Considero como muy positivo para nuestra institucionalidad democrática que el Primer Ministro, como Jefe de Gobierno, rinda cuenta a la Asamblea Nacional, una vez al año.
Es positivo asimismo que el informe para ser
presentado a los Diputados se haya publicado previamente a través de los medios
nacionales, lo que permite que la población pueda leerlo, analizarlo y opinar
por las distintas vías en que pueda hacerlo. Es otra muestra de avance
democrático.
He leído detenidamente sus 42 páginas, donde se
describe por el Primer Ministro de nuestro Gobierno, en un año tan complicado y
difícil para nuestro pueblo, y también para el gobierno, la gestión
desarrollada. Sobre el informe tengo los siguientes comentarios:
- - No es autocrítico. Expone ampliamente la actividad realizada,
pero no profundiza en las fallas del Gobierno, que incluye a la de los
ministerios y gobiernos territoriales subordinados. Ello obliga, al leerlo, a señalar algunos, que en mi
opinión son evidentes y que considero deben ser tomados en cuenta.
- - Uno de ellos es el problema del empleo, que no puede ser solo
una responsabilidad del Ministerio de Trabajo, sino de la dirección del Gobierno. Informar de una tasa estadística
de 1,4 de desocupación es esconder, sin pretenderlo, el grave problema, social,
económico y político que tiene el país. No se puede abordar a fondo el problema
de los barrios, ni de los coleros y el invento del LCC (1), ni del casi medio
millón de trabajadores sobrantes y subsidiados en las empresas estatales, ni de
la delincuencia, la cual no se trata en el informe, sin reconocer que el
problema de garantizar un empleo digno a todo el que necesita trabajar, en
primer lugar a los jóvenes, es uno de los
problemas más importantes que tiene que enfrentar cualquier gobierno y mucho
más uno socialista como el nuestro.
- - No se plantea el problema de la emigración de los jóvenes
graduados. Esa tendencia desangra al país, y no se debe continuar tratándolo
oficialmente como si no existiera.
- -Los problemas de gestión de la política cultural, en especial
con los jóvenes creadores, que tantas dificultades han ocasionado en el último
año, llena de chapucerías y de actitudes soberbias de los funcionarios cubanos
encargados de atender esta importante actividad tampoco se trata a fondo en el
informe. Cuando es la policía quien tiene que actuar para mantener controlados
a los que tienen actitudes u opiniones incorrectas y equivocadas, se pone de
manifiesto que los dirigentes estatales de la política cultural han fracasado y
debieron haber renunciado para facilitar el debate de igual a igual con los
inconformes. Un intelectual graduado en nuestras escuelas al que haya que
detener y procesar judicialmente es un fracaso de la política cultural de la
Revolución. Y habrá que reconocerlo en su momento. No se trata de recordar a
Armando Hart, sino de la necesidad de tener ministros de Cultura a la altura de
él.
- - No se aborda el efecto desastroso que tuvo en la producción
agropecuaria la decisión de topar los precios, precisamente en el momento en
que menos había que hacerlo. No se menciona a los ministros que tuvieron
responsabilidad en proponer o adoptar esa medida y que la defendieron públicamente.
Ha sido uno de los grandes errores, en materia económica, de este periodo. Además
reincidente, porque ya se había cometido anteriormente con similares
resultados. Los errores en la política económica se pagan caro y el gobierno
tendría que tener la obligación de educar a la población para que entienda las
decisiones que no siempre son agradables a corto plazo.
- - Se habla de las trabas en la economía como si fuera posible
resolverlas con medidas administrativas. Las trabas en la economía las crea la
burocracia, que quiere seguirla administrando. Las trabas se podrán resolver reduciendo
al mínimo indispensable la burocracia y dándole paso al mercado en las
relaciones entre empresas estatales, privadas y cooperativas y entre ellas y la población. Y las
decisiones para regular esas relaciones tienen que ser del gobierno como tal en
consulta con los actores de la economía. Hay que retirarle el poder a la
burocracia.
- - Sobre las prioridades del Gobierno para el 2022, me parece
que más que el control del Plan, lo que necesitaría el País prioritariamente es
salir de la crisis económica. Creo que una vez vencida la Covid, no habría
tarea más importante y prioritaria que esta.
-
Finalmente y con todo respeto, sugeriría una revisión crítica
del desempeño del equipo de Gobierno, que son los ministros, y llevar a cabo
los movimientos necesarios. Sería un reconocimiento a los que continúen al
frente de sus responsabilidades y un acicate a los nuevos que entren. Y para el
Pueblo que tanto ha trabajado y defendido a su Gobierno en este dificilísimo
año en que se puede decir que hemos vencido muchos retos, una muestra de cómo
hay que actuar siempre desde el Gobierno.
(1) Lucha Contra Coleros.
Yo propongo a Benavides para diputado de su circunscripción. Si en la Asamblea Nacional del Poder Popular. A ver si los debates dejan de ser cansinamente aburridos.
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