Alden Hernández Díaz OPINIÓN 06 Febrero 2023
La estabilidad económico financiera, el sostenimiento de los ingresos y la búsqueda constante de la eficiencia resultan cuestiones ineludibles para la rentabilidad de cualquier empresa. De ahí que los especialistas y directivos deban dar celoso seguimiento para observar y prevenir cualquier desviación que atente contra el desarrollo y reproducción de estas organizaciones.
En ese sentido, entrar en pérdidas, aunque sea en las más mínimas, se convierte en una alarma encendida y las primeras piedras del camino hacia la quiebra. No quiere decir que sea el destino de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Ciego de Ávila, pero desde la implementación de la Tarea Ordenamiento las cuentas no le dan. Es una de las tantas en el país que ha visto cómo sus números pasan de verde a rojo, período tras período, sin una solución final a corto plazo.
Un reciente informe de la Dirección Provincial de Economía y Planificación refería que la citada entidad forma parte de una lista, junto a otras 20 del territorio, en las que los gastos superaron los ingresos al cierre del año pasado, lo cual la deja con un déficit de alrededor de 17 millones 200 000 pesos, aun cuando aclara que era un indicador negativo planificado.
Así, se reconocía desde el inicio que los ingresos por concepto de cobro del abasto de agua no alcanzarían (ni alcanzarán) a Acueducto para pagar la energía consumida en la prestación de ese servicio. ¿Qué tendría que suceder?, ¿que a su casa o centro laboral no llegue el agua o se extiendan en demasía los ciclos para salvar la empresa? Difícilmente eso suceda cuando se trata de un servicio que es transversal e imprescindible a los demás de la vida socioeconómica. Pero la salud financiera de la entidad es igualmente impostergable, por tanto, se imponen otras miradas para su enmienda.
De cara a ese horizonte, con buenos ojos se ve el anuncio de un nuevo proyecto inversionista para la sustitución de una parte de los equipos de bombeo de agua potable menores de 10 kilowatts de potencia por energía fotovoltaica que, aparte de brindar soberanía energética, aliviará la problemática de impagos de la factura eléctrica. La innovación y la ciencia marcando el camino de la eficiencia.
No obstante, si bien es cierto que los efectos derivados de la política de unificación monetaria y cambiaria dejaron contra las cuerdas a más de un estado financiero empresarial, más se pudiera hacer en la batalla por ser eficientes en este nuevo “ecosistema”, aprovechando las oportunidades a su alcance, desde una óptica diferente a la acostumbrada.
Si la deficiente gestión del cobro de su servicio atenta contra un mejor desempeño económico, ¿por qué no apurar el paso y transitar de una vez hacia pasarelas de pago electrónico como EnZona o Transfermóvil? Queda explorar, además, otras vías de prestación de servicios de mano de obra y equipos a quien lo requiera; buscar nichos no tradicionales a sus funciones, como el trabajo en edificios multifamiliares; y, de ser posible, bajar la cantidad de trabajadores indirectos a la producción, tal cual están haciendo las empresas que no caen en pérdidas, sujetas a similares limitaciones.
También, justo es decirlo, se precisa la responsabilidad ciudadana. ¿Cómo aceptar que después de disfrutado el servicio no se pague por él? Lo cual nos lleva a otra pregunta, ¿en verdad abonamos por el agua lo que realmente cuesta? Los altos costos de la electricidad, químicos y otros recursos que elevan sus precios ponen más carga a las arcas estatales.
Sumemos a ello las reservas aún latentes, pues no toda el agua que se bombea llega a su destino, lo cual ocasiona gastos impagables. De forma negativa incide que de los 86 802 usuarios (personas naturales) de la provincia, al cierre de noviembre último, solo poco más del 17 por ciento contaban con hidrómetros. El resto de clientes son tarifados, que es igual a consumir (incluso manteniendo salideros), sin afectación real para los bolsillos, a cuenta de un saldo mínimo mensual.
A mediados del 2022, la entidad exponía la experiencia de la adquisición de tuberías a buenos precios para procesos inversionistas, que les permitió obtener utilidades en los primeros meses; no obstante, en la actualidad ello será difícil de repetir, con la tendencia alcista de materias primas como el polietileno de alta densidad en mercados internacionales.
Erradicar estos salideros a las cuentas propias no solo se revertirá en una mejor salud financiera para la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, que permita ofrecer mayores beneficios a su fuerza laboral, sino también al presupuesto del Estado, para liberar y redirigir esos montos hacia otras actividades, en pos del beneficio social. Ganancia doble.
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