El proyecto comunitario recibe el apoyo de la Embajada Británica en Cuba.
La Habana, 31 ene.- Profesores y estudiantes de la Facultad de Comunicación Social (FCOM), de la Universidad de La Habana , encauzan el proyecto “Mujeres en desarrollo” para fomentar habilidades y competencias comunicativas entre emprendedoras de barrios desfavorecidos.
“Los encuentros me han dado muchos conocimientos para poner en marcha un negocio de costura que pensamos iniciar varias amigas”, explicó Zoe Zuaznábar, de 72 años, quien participó en una de las sesiones, en el Taller de Transformación Integral del Barrio (TTIB) Alamar Este, en la capital cubana.
Profesores y estudiantes de la FCOM llevan al grupo conocimientos sobre información, comunicación, planeación estratégica y productos comunicativos. También en los encuentros se intercambian vivencias, experiencias y proyecciones.
Según el investigador Luis Alain de la Noval, el proyecto está dirigido a mujeres que quieren iniciar algún negocio privado o cooperativa, permitidos en la actual reforma económica del país.
“Pero decidimos hacer el proyecto en barrios con determinadas desventajas y vulnerabilidades sociales, con el objetivo de que exista equidad de género”, amplió.
Con diferentes temas, los talleres comenzaron en noviembre de 2015 en los barrios de Pogolotti y La Ceiba y llegaron en enero de 2016 a Alamar Este.
Luego pretenden incursionar en otros espacios que han manifestado interés en recibir esta iniciativa, que pone además a las ciencias sociales al servicio de la realidad del país.
Las capacitaciones tocan temas como emprendimiento y equidad de género, información para el éxito personal, fundamentos de marketing, negociación para el emprendimiento local, necesidades de información, productos y servicios informacionales, gestión estratégica para la comunicación y productos comunicativos, entre otros.
Según la también profesora de FCOM Heidy Tarragó, el último tema se incorporó a partir de las necesidades que plantearon las beneficiadas y queda pendiente satisfacer otra de las solicitudes: mujeres y liderazgo.
“Las estadísticas muestran que en los negocios particulares los hombres son mayoría y tienen mayor éxito. Ellas quieren saber cómo aun siendo minoría pueden convertirse en lideresas”, apuntó.
Mujeres en desarrollo ha permitido además desde el punto de vista institucional el diálogo entre las ciencias de la comunicación y la información. (Luis Alain de la Noval)
Todas las mujeres, y algunos hombres, que asisten de forma voluntaria a los encuentros consideran que sus emprendimientos están comprometidos con el desarrollo de la comunidad, desde el punto de vista del éxito personal y el trabajo en equipo.
Las participantes tienen en sus mentes proyectos de guarderías, cooperativas de costureras, tejedoras, cuidadoras, cafeterías e, incluso, emprendimientos de carácter social en una biblioteca pública.
En el intercambio salen a relucir temas como valores, buen trato hacia los clientes y empleados, calidad, respeto, derechos, comunicación interpersonal. Se habla de otros relacionados con la responsabilidad de defender y mejorar el proyecto social cubano, que se mueve en un contexto complejo y cambiante.
La beneficiada Mirta Manzo, de 65 años, aseguró que aprendió cómo lograr que su idea de una cooperativa de tejedoras fuera una acción trasformadora en su comunidad.
“Aspiramos a trabajar en Balcón Arimao, en La Lisa; Zamora-Coco Solo y Santa Felicia, en Marianao; Jesús María, en La Habana Vieja, y en La Güinera, Arroyo Naranjo. Pero antes queremos hacer una sistematización y un análisis para mejorar el proyecto”, destacó Tarragó.
Aunque un taller final de sistematización medirá los impactos y como las personas beneficiadas han aprovechado e incorporado las herramientas brindadas, algunos resultados ya están a la vista.
Para Manzo, los saberes adquiridos las ayudarán a iniciar su emprendimiento, cómo comunicarlo y promoverlo, sin olvidar a la comunidad en el proceso. (2016)
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