Artemisa, 21 may (ACN) Para el campesino artemiseño Jorge Luis Martínez Figueroa no es posible lograr buenos rendimientos agrícolas sin utilizar posturas de calidad, de ahí que dirija sus esfuerzos a su obtención desde el quehacer agroecológico y los aportes de la ciencia cubana.
Este agricultor, propietario de la finca La Ernestina, perteneciente a la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Sierra Maestra, en la capital de Artemisa, produce hoy siete variedades de posturas de tomate, dos de berenjena, cinco de ají y tres de col, en dos casas de cultivo tapado, entregadas por los proyectos de colaboración Pequeñas Donaciones y Desarrollo Local (Prodel).
Las posturas de tomate, ají y berenjena se obtienen a partir de semillas autóctonas de la finca, mientras la simiente de la col es importada, refirió a la ACN.
Ambas casas poseen sistemas de riego microlocalizado, relojes para medir la presión y control automático de fertirriego, en tanto la infraestructura favorece la calidad del cultivo protegido al evitar afectaciones biológicas, plagas y enfermedades.
Según Martínez Figueroa, las casas de cultivo tapado garantizan posturas a salvo de los efectos del cambio climático, por lo cual se unió a los proyectos de colaboración hasta obtener una semilla autóctona mejorada genéticamente.
Este resultado, explicó, ha sido posible, también, por el buen manejo y el trabajo conjunto con el Instituto de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova, (del cual prueba la variedad de tomate L 43), el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), la Unidad Científica Tecnológica de Base (UCTB) de Alquízar, entre otros centros.
Enfatizó el productor que la calidad de semillas y posturas se asegura, además, desde la preparación del sustrato, para lo cual utiliza humus de lombriz obtenido en la finca, zeolita, paja de arroz, el BIOFER, del Instituto de Suelos (propicia a la planta la absorción de nitrógeno) así como los bioestimulantes EcoMic y QuitoMax del INCA.
Hoy tiene contratos con la Empresa Agropecuaria de Artemisa, varias formas productivas, la dirección municipal de educación y productores del municipio.
Destacó que junto al Instituto Nacional de Sanidad Vegetal labora en el control del trips del frijol cultivado en la Unidad Básica de producción Cooperativa (UBPC) Gregorio Careaga Medina, y realiza experimentos en su finca sobre contención de nematodos, o parásitos en el suelo, uno de los principales problemas que afecta a la agricultura, con el empleo del árbol del nim.
El quehacer de este guajiro trasciende la finca, pues asume como tutor de varias tesis en la Universidad de Artemisa, una de estas sobre la melaleuca, planta invasora de la cual se extrae aceite, empleado en el control de patógenos.
La Ernestina, sitio donde se respira ciencia y tradición, resalta por su profusa arboleda de frutales, especies exóticas como la guayaba agria, varios cítricos casi en extinción y cerca de 80 plantas de flor de Jamaica, materia prima para vinos, jugos, té y mermeladas.
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