Escribía entre otras cosas„ previendo: “De manera que la toma de decisiones implica cabeza y corazón, pero el proceso de información y constante flujo de procesamiento de información es fundamental, y por otro lado, la dinámica de la vida cotidiana, y la presencia de problemas, exige cada día acciones más rápidas.“
Las acciones más rápidas conceptual y metodológicamente, y digo previendo, porque había escasos ejemplos anteriores. Hubo imponderables en esos cuatro años, asuntos concretos de física y química que dieron frutos, pero las CIENCIAS SOCIALES que se ocupan de la VIDA REAL y buscan ubicar al hombre en el centro de la REFLEXIÖN, se ha quedado huerfana. Si algunas veces se ha reunido un grupo de economístas, quiero decir CIENTISTAS SOCIALES, es porque se han reunido hiperespecialistas en que el individuo sepa mucho sobre un solo tema, sin importar el resto de los conocimientos y su entorno. Economía convencional, sin sociología, ni antropología, ni psicoplogía, ni politología. Se sigue debiendo a la cooperación entre conocimientos compatibles entre sí de un mismo nivel jerárarquico, al decir de Moran (1984) sin “atravesar“ las disciplinas; a saber, la TRANSDISCIPLINARIEDAD.
Decía: “Se producen cada vez más crisis en el contexto del riesgo y la pérdida, y esto puede causar estrés más frecuente, tensiones, ansiedad, disminución de la autoconfianza, insatisfacciones, desmotivaciones, disminución de la capacidad de atención, y todo esto puede influir en el estilo de toma de decisiones, las estrategias, y acciones.“
Así se situa el sujeto que investiga, o el que decide, y el o los objetos de estudios, o sujetos, o entes económicos, o ciudadanos.
“Esto puede
darse en cualquier nivel de decisión. La amplitud y calidad en la
preparación de los decisores es clave. Exige cada vez más mayores
capacidades, de inteligencia, habilidades perceptivas, imaginación,
flexibildad, pensamiento divergente y lógico, creatividad, inteligencia social,
habilidades analíticas, comprensión. Alto grado de liderazgo social, de
confianza y objetividad para percibirse a sí mismo, fuerte enfoque en
los objetivos y enfoque en la capacidad de avanzar, sentido de
responsabilidad.“
Desde luego, esto no se consigue de golpe, pero es tiempo de marcar pautas.
“En un entorno cada vez más cambiante y de mayor ritmo, un enfoque creativo para la resolución de problemas es esencial, y esto, a partir de un análisis crítico de información cada vez mas abundante, en la que no se debe desechar nada, sobre todo cuestiones que tienen percepciones predeterminadas.“
¿Percepciones predeterminadas?, lo que significa orden
y causalidad simple, o decir, si o si.
¿Y se necesitan las ciencias de la complejidad en
estos momentos, o la reflexividad en el campo de la economía y de la
transdisciplinariedad? SI!
Evidentemente, en cualquier campo, temas o subtemas y problemas. El conjunto de
métodos que se siguen en una investigación, estudio o exposición es fundamental.
También la economía ha tenido atracciones en los últimos
decenios hacia la emergencia de lo complejo,a partir de la idea de
autoorganización, aunque no tanto de la reflexión. Es así que se incluían la
innovación y la creatividad, se hace dinámica del sistema, punto neurálgico
para abordar el estudio de la actividad humana más realista, de la evolución
hisórica real, más cerca del órden-desórden, necesidad y posibilidad alejados
de la economía convencional.
La dicotomía, ni determinismo ni indeterminismo
(interacción-transformación-organización). La complejidad de las nociones de
órden-desorden, dos caras de un fenómeno, plantean el AZAR y la NECESIDAD como
fuente de la ORGANIZACION (todo sea más
que la suma de las partes). Así que la dicotomía, relación compleja entre órden
y desorden, propone una nuevas relación entre DETERMNISMO Y NECESIDAD (orden
simple y causalidad simple), e INDETERMINISMO y AZAR y POSIBILIDAD de
decisiones. Un concepto de equlibrio. De esta manera la complejidad admite, que
el desorden es fuente de orden. Esto ha cambiado la forma en que se investiga
en economía, aunque no todos tengan la misma visión.
Y la REFLEXIVIDAD, rasgo esencial transversal, casi
siempre cede en el análisis hipercomplejo de la economía; a saber, el sujeto
que investiga y el objeto de estudio o conjunto de sujetos que tienen relaciones
de tipo reflexivo.
De inmediato, me viene la idea, de que la persona
reflexiva prefiere escuchar antes de hablar.
Así sucede que tiene que haber metodología cualitativa
(entrevistas, encuestas, grupos de dinámica, participación), más métodos de
investigación del resto de las ciencias sociales, en especial en el campo de
las dinámicas económicas, subrayo, el flujo de información que se intercambia
con cooperación.
La complejidad supone reconocer que las economóas
son sistemas abiertos, dinámicos, no
lineales, que la idea de equilibrio en reposo vamos a decir de un mercado, es
una quimera, y que el tiempo es una variable crítica que se establece, un
sistema evaluativo a través de la diferenciación, selección, amplificación. Y
la gente, tiene información, racionalidad y capacidad de aprendizaje limitados,
pero que los macroefectos emergen de los MICROCOMPORTAMIENTOS y sus
interacciones.
En la evolución de los fenómenos sociales, aparece la determinación, y en un contexto de incertidumbre, es imprescindible que se haga una prospectiva de actores, así como objetivos y acciones, cosa que lamentablemente ha fallado en los últimos diez años.
TRANSDISCIPLINARIEDAD, Que? Suena a Tarea Ordenamiento y periodo especial en tiempos de paz...que manera de escribir sandeces. F
ResponderEliminarEl pobre anónimo .. no tiene reflexividad!
EliminarQue irrespeto e ignorancia la del Anónimo. Es imprescindible alfabetizarse científicamente antes de valorar lo que no se conoce ni a quien lo propone.
ResponderEliminarEnanos mentales pululan...
Me parece magnífico y alertador, yo no clasificó como anónimo mi nombre es Pedro amigo de Alhama, hemos trabajado juntos durante muchos años incluyendo la Zafra del 70, sus libros son una guía a la reflexión, el valor conceptual de las ciencias de la complejidad son indiscutibles basta con leer el fin de las certidumbres y otros trabajos de Ilya Prigogine que descansan en internet para darse cuenta del esfuerzo por conciliar las ciencias sociales de las naturales y desdibujar la frontera actual que persiste todavía.Creo que hay que ser más cuidadoso cuando no se domina un tema y no dar calificativos innecesario, te felicito Alhama por tu constancia con el objetivo sobre todo de ser constructivo un abrazo fuerte.
ResponderEliminarBuena pregunta, es la propiedad del 60 por 100 del PIB cubano una estructura disipativa para el actual caos cubano. Abría que preguntarle al mismo Vizconde Prigogine.
EliminarAsí, este blog se honra con los escritos de ALHAMA, el cual además de amigo es un referente.
EliminarFelicidades amigo mio, no sé porque no pública esto último es continuación del anterior comentarios
ResponderEliminarViendo los escritos de todos estos pseudo intelectuales del post castrismo me advierte el instinto que parezca necesario o inevitable (es lo mismo) bajar aún más para que esa extensa parte de la sociedad vea lo que evita ver: una catástrofe. Seguramente es la condición necesaria para salir del agujero evitando lo peor. Ejemplos históricos hay muchos. Pero de lo contrario igualmente. Una adjetivizacion sin mucho sentido. Cuando no la burda propaganda de la idiocracia que gobierna Cuba y gran parte del mundo
ResponderEliminarEn Cuba segun mi conocimiento, se dieron los primeros pasos en el estudio de la ciencia de la complejidad en 1996, en un curso de postgrado de 6 meses, de Dinámica no lineal en las ciencias naturales, matemáticas no linesl a pulso, dsdas por un matemático e la facultad de química. Ya en este siglo en el 2002 comienzan las bienales de complejidad auspiciadad por el departamento de complejidad de la facultad de filosofía diriguida por el Dr.Sotolongo. Estas actividades duraron hasta 2014 o 2016, por motivos diversos.
ResponderEliminar