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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

martes, 2 de julio de 2024

Cuba: Estancamiento de la actividad económica en medio de desequilibrios macroeconómicos (junio de 2024)

Ricardo Gonzalez-Aguila

Centro de Estudios de la Economía Cubana, Universidad de La Habana

Ricardo Torres
Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos, American University, Washington D.C.

Hitos económicos más relevantes

 

Situación económica y sistema productivo

Inserción internacional

  Se registra un retroceso del PIB en 2023, y se mantiene la debilidad en la actividad productiva en el primer cuatrimestre,


   •  La escasez de divisas y la inestabilidad de suministro externo han agudizado el déficit de energía, forzando un aumento en la frecuencia y duración de los cortes de energía eléctrica.

  Se detiene el ritmo de crecimiento de las inversiones totales, las que se reducen levemente. Esto representa un cambio de tendencia que debe ser observado.

  Se mantuvo la expansión del turismo internacional pero el ritmo se redujo notablemente. Se observó mal comportamiento en mercados como Canadá y los cubanos residentes en el exterior.

  Los malos resultados de la zafra azucarera no solo afectan las exportaciones del dulce, sino que inciden en otros rubros destacados como el ron o la industria farmacéutica.

  La insostenibilidad del esquema anterior de suministro de combustible basado en acuerdos preferenciales se ha convertido en una realidad que afecta toda la actividad económica.

Política fiscal

Política monetaria

  El déficit fiscal alcanza valores récords en 2024, 147 mil millones de pesos.

  Los gastos presupuestarios crecen al doble (38%) que los ingresos (19%), respecto a 2023.

  Las transferencias al sector productivo y los gastos por servicios de deuda pública, los responsables del gasto público creciente.

  Las incoherencias del plan de estabilización. Aumenta el déficit a pesar de las medidas gubernamentales implementadas

  Pronosticamos una inflación de 35% a finales de año, registro mayor al observado en 2023

  El tipo de cambio informal de deprecia en 50% durante el primer semestre del año.

  Alta volatilidad del tipo de cambio en mayo, que atribuimos a un choque transitorio.

  Prevemos un retorno del tipo de cambio informal hacia la trayectoria inicial de depreciación debido a la invariabilidad de los factores estructurales de la economía

Perspectivas económicas

  No se espera una mejoría de la situación económica en lo inmediato, salvo una modificación positiva brusca del entorno externo, lo que resulta improbable.

  A corto plazo, una aceleración de la recuperación económica depende medidas de estructurales y de estabilización que no se están acometiendo.


                  Diagnóstico Económico                        

Situación económica y sistema productivo

De acuerdo con los datos aportados por las autoridades, el PIB de Cuba se redujo entre 1-2% en 2023, muy por debajo de lo previsto inicialmente, en lo que sería el tercer retroceso en cinco años. En ese desempeño influyeron negativamente el pobre desempeño de la producción doméstica de bienes (agricultura, azúcar e industria), la caída del comercio exterior, la pausada recuperación del turismo internacional, y la reducción en el suministro de energía, que ha afectado la producción de bienes y los servicios comerciales. Aunque la disponibilidad de electricidad aumentó un 8,2% respecto a 2022, decreció la producción doméstica y se alcanzan niveles inferiores a años precedentes. La combinación de una estrategia de recuperación inefectiva y choques externos negativos van teniendo un efecto perverso y persistente sobre la actividad productiva y los niveles de vida.

Durante el primer cuatrimestre de 2024, se perciben señales mixtas sobre la actividad productiva. El crecimiento de los turistas internacionales se moderó significativamente. Reportes de prensa indican que la fabricación de azúcar de caña puede quedar en el orden de las 300 mil toneladas, incluso inferior a la zafra pasada, lo que forzaría la importación del dulce para atender la demanda interna. Las bajas producciones tienen otro efecto colateral importante en su impacto en la disponibilidad de la materia prima para la manufactura del ron, un artículo clave de exportación. La producción de níquel y cobalto (+8%), en la planta operada por capital extranjero (Sherritt) muestra comportamientos discretos, que, junto a la caída de los precios de ambos metales, se traducirá en menores ingresos por exportaciones.

A partir de problemas en el suministro externo de combustibles, durante los primeros cinco meses del año se han experimentado considerables afectaciones en la entrega de energía eléctrica, lo que ha resultado en largos apagones y fuertes restricciones a la demanda del sector público. Esto a pesar de que Sherritt consiguió incrementar la generación eléctrica (+33%) en su planta de Energás a partir de un mayor suministro de gas natural procedente de nuevas perforaciones. También se mantiene la escasez de líquidos como gasolina y diesel. Las causas yacen en la escasez de divisas para comprar cantidades suficientes en el mercado internacional y los disminuidos envíos de proveedores como México (detuvo las exportaciones en febrero, reportes de prensa sugieren que se retomarán en junio), y Venezuela, cuyas entregas hasta abril serían la mitad (24,500 bdp) de los volúmenes del año anterior (con información de Reuters).

Ello sugiere afectaciones importaciones en la producción industrial y en la prestación de servicios comerciales, lo que impacta negativamente la actividad real. En gran medida, la debilidad de la actividad productiva se refleja en el transporte de carga, que se contrae casi un 13% en el primer trimestre, desde niveles ya deprimidos. Las cifras oficiales dejan ver caídas apreciables en los volúmenes de alimentos y materiales de la construcción.

Las inversiones que habían sido el componente más dinámico de la demanda agregada en períodos anteriores reflejan un pequeño descenso de 3,5 por ciento. Se mantiene una fuerte concentración en proyectos hoteleros y afines (36% del total), y en la capital de la Isla (59%). Hay que apuntar que este es un cambio de tendencia notable, que se confirma a partir del menor trasiego de materiales de construcción que informan los datos del transporte de carga. Hay que seguir atentamente este cambio por las implicaciones económicas y políticas.

Inserción internacional

La situación financiera externa de Cuba se mantiene tensa, y los resultados de 2023 no fueron favorables. De hecho, los tropiezos del sector externo son uno de los factores explicativos del estancamiento en la dinámica del PIB y en su entrada en territorio negativo. Los dispersos reportes de prensa indican que cayeron las ventas de bienes, mientras que solo crecieron levemente las exportaciones de servicios. Las exportaciones de bienes se vieron afectadas por el descenso del precio del níquel, y el casi colapso de la producción de azúcar, que no posibilitó aprovechar la buena racha de las cotizaciones del dulce. Dentro de los servicios, se observó una modesta recuperación en el turismo internacional que quedó por debajo de las previsiones de las autoridades, y se mantuvo el descenso en los ingresos por servicios de telecomunicaciones. El número de visitantes extranjeros llegó a 2,43 millones en 2023 (+51%), y los ingresos llegaron a 1.200 millones de dólares, alejados de los valores prepandemia.

La evolución de los precios en el mercado internacional ha sido desfavorable en el primer cuatrimestre de 2024, con descenso en productos como el níquel, y subidas en petróleo y alimentos, de los que Cuba depende para el consumo interno. En 2022, alimentos y energía absorbieron más de la mitad de las erogaciones por concepto de importaciones. Un cambio sustancial ha tenido lugar con el combustible, rubro en el que Cuba tenía una situación muy favorable hace unos años a partir de un suministro estable y en condiciones de pago muy ventajosas con Venezuela, y en menor medida, Argelia. El colapso de la producción de crudo en Venezuela1 ha impactado los envíos, y las propias autoridades han reconocido que ahora la mayor parte del petróleo que se importa debe ser obtenido por canales comerciales convencionales. Como consecuencia, los volúmenes adquiridos han descendido, se han vuelto más inestables, y ponen en tensión constante a la economía nacional. Dada la incapacidad de aumentar notablemente los ingresos en divisas en el corto plazo, la estabilidad del suministro de energía depende básicamente de acuerdos ad-hoc con aliados cercanos.

En el primer trimestre de 2024, la evolución del sector externo no muestra una tendencia clara hacia la mejoría, dado que se observan señales heterogéneas desde los distintos sectores. El crecimiento del turismo internacional ha continuado, pero su ritmo se ralentizado notablemente. El número de visitantes hasta abril solo aumentó un 4,1% respecto al mismo período del año anterior. En este comportamiento han incidido la nula expansión del mercado canadiense y la disminución de las visitas de los cubanos residentes en el exterior, que constituyen los dos mercados principales. Rusia sí exhibe un crecimiento acelerado, y ya es el tercer mercado más relevante. Los ingresos crecieron un 15% pero dado que se expresan en moneda doméstica no es claro si la inflación es un factor para considerar en el resultado. No hay cifras oficiales para otros rubros pero las autoridades han reconocido que las ventas externas de bienes quedan por debajo de lo esperado hasta abril, y se observa un desempeño favorable en las exportaciones de servicios. En ningún caso se ofrecieron cifras concretas.

1 La producción de crudo de Venezuela pasó de un promedio de 2,7 millones de barriles diarios entre 2010-2014, hasta 749 mil barriles en 2023. 

Política fiscal

Los desequilibrios internos continúan sin contención en el primer semestre de 2024, siendo el ámbito fiscal uno de los principales epicentros del problema. El déficit se mantiene en niveles excesivos y su financiamiento sigue descansando en emisión monetaria. Al estimado de 15% del PIB en 2023, se añade un resultado fiscal planificado de 18,5% en 2024. Lo peculiar de esta proyección es que ocurre en un año en el que el gobierno decidió actuar con medidas concretas de estabilización. Anunció y ejecutó en el primer semestre: i) aumentos de impuestos y eliminación de exenciones al sector privado, ii) incrementos de precios regulados como combustibles (en aproximadamente 400%), electricidad, gas y agua, así como de otros bienes de consumo masivo como cigarros y tabacos, iii) la devaluación de 24 CUP a 120 CUP por USD (400%) del tipo de cambio aplicado al arancel en dólares de la importación del sector privado, entre otras medidas (Cubadebate, 2024).

A pesar de estas acciones, el objetivo de déficit planificado alcanzó niveles récords, 147 mil millones de pesos (GOC, 2024). Respecto a 2023,2 esta cifra significó un incremento de 116% explicado por el aumento del gasto en 38% contra un aumento de los ingresos de apenas 19%. Hay dos motores que halarán del gasto de forma significativa durante 2024: i) las transferencias al sector productivo que se duplicaron de un año a otro y llegaron a representar el 25% del gasto corriente total; y ii) el gasto financiero de la deuda pública, que casi se cuadruplicó, aunque en términos porcentuales sólo representó 3,9% del gasto total (GOC, 2024).

¿Por qué aumenta el déficit presupuestario a pesar de las medidas del plan de estabilización? Una hipótesis es que de no haber sido implementadas el déficit sería aún mayor. Nuestra explicación, sin embargo, va por otra dirección, a saber, el retraso considerable y creciente del sistema de precio estatal respecto a los precios fijados por el sector privado. La regulación de precios estatales ha sido un instrumento ampliamente utilizado en estos años de inflación con la intención de evitar el deterioro (aún mayor) de los salarios y pensiones reales.

El retraso del sistema de precios alimenta el déficit a través de dos canales. Primero, castigando los ingresos fiscales mediante la generación de problemas reales en las empresas estatales: caída de rentabilidad, capacidades ociosas por (mayor) escasez de insumos, y restricciones financieras; bases del notable estancamiento productivo actual. Resaltamos que, aún hoy, el sector estatal constituye el 88% del ingreso presupuestario (Cubadebate, 2024). Por lo tanto, si no se alinean precios como punto de partida de un programa mayor de ajustes estructurales, no habrá salida al estancamiento productivo, y como consecuencia, no incrementará la recaudación que es clave para corregir el déficit fiscal. El segundo canal tiene que ver la endogenización del gasto público a través de las transferencias al sector productivo. Cuando la empresa no puede aumentar precios (regulados) ante elevaciones de costos, incrementa su demanda de transferencias al presupuesto, o sea, de subvenciones por pérdidas y/o por diferencias de precios; y ello provoca que aumente la presión sobre el gasto público, y, por lo tanto, el déficit. Este factor estaría detrás de que las transferencias se duplicaran en 2024, y, sobre todo, de las dificultades que enfrenta el gobierno para reducir el gasto público.

Sin un plan de estabilización que internalice entre sus acciones inmediatas la alineación de precios será difícil definir un objetivo de déficit coherente con la existencia de equilibrios internos y externos. 

2 La comparación se establece respecto a la planificación presupuestaria en enero de 2023. En diciembre, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó un incremento de 44% del déficit respecto al plan inicial del año. 

Política monetaria

El año 2023 concluyó con una inflación oficial alta, 31% (ONEI, 2023), pero con tendencia a la baja;3 comportamiento explicado por la evolución decreciente del IPC mensual, específicamente, en el segundo semestre del año. Sin embargo, los precios volvieron a acelerarse en los primeros cuatro meses de 2024. Hasta abril, mes de la última lectura disponible, el IPC general había acumulado un crecimiento de 12% respecto a diciembre de 2023 (ONEI, 2023); casi un punto porcentual por encima del registro observado en igual intervalo de tiempo un año antes, etapa caracterizada por una alta inflación. Las medidas anunciadas a inicios de año (ver sección anterior) podrían explicar al menos una parte de esta nueva aceleración debido a su incidencia sobre los costos empresariales, particularmente, de la actividad privada.

Pronosticamos una inflación anual de aproximadamente 35% en diciembre de 2024. Más allá de los factores coyunturales, la imposibilidad de doblegar la curva de inflación para reconducirla a valores anuales de un dígito estaría asociada a varios factores explicativos de mayor alcance: i) el estancamiento de la economía, que tampoco en 2024 recuperará sus niveles de actividad pre-pandemia; ii) el elevado déficit fiscal, que alcanza valores históricos sin precedentes; y iii) el significativo desequilibrio externo que se expresa en un tipo de cambio informal creciente, usado por el sector privado como referencia para la fijación de precios. La ineficacia (en los hechos) del plan de estabilización, que debería actuar sobre las tres dimensiones al unísono, pone en evidencia las carencias de una estrategia que no interviene sobre las causas reales del problema; sino que, por el contrario, se ocupa de administrar sus consecuencias.

Por otra parte, el peso cubano experimentó una rápida depreciación de aproximadamente 50% en el primer semestre4 (El Toque, 2024); factor que contribuyó a la dinámica inflacionaria antes referenciada y a un proceso de malestar social creciente. Sin embargo, entre la segunda mitad de mayo y los primeros días de junio -momento en el que se escribe este reporte- la moneda doméstica se apreció de forma muy acelerada en 30%. Para que se tenga una idea más precisa de lo acentuado de este proceso, tómese en cuenta que, para llegar a la misma tasa de 280 CUP por USD,5 se requirió de una apreciación promedio diaria 5,8 veces mayor que la depreciación promedio precedente. La velocidad de la apreciación podría sugerir que el cambio de tendencia observado responde más a una fluctuación transitoria, propia de mercados volátiles como el cambiario donde las expectativas, la estacionalidad y el corto plazo son determinantes; que, a una fluctuación permanente del tipo de cambio hacia la apreciación, inducida por medidas de estabilización efectivas.

En cualquier caso, este acontecimiento inesperado abrió el debate público a una variedad de hipótesis (incluso conspiranoicas) que pueden encontrarse en los medios de comunicación, y, del cual resaltamos dos mensajes. Primero, que no hay indicio conceptual que permita pronosticar un cambio de tendencia permanente en el mercado cambiario. Los factores estructurales que explicaban la depreciación de la moneda antes de su apreciación están aún presentes, y en último caso, solo se agravan. Lo segundo es que una apreciación, incluso una de la magnitud experimentada, no es incompatible con un proceso de depreciación permanente de la moneda porque la aleatoriedad y cambios de tendencia disruptivos son características intrínsecas de los tipos de cambio. Nuestro pronóstico es que el tipo de cambio mantendrá su trayectoria hacia la depreciación, una vez superado el actual período de turbulencia.

3 La inflación anual en 2022 había sido de 39.7%.

4 Específicamente hasta el 16 de mayo de 2024 cuando inició una rápida apreciación de la moneda.

5 Tasa del día 4 de junio de 2024 según El Toque, momento en que se cierra el actual informe. 

          Perspectivas económicas                       

La probabilidad de salir de la crisis actual en el corto y mediano plazo es baja. Además de la inexistencia de una estrategia anticrisis clara e integral; parece haber habido un cambio de ciclo en los consensos políticos y económicos que sostenían las medidas implementadas, al menos hasta diciembre de 2023, basadas en la promoción de actores no estatales y el ensanchamiento de los mercados. Desde la última Asamblea Nacional del Poder Popular, y en particular, desde el cambio de gabinete anunciado en febrero de 2024, prevalece cierta percepción en determinados círculos de analistas y observadores de Cuba, de que la apertura (moderada) de años anteriores cederá espacio y será remplazada por una estrategia basada en mayor control sobre la expansión de la iniciativa privada. Cuál será el alcance real de la reversión de política es difícil de prever a día de hoy.

Por otra parte, la posibilidad de superar la crisis exige la identificación precisa de cuáles son las causas verdaderas que la explican. Sin embargo, los pocos diagnósticos gubernamentales de situación que trascienden a la esfera pública no reflejan el grado de profundidad e interrelación de los problemas económicos actuales, ni en materia productiva y comercial ni en materia de estabilización.

Por ejemplo, la virtual paralización de la actividad productiva está vinculada a una aguda escasez de divisas que ha forzado una contracción severa de las importaciones. El precario equilibrio externo precedente descansaba en acuerdos comerciales preferenciales susceptibles al ciclo político de los socios externos. El boom del turismo fue consecuencia de una coyuntura política que probó ser insostenible en el tiempo. No hay posibilidades de desarrollar nuevos ingresos por exportación por las vías convencionales a mediano plazo. Esta situación responde a un modelo económico que no se logró transformar. En ese sentido, la Isla queda a merced de una mejoría en el entorno externo para aliviar la crisis.

Desde una perspectiva macroeconómica enfatizamos en el mensaje de que la crisis actual no debe ser entendida como una situación tradicional de desequilibrios explicada por el lado de la demanda; y que, como consecuencia de lo anterior, el esquema de salida debe trascender el plano meramente monetario. En ciertos espacios de intercambio se discute sobre la factibilidad de aislar y abordar primero los problemas de desequilibrios fiscales y monetarios, y dejar para una segunda etapa los problemas productivos e institucionales del país, estableciendo cierta analogía (imperfecta) con la estrategia seguida en la crisis de los noventa. Hay dos problemas con este enfoque. El primero es que sugiere la idea de que se puede salir de los desequilibrios actuales sin actuar sobre la restricción microeconómica, y eso es problemático, en parte, por los efectos recesivos que las políticas de ajuste fiscal ejercerían sobre el sector productivo y la sociedad. En segundo lugar, porque como se insistió en la tercera parte de este informe, el gasto público es endógeno y está vinculado al sector productivo a través de las transferencias presupuestarias. Por lo tanto, cualquier programa de restructuración del gasto necesitaría explicitar obligatoriamente cómo se corregirían los precios en el sector estatal de la economía, y esto último es más una discusión de fundamentos productivos que de ajuste. En nuestra opinión, no hay un esquema de salida viable para los desequilibrios actuales sin reformas estructurales e institucionales profundas donde se opere sobre los ámbitos macro y microeconómicos a la vez.

Por lo tanto, ante: i) la inexistencia de una estrategia anticrisis clara; ii) zigzagueos y cambios de consensos políticos sobre la reforma; y iii) diagnósticos de situación incompletos, esperamos la prolongación indeterminada de la actual crisis en el tiempo, en ausencia de una mejoría sustantiva del entorno externo.

CESLA

1 comentario:

  1. Por lo tanto, ante: i) la inexistencia de una estrategia anticrisis clara; ii) zigzagueos y cambios de consensos políticos sobre la reforma; y iii) diagnósticos de situación incompletos, esperamos la prolongación indeterminada de la actual crisis en el tiempo, en ausencia de una mejoría sustantiva del entorno externo. Después de esto, cual debe ser el epitafio?

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