificándola como un gran golpe a la democracia. Y tiene razón la congresista Velázquez, pero es más que eso, el presidente Trump ha puesto de manifiesto la crisis del sistema y obviamente del sistema democrático estadounidense. Mientras que el congresista demócrata Adriano Spaillat lo calificó como un intento de golpe de Estado.
Los hechos sucedidos en Congreso, no han concluido, y en opinión de este analista, una muy buena parte de los seguidores de Trump, continuaran sus protestas y sus reclamos y acciones en algunos de los Estados, especialmente donde radican los supremacistas blancos, por lo que el presidente Biden debe tomar todos los recaudos del caso para evitar graves hechos de violencia.
En suma, Trump ha logrado no solo evidenciar la crisis interna de una democracia fallida y donde solo caben dos Partidos que se disputan el poder con un solo programa económico social el del gran capital. Qué tan democrático es ese sistema, que, aunque en este caso el electo presidente Joe Biden, obtuvo 81 millones de votos y Trump 74 millones y un llamado Colegio Electoral, que lo integran 538 delegados, pero con solo 270 votos se elige al Presidente de los Estados Unidos. De que democracia se habla, lo sucedido hoy, los ha llevado a compararse con las que ellos tanto critican, repúblicas bananeras y desmoralizados.
Las falsas noticias del sistema y en este caso las utilizadas por Trump, entre ellas: el robo de las elecciones, las que ha utilizado para salir del Acuerdo firmado por Estados Unidos y Europa con Irán, sobre el tema nuclear, la negativa a firmar el Tratado de Paris sobre el Medio Ambiente, el retiro de la Organización Mundial de la Salud, y con ella su inconsecuente política sanitaria frente a la Covid-19, que le ha costado a la sociedad estadounidense, 21 millones de infestados y 368, 227 mil fallecidos.
La política regional con grandes mentiras, entre ellas sobre Venezuela, acusando al presidente Maduro de cometer fraude y la existencia de una dictadura, sin embargo, juzguen ustedes, que diferencia, ayer 5 de enero asumió la nueva Asamblea Nacional, en una ceremonia pacifica, de respeto y búsqueda de conciliación y paz entre diputados de oposición y oficialista venezolanos.
Y hoy 6 de enero, el asalto e invasión de vándalos orientados por Trump de tomar el Congreso de los Estados Unidos por la fuerza, para imponer su decisión de declararse ganador y no aceptar su derrota, utilizando tal violencia que lamentablemente tiño de sangre estadounidense a una señora que murió de un disparo y ha mancillado ese sagrado recinto donde algunos legisladores se ufanaban de decir que es la democracia más perfecta del mundo, pero donde se han aprobado leyes genocidas y ordenes ejecutivas, para ahogar a pueblos enteros con su genocida bloqueo al pueblo de Cuba. Así como las leyes y sanciones e incluso robos de sus recursos contra la patria de Bolívar y Chávez y la de Sandino y Carlos Fonseca Amador.
Hoy todos los medios de noticias, han exaltado con gran asombro lo sucedido en Estados Unidos, así mismo los líderes de la Unión Europea y hasta el mercenario Secretario General de la OEA Luis Almagro, han salido a defender al electo presidente Joe Biden y condenar los hechos provocados por Trump, pero que hipocresía la de estos señores y la del señor Joséh Borrel preocupado por lo sucesos en el congreso de Estados Unidos y desconociendo el triunfo de la paz y la concordia entre la oposición y el oficialismo venezolano.
Al igual que la de Luis Almagro y su departamento de colonia de Estados Unidos la OEA, y el ilegal Grupo de Lima, preocupadísimo por lo sucedido en Washington y siguiendo con el cuento de no reconocer el carácter democrático, de paz, y reconciliación en Venezuela.
Mientras que la mayoría de esos mismos gobiernos latinoamericanos, subordinados a Estados Unidos y a la política de Trump, nada tienen democráticos, ninguna condena de la OEA y la ONU al gobierno de Colombia por el incumpliendo de los Acuerdos de Paz y las 91 masacres contra lideres sociales de base y ex combatientes de la guerrilla, unos 600 asesinados en el gobierno de Iván Duque Márquez. En Chile más de 300 víctimas perdieron la vista y unos 50 sus vidas por la fuerte represión de los carabineros del gobierno de Piñera. Igualmente, lo que sucede en Brasil, Paraguay, Perú, Honduras, Ecuador y que decir de Bolivia donde se perpetro un golpe de Estado organizado y dirigido por la OEA bajo la supervisión de la CIA y del Departamento de Estado y donde se cometieron crímenes atroces. Afortunadamente ya recuperado.
Por último, no olvidar la conducta xenofóbica especialmente contra los emigrantes para lo cual se dedicó a levantar un muro y que fuera México el que lo pagara. La xenofobia con los hispanos dentro de Estados Unidos y los afrodescendientes víctimas de la represión de la policía, que tiene en su haber, el asesinato de varios ciudadanos estadounidenses afrodescendientes. La humillante ofensa al pueblo mexicano, a quienes públicamente acusó de bandoleros y criminales. En el fondo no es más que el odio de clase y considerar a todos los que nos son de su clase seres inferiores.
Esperemos por un gobierno demócrata y saque una muy buen experiencia de lo sucedido y trate de cambiar y recuperar reputación y liderazgo al interior de su país y promover unas relaciones internas no solo con el Partido Republicano, con este no será fácil, pero hay que buscar una cierta unidad nacional, también con otras fuerza y movimiento políticos y sociales estadounidenses sin exclusiones, y combatir con toda las fuerzas la pandemia del covid-19 que azota sin clemencia al pueblo estadounidense y por supuesto también la situación económica interna que atraviesa dificultades.
En el orden internacional recuperar todo lo perdido por la irracional política de Trump, eliminar las sanciones y los genocidas bloqueos económicos a los gobiernos y pueblos de la región específicamente a Cuba, Venezuela y Nicaragua y evitar las intervenciones políticas y militares en otras regiones, del mundo, donde las pérdidas de vidas y económicas no solo de esos pueblos también de ciudadanos estadounidense, como ha sucedido en Irak, Afganistán, Siria, Libia, Yemen, entre otras. Evitar las confrontaciones y el pulso por el liderazgo mundial buscar la conciliación y la paz y podrá hacer de este, como dice la consigna un mundo mejor es posible.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
La Habana, Cuba, 6 de enero del 2021. 23.30 hrs.
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