De acuerdo con analistas, el precio no responde al contexto actual de la economía cubana
La disponibilidad de carne y leche en Cuba es utopía. Recientemente, en Cuba se aprobaron nuevos precios para la compra a los ganaderos de estos productos. Sin embargo, vale preguntarse si esa es la solución a un asunto multifactorial que demandará mucho más que eso.
Precios insuficientes
El Acuerdo 9845 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, del 11 de marzo pasado, fija los precios máximos de acopio en pesos (cup) del ganado bovino en pie (vacuno y bufalino), con destino a la industria o mataderos autorizados, y para la leche fresca de vaca y de búfala de primera calidad, en el campo o almacén del productor.
En esta modificación, el precio máximo de acopio fijado será de 38 pesos el litro. Con anterioridad, el precio era de 20 pesos, establecido en 2021.
Si bien el precio casi duplica la cifra anterior, sostienen productores, no tiene en cuenta el contexto actual del país, la inflación y el encarecimiento de los insumos y los productos de primera necesidad para la vida cotidiana.
“Ahora incrementan el precio, pero cuánto no han subido las cosas desde que se aprobó el precio anterior, por ejemplo, el combustible, al aceite automotor, las piezas, el arroz, el pollo y también la leche y el yogur”, comentó un campesino de Colón, en Matanzas.
Según el procedimiento conjunto acordado por los ministerios de la Agricultura y de la Industria Alimentaria, para el precio de la leche, los requerimientos de temperatura y calidad se describen en el contrato de la empresa acopiadora con el productor.
Entre los cuestionamientos de esta nueva regulación desde algunos ganaderos se encuentra la exigencia acerca de la densidad para concederle a la leche la primera calidad, un indicador por encima del existente hasta ahora.
En el caso de los precios máximos de la carne en pie (vacuna y bufalina), se establecen por diferentes categorías, desde los terneros y terneras de 0 a 12 meses, a 7.00 pesos por kilogramo, hasta 75 pesos por kilogramo (la cotización más elevada) para los toros de primera categoría, con más de 420 kilogramos.
Un productor de ganado mayor y porcino considera que ese precio dista mucho del que alcanza este tipo de carne en el mercado, donde la libra de carne de cerdo ha superado la cota de los 600 pesos, equivalentes a cinco dólares estadounidenses según el cambio oficial vigente para las personas y pequeñas empresas.
Escenario
El escenario ganadero cubano es complejo. Según datos del Ministerio de la Agricultura, el pasado año se dejaron de acopiar más de 212 millones de litros de leche, una tendencia a la baja, al menos desde 2018.
Las causas son múltiples, desde los problemas con la alimentación y la disponibilidad de agua, que harían que las vacas “den” menos leche; hasta que la leche que se acopia va al mercado informal, ya sea para su venta fresca, y en mayor medida, con destino a la producción de yogur y quesos artesanales.
Actualmente, al menos en la capital cubana, existe un suministro relativamente estable de yogur, cuyo precio ha escalado desde inicios del pasado año y hoy puede encontrarse, en diferentes formatos y envases, ya sea en negocios privados o en la venta ambulante, a unos 300 pesos (2,5 dólares) por un litro y medio.
El precio de yogur en el establecimiento donde se comercializa este producto en la capital cubana, es de 35 pesos por un vaso de ocho onzas, casi lo mismo que se le paga al productor por una labor con fuertes exigencias en horario y atenciones técnicas al ganado.
Otros análisis indican que la elevada dispersión de la tenencia de ganado en Cuba repercute en los bajos niveles de reproducción y natalidad, impidiendo el incremento productivo de la leche y la carne.
Según Arián Gutiérrez, director general de ganadería del Ministerio de la Agricultura, actualmente están registrados en Cuba más de 200 000 tenentes de ganado vacuno y bufalino, tanto naturales como jurídicos, y cerca de 167 000 de équidos.
Otro factor atenta no solo contra el interés de desarrollar la ganadería a pequeña escala, sino incluso en tener ganado: en 2023 se reportó un incremento del hurto y sacrificio ilegal, junto a la muerte por desnutrición y enfermedades y baja natalidad.
Entre las aristas que repercuten negativamente en la ganadería están la escasez de agua, la baja disponibilidad de combustible para labores agrícolas para la siembra de alimento animal, así como el desempeño de los vaqueros, las violaciones tecnológicas y de higiene y la gestión de los rebaños, por falta de técnicos y control.
Texto y contexto
En ese contexto, Cuba promueve la inversión extranjera en este sector. En la más reciente cartera de oportunidades de negocios 2024-2025 se incluyen un proyecto de producción y comercialización de leche vacuna fresca de alta calidad para empresas estatales, en modalidad de asociación económica internacional por un monto estimado en 6,3 millones de dólares.
Ese proyecto se propone la sustitución de importaciones para las industrias lácteas, fundamentalmente a las empresas mixtas dedicadas al procesamiento de los lácteos y sus derivados con destino al sector turístico, extra hotelero, usuarios de la Zona Especial de Desarrollo Mariel y las tiendas en moneda libremente convertibles.
Otras propuestas incluidas en la cartera se enfocan hacia ese mismo objetivo, pero en las cooperativas.
(2024)
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