Por: Ronald Suárez Rivas
29 junio 2023
El reinicio de esta producción corresponde a un programa para el mejoramiento de suelos. Foto: Grupo Empresarial Tabacuba.
Tras varios años de paralización, la Empresa de Materiales de la Construcción de Pinar del Río reactivó la producción de carbonato de calcio con fines agrícolas.
Omar Castañet Acosta, su director general, explicó que ello ha sido posible mediante una alianza de su entidad con el Grupo Empresarial Tabacuba, al que estará destinado este valioso recurso.
El funcionario precisa que con el apoyo de Tabacuba se logró la recuperación de las dos naves donde recepcionan la materia prima proveniente del yacimiento y se coloca la producción terminada, las cuales habían sido severamente dañadas por el huracán Ian.
El grupo tabacalero asumirá, además, la extracción del mineral en la cantera Rigoberto Fuentes y su traslado hasta el molino, ubicado a unos siete kilómetros de distancia, en el municipio pinareño de Consolación del Sur.
Castañet Acosta señala que el inicio de la producción está previsto para principios de julio. «Ya se hicieron las pruebas en los ocho motores eléctricos que componen el molino, y todo ha marchado bien», dijo.
Por el momento, se maneja la cifra de 6 000 toneladas anuales de carbonato de calcio, cuyo destino serían las áreas tabacaleras. No obstante, existe el propósito de llegar a unas 15 000 toneladas, para su empleo en otros cultivos.
Osvaldo Santana Vera, coordinador del Grupo Tabacuba en Pinar del Río, afirmó en su perfil de Facebook que la reactivación de esta producción corresponde a un programa para el mejoramiento de suelos, que tiene entre sus principales prioridades combatir la erosión, la acidez, la alcalinidad, la salinidad y la baja fertilidad de la tierra.
El carbonato de calcio es una fuente importante de nutrientes para los cultivos. Los especialistas lo consideran una herramienta invaluable para los agricultores, que contribuye a la obtención de cosechas de calidad.
Entre otras ventajas, su aplicación ayuda a regular el ph de los suelos, favorece la absorción eficiente de minerales por parte de las raíces de las plantas y aumenta la capacidad de retención de agua.
(Tomado de Granma)
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