Casi 17 000 hectáreas debe sembrar Ciego de Ávila en esta campaña de primavera. Pero “debe” sigue siendo un verbo impreciso y los porcentajes le dan la razón: vamos atrasados
Cuando faltan 40 días para que termine la campaña de primavera, varios contratiempos retoñan en los campos del territorio, sembrados hoy al 84 por ciento. Completar la meta de 16 993 ha parece una remontada difícil porque aún quedan unas 5000; y eso no es un pedazo de tierra que los bueyes puedan arar. ¿En qué tiempo lo lograrían, con cuántas yuntas?
Las preguntas ni siquiera se las hacemos a Arturo Gómez Ramos, subdelegado de Cultivos Varios en la delegación provincial de la Agricultura, quien sostiene que las grandes extensiones dependen hoy de maquinarias y combustible. “No hablamos, incluso, de movilizar personas, aunque podríamos necesitarlo en lo adelante”, aclara.
Su pronóstico tiene implícito una condicional: “Si se estabiliza el arribo de combustible, quizás se logre avanzar mucho, pero eso al mismo tiempo podría generar un pico de cosecha en el futuro, al no realizarse una siembra escalonada”. Al ritmo que debía traer la campaña primaveral de seis meses (de marzo a agosto), restaría hacer en un mes lo que casi correspondía a dos.
Por lo que un problema desemboca en otro, amén de que los vaticinios obedecen más al pasado que al futuro. “Las cifras de combustible han estado hasta en un 30 por ciento, y con ese volumen no siempre hemos podido priorizar la preparación. En paralelo, ha habido que sacar cosechas del campo, no podemos dejar perder los frutos”, aclara el subdelegado, sin poder dar por sentado el viraje de la situación actual.
En ese contexto, sin embargo, los contratiempos han “retoñado” disparejos, pues cultivos priorizados como el tabaco sí han tenido combustible. Asimismo, si analizáramos la campaña de primavera por extensiones, veríamos que los surcos de Majagua, que hoy están al 99 por ciento de cumplimiento, son equivalentes a la extensión que debe sembrar solo La Cuba; y que Florencia, a un 110 por ciento, representa la mitad de lo que ya tiene plantado Majagua.
Por municipios, al cierre del 18 de julio, los atrasos más considerables estaban en Baraguá (62), Primero de Enero (64) y Bolivia (73), mientras la provincia mostraba el 84 por ciento de cumplimiento y Arturo aun así destacaba el esfuerzo, en medio de una campaña que excede en unas 1000 ha a la pasada. Y más trabajo no se ha correspondido con mayor cantidad de insumos o maquinarias. “Por el contrario, estamos aumentando la siembra porque los rendimientos siguen bajando ante la ausencia de químicos y fertilizantes”.
Un texto del 2020 ya lo anunciaba: “Venimos del 2018 con 12 571 ha, crecimos en el 2019 a 13 153 y ahora remontamos a 15 402. Casi 3000 ha en tres años”.
Dos años después, rozamos las 17 000 y el ritmo parece no detenerse, “lamentablemente”.
No obstante, a mayores extensiones ha correspondido, también, mayor diversidad y esa sí ha sido una voluntad expresa que Arturo demuestra con una tabla Excel delante. Los cultivos varios le hacen honor a su apellido. La yuca, con 3266 ha, se le fue por encima al plátano (2460) que por años aportó los mayores volúmenes dentro de las viandas, y el boniato (1005) y la malanga (531) comienzan a ganar terreno. Entre las hortalizas, destacan en áreas, la calabaza, el melón, el pepino.
Según Arturo, tal diversificación muestra otras interioridades que tampoco van parejas. “En la malanga, por ejemplo, estamos a un 67 por ciento de cumplimiento en su siembra. Los guajiros no tienen los fertilizantes y en esas condiciones ese cultivo se vuelve de alto riesgo, se encarece, demora mucho. Quizás no se siembre toda la que teníamos previsto”, considera.
Otros cultivos, aunque por otras razones, se sumaban al atraso. En esa lista estaban el boniato, a un 70 por ciento, el maíz (77), la fruta bomba (52), la piña (73), la guayaba (70) …
Habrá que esperar a que transcurra agosto para saber en qué medida los contratiempos impidieron germinar la futura cosecha. Y habrá que depositar mayores esperanzas en la campaña de frío, para ver si entonces no retoñan las “malezas” que hoy marchitan un poco la primavera.
Bárbaro. Más materia prima para la fábrica de medidas. De aquí salen bien otras 83 adicionales. Vamos por más!
ResponderEliminarAsí es, es cuestión de modas. Antes era potenciar, luego pasó a intencional y frases con verbos en infinitivo, ahora la onda es presentar medidas y acciones. Ud. puede ser un incompetente, pero si hace una buena presentación con más de 50 medidas (para dispersar bien la atención) Ud. podrá seguir siendo un esforzado funcionario, y en nada se le afectará la casa que le han otorgado, su celular pagado por el pueblo y el auto estataparticular.
ResponderEliminarAh, y los viajes al exterior!!!
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