Por Gabriel Escarrer
Ya podemos decir que 2023 ha cumplido con las expectativas en lo que refiere al sector turístico. Sobre todo, tras el excelente verano que hemos vivido en la mayoría de los destinos, y las positivas perspectivas que mantenemos hasta el cierre del año, con una temporada vacacional que se extiende, y una temporada de congresos y eventos que llega con fuerzas renovadas. Conscientes de que tenemos que seguir trabajando duro para consolidar esta evidente recuperación, creo que podemos estar orgullosos del turismo como el sector tan potente, y resiliente, que es.
Momento de hacer balance
Con el fin de la temporada de verano, la presentación de resultados del tercer trimestre del año y el inicio de la recta final de este 2023, es un momento idóneo para hacer balance.
Creo que todos coincidimos en que el turismo ha sido uno de los grandes protagonistas de este año. De hecho, la WTTC (World Travel & Tourism Council) ya ha mejorado sus previsiones para final de año. Según explica su Presidenta y Consejera Delegada Julia Simpson en el marco de la cumbre anual que han celebrado, “el desempeño del sector turístico global está superando las expectativas, a pesar de que aún no se ha alcanzado el pleno potencial de recuperación de China".
Desde la WTTC destacan a España como uno de los destinos con mejor evolución, y no es para menos. Tanto si nos dedicamos al turismo, como si simplemente somos ciudadanos españoles, es evidente que el pasado verano ha consagrado a España como el gran destino turístico mundial.
Las previsiones que nos da Turespaña sobre cómo será el cierre de año para el turismo en nuestro país son también muy positivas. Según su estudio, España cerrará el año con una cifra de gasto turístico por encima de 2019.
Los últimos resultados de Meliá Hotels International también han confirmado la solidez de la recuperación turística en casi todos los destinos en los que operamos, siendo muy destacable el impulso que han vivido nuestros hoteles en destinos vacacionales y urbanos españoles y los ubicados en los principales destinos de Europa.
Además, cabe mencionar también la clara recuperación del segmento Corporate (viajes de empresa) y MICE (Congresos, Convenciones y Eventos), en los que nuestra compañía ya ha recuperado la cifra de negocio previa a la pandemia y esperamos seguir al alza en 2024. Pero la recuperación de este segmento no solo ha sido visible en el caso de Meliá, es algo generalizado.
Ya en la primera mitad de este año algunos estudios y noticias indicaban que los viajes Corporativos y MICE habían incrementado su beneficio por encima de los datos de 2019, hoy, casi a final de año, la noticia es que se espera que estos superen con creces en 2024.
En muchas otras ocasiones hemos comentado aquí las virtudes del turismo corporativo y MICE, además de su potencial para paliar la estacionalidad en nuestros destinos, que es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos en el sector y en el que se está trabajando. Los destinos se han sumado a combatir la estacionalidad y ya están tomando medidas para ello, entre las que la atracción del turismo corporativo y de eventos no puede faltar. En España, la Comunidad de Madrid anunciaba un plan hasta 2026 para reducirla con iniciativas que promueven, entra otras, iniciativas de índole cultural. Málaga, tradicionalmente un destino de verano se ha convertido en todo un caso de éxito presentando una capital andaluza en la que eventos, cultura y gastronomía son un atractivo todo el año. Y no puedo evitar mencionar Mallorca, donde, según nos indicaba la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, veremos un aumento de la planta hotelera reabierta ya en febrero y marzo de 2024.
El atractivo de los destinos
Hay un denominador común, según explica un informe de Skyscanner, en las tendencias de viajes que veremos en 2024: la experiencia. Llevamos tiempo dándole protagonismo a las experiencias y, por ejemplo, en la hotelería, experiencias de bienestar o estilo de vida entre las que destacan la Gastronomía, han pasado de ser un simple complemento al alojamiento, para ser prácticamente, el centro del viaje.
Como se indica en el informe, el precio es un factor importante en la decisión de viajar, pero no es ya un factor determinante, ya que si la experiencia merece la pena estamos dispuestos a gastar más. Se priorizan las experiencias a la adquisición de bienes materiales.
El pasado mes la Organización Mundial del Turismo celebró su Foro Mundial de Turismo Gastronómico. En evento en el que se unieron tanto expertos del turismo como de la gastronomía y en el que el objetivo principal fue identificar y promover este turismo como factor clave en el desarrollo de los destinos. Y es que la gastronomía, aunque siempre lo ha sido, se está consolidando como una de las experiencias más codiciadas.
Es más, en el caso concreto de la hotelería, la oferta gastronómica de nuestros establecimientos se está consolidando como un atractivo sin igual para nuestros clientes, incluso para los propios destinos. Los espacios gastronómicos y experiencias que ofrecemos son un elemento diferencial que aportan un valor cada vez mayor. Por ello, el camino a seguir es crear conceptos y colaborar con partners que nos ayuden a destacar. Es una gran oportunidad también en línea con la visión de convertir los hoteles en mucho más que alojamientos y acercarlos también al cliente local.
Además de ser un valor añadido y elemento diferencial, las experiencias gastronómicas ofrecidas en los hoteles son también un valor económico para la compañía. En el caso de Meliá, el ámbito de Alimentación y Bebidas continúa aumentando su importancia y ya contribuye con, aproximadamente, un 30% de nuestros ingresos. Como recojo en este último artículo, las propuestas gastronómicas se han convertido en un atributo esencial para la competitividad y diferenciación de una marca hotelera, y en Meliá Hotels International, apostamos claramente por esta diferenciación, mediante conceptos de F&B propios o de nuestros excepcionales partners.
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