Por Julio Carranza.
Claro que no hay que copiar nada, pero tampoco ignorar, o mirar al mundo como si lo que allí sucede, en este caso dos experiencias que, aunque no exenta de contradicciones, son muy exitosas, declaradas socialistas y con su alta legitimidad histórica, no tuvieran que ver también con Cuba, acaso no hay en ellas mucho que aprender?
Lo que se debe es estudiar, conocer y mirar la realidad, sin dogmas ni prejuicios, hace mucho tiempo que varios economistas cubanos, socialistas y revolucionarios venimos hablando de la necesidad, yo diría imprescindible, de un camino de este carácter para Cuba.
A pesar de ciertos avances y a pesar de los espacios que han abierto los documentos aprobados por los últimos congresos del partido, la marcha aquí es lenta, desintegrada e incompleta, las consecuencias están a la vista.
Como he expresado otras veces, no se me olvida ni un instante el bloqueo genocida y la pandemia, pero ambas debieran ser razones de más para avanzar firmemente en la reforma.
Insisto en que no hay que copiar (bastante hemos copiado ya por décadas), pero , hasta el momento, los únicos modelos exitosos de socialismo son las reformas de China y Vietnam, es acaso algo que podemos obviar con cuatro declaraciones “ideológicas” o pseudo teóricas, con afirmaciones vacías y tranquilizadoras como que “Cuba es diferente”, obvio que nada es igual a otra cosa, pero tampoco totalmente distinto, los matices y las características pueden y deben ser diferentes, pero el trazo grueso de la reforma económica que Cuba necesita y a la cual nos hemos referido en extenso tantas veces, si se quiere preservar el sistema socialista, es el probado por China y Vietnam. Es hora de hablar con claridad sobre estos temas y sobre todo actuar, tener la audacia que el momento exige. El tiempo sigue corriendo.
28 de Septiembre 2021
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